Entrevista: Red Beard

"El equilibrio está en mostrar tus raíces y a la misma vez darle un toque más actual"

Por: Kepa Arbizu

Últimamente no deja de traernos muy gratas sorpresas lo que se podría denominar la escena "americana" hecha en nuestras fronteras. Uno de esos descubrimientos es el de Red Beard, proyecto del canario Jaime Jiménez Fleitas.

Su propuesta, a pesar de su base clásica, es para tenerla muy en cuenta. Su forma de tomar el blues tradicional, el folk o el country, bajo un aspecto sobrio, íntimo y personal, adquiere una intensidad realmente destacable. Inmerso en una gira en la que presenta su EP, que tendrá una continuación en breve, Nobody’s Gonna Bring Me Down, Vol. 1, nos ponemos en contacto con él para desgranar más su música.


A modo de presentación, ¿cuál ha sido el recorrido de Jaime Jiménez Fleitas hasta llegar a ser Red Beard, un músico centrado en los sonidos de raíces americanos? 

Red Beard: Desde pequeño estuve en contacto con la música americana. Siempre me llamaron la atención esos sonidos, y por lo tanto, ese fue el camino que elegí para darle forma a mis canciones. Musicalmente es mi lenguaje. 

¿Estamos ante un proyecto puramente personal en el que buscas músicos que te ayuden a dar forma definitiva a tu idea o se podría hablar de concepto de “grupo”? 

Red Beard: Bueno, en principio empecé solo, pero a medida que avanzó el proyecto se fueron sumando los demás. Red Beard es algo muy personal, pero me gusta compartirlo y disfrutarlo en buena compañía. Mis compañeros por supuesto que han aportado su granito de arena para hacer realidad el proyecto. 

Acabas de publicar el EP “Nobody’s Gonna Bring Me Down, Vol. 1”, que según creo tendrá en breve una continuación. ¿Porqué decides teniendo material para un disco largo publicarlo en dos partes? ¿Tendrán cierta entidad propia cada una de ellas? 

Red Beard: Me apetecía entregarlo por fascículos (risas). También quería ver la primera reacción de la gente, y cuando menos lo esperen tendrán más material que escuchar, con alguna sorpresa por el camino. El volumen dos tendrá algo del primero pero también cosas nuevas. 

El disco se mueve entre el folk, country, blues.. pero también abarca el western, gospel e incluso el rock. Entiendo que es un reflejo de tu eclecticismo como oyente y que se manifiesta a la larga en tu tarea como compositor.

Red Beard: Sí, la verdad es que nunca me cierro a estilos dentro de la “Americana Music”, he intentado hacer un resumen de esos sonidos que siempre rondan mi cabeza. Cuando compongo, ya casi tengo en la cabeza el escenario musical donde se va a desarrollar cada una de las historias. 

Tanto en lo musical, como en las propias letras, tus composiciones son crudas, intensas. ¿Hay en ellas un interés por mostrar tus sensaciones más íntimas casi a modo de desahogo? 

Red Beard: Buena pregunta. Pues la verdad es que lo has resumido muy bien, para mí es un desahogo absoluto. Siento un alivio enorme al terminar una canción. Aunque como oyente también siento ese desahogo cuando escucho alguna letra de otro compositor y me identifico con ella. 

Aunque tu música parece claramente influenciada por intérpretes clásicos que pueden incluir desde Johnny Cash a Son Hosue, también lo está por otros contemporáneos, ya sean Seasick Steve o Scott Biram, por ejemplo. ¿Al igual que ellos tu intención es trabajar esa tradición musical pero de una forma actualizada? 

Red Beard: Sí, por supuesto, yo creo que el equilibrio está en mostrar tus raíces y a la misma vez darle un toque más actual. 

A pesar de que tus canciones aparecen cuidadosamente instrumentadas, dan la sensación por otro lado de que en el fondo podrían sostenerse perfectamente en un formato más desnudo de voz y guitarra. ¿La manera de gestarlas sigue más o menos ese desarrollo, construirlas de una forma más minimalista para irlas “adornando”? 

Red Beard: Exactamente, una buena canción se debe de sostener sólo con el instrumento compuesto y la voz, en mi caso, guitarra y voz. Todo lo demás son adornos para presentarlas con sus mejores galas. 

Incluso añades en algunas de ellas, como en “Here Comes the Storm” o “The Fence”, la utilización de cuerdas, ¿resulta un trabajo fácil y natural acoplarlas a este tipo de temas? 

Red Beard: Sí , para mi deben de estar presentes en algunos temas. Acoplarlas es muy fácil, ya que parte de los arreglos se me ocurren a la misma vez que la compongo. Luego es tarea de mis compañeros colocarlas con gusto y precisión en la canción. Aunque en muchos casos son a los músicos a los que se les ocurren las ideas. Me transmiten con su instrumento lo que ellos sienten al escucharla. 

¿Para dedicarse a la música y más concretamente a este género hay que tener la determinación que explicas en “Nobody’s Gonna Bring Me Down”? 

Red Beard: Creo que para cualquier cosa en la vida hay que tener pasión. La vida sin pasión no es vida. Muchas cosas mejorarían en este planeta si hiciésemos las cosas con pasión. Hay que ser honesto en cualquier profesión que desempeñemos. Si respetamos y amamos de verdad lo que hacemos, se lo contagiamos a los demás, seguro. Y nunca dejar que nos pongan muros o nos indiquen que es lo que se puede conseguir y lo que no. De ahí ese título. 

Para desarrollar tus historias/canciones has tomado el inglés como idioma vehicular, ¿encuentras en él una total naturalidad para expresarte? 

Red Beard: Sí, me encuentro muy cómodo con él, no podría escucharlas en otro idioma. Igual que no podría escuchar flamenco de raíz en Japones. Es posible que lo haya, pero a mí se me haría difícil. 

Tengo la sensación de que tanto desde el propio público y por supuesto desde los músicos hay una cada vez mayor asimilación y naturalidad a la hora de escuchar/interpretar géneros relacionados con los sonidos clásicos norteamericanos. ¿Es algo que notas en ambas partes? 

Red Beard: Puede ser, para mi la música en si, es un idioma, es algo natural, es mi día a día. La música es eso, música nada más. Tiene que transmitir o decir algo. Y sobre gustos no hay nada escrito, yo siempre digo que hay público para todo.