Por: Txema Mañeru
Siempre es buen momento para hablar de uno de los mejores grupos de rock'n'roll americano de la historia ¡Y la Creedence lo son, vaya si lo son! Tuvieron aproximadamente cuatro años mágicos y media docena de discos conteniendo single tras single. John Fogerty está considerado uno de los mejores compositores de la historia y también es uno de los mejores intérpretes como sigue demostrando a día de hoy sobre los escenarios. El caso es que acaba de salir el enésimo recopilatorio de la banda. Te hablamos de “Bad Moon Rising – The Collection" (Universal) y no trae nada nuevo, aunque no podía haber escogido mejor canción para titularlo. Al mismo tiempo, si no tienes nada de ellos y quieres conocerlos es un artefacto idóneo. Contiene canciones significativas de todos sus discos y hasta un par de gemas menos conocidas en directo.
Son una banda que marcó su época por calidad y, sobre todo, por repercusión popular. Repercusión que les colocó por encima de otras legendarias de esa época como The Band, The Doors, Grateful Dead, The Turtles, Jefferson Airplane, The Byrds o Love, por citar tan solo algunas de las más reconocidas por crítica y público al unísono.
Pero lo más asombroso es que su enorme vigencia no se perdió con su prematura desaparición. De ahí, quizás, su continua aparición en el mundo del cine y la edición regular de recopilatorios, directos y cajas retrospectivas. También tuvimos regularmente, ya hace unos años, las “40th Anniversary DeLuxe Edition” de discos históricos e inolvidables como “Bayou Country”, “Green River” y “Willy And The Poor Boys”, todos ellos del año 69 y el más especial para mí porque lo tengo en vinilo, del año siguiente, “Cosmo’s Factory”. Todos ellos, además, con apreciables y jugosos inéditos.
Sí, todas estas joyas y estos cuatro majestuosos LPs los crearon en poco más de 1 año y medio. Podemos conocer mejor su historia si leemos el libreto de 12 páginas con textos del crítico de Classic Rock, Dave Ling, además de gozar con todas las portadas de los discos correspondientes. Nos habla también Ling del abandono de Tom Fogerty y de cómo murió de SIDA en el 90. Luego, en 1993, ingresaron con merecimiento absoluto y bendición de hasta Bob Dylan, en el Rock And Roll Hall Of Fame. El maestro Dylan fue quien le dijo a John que tenía que volver a cantar ‘Proud Mary’ porque si no la gente creería que era un tema de Tina Turner. Y es que durante muchos años, su creador, John Fogerty, no pudo cantar sus propias y míticas canciones porque todo el dinero iba a parar a manos de los managers estafadores que tuvieron en vida. ¡Lamentable!
No obstante aquí tenemos otra vez esos clásicos imperecederos que firmaron en tan corto espacio de tiempo. Te hablamos de la citada "Proud Mary", de la pegadiza "Bad moon rising" que titula el disco, de la pantanosa "Born on the bayou" que lo abre o de la contagiosa "Fortunate son", que es de las que más veces hemos disfrutado en el mundo del cine. En representación de esos mágicos y magnéticos temas lentos que resuenan cada poco en cualquier rincón de tu cabeza está la preciosa "Someday never comes", lo mejor de su disco de despedida del año 72, “Mardi Gras”. También supieron llevar a su terreno grandes clásicos del soul y del blues y para demostrarlo tenemos aquí el "Ninety-nine and a half" de Wilson Pickett o el "Cotton fields" del patriarca del blues, Leadbelly. De su adaptación de temas tradicionales siempre destacó su festivo y para corear "The midnight special".
Ha sido buena idea meter algunas demostraciones de su poderío en directo. Así el citado clásico, "Fortunate son", aparece extraído de su “Live In Europe”. El tema final son los 9 espléndidos minutes de "Keep on chooglin’’ del disco “The Concert” que apareció publicado allá por el año 80.
Con todos estos temas y bastantes temas más contribuyeron enormemente en la mezcla natural entre la música country y el rock’n’roll y se convirtieron en un icono mundial. La pena es que se secará la fértil inspiración de John Fogerty. En solitario sólo rozó el sobresaliente como en estos años en contados y aislados temas. Eso sí, sigue siendo una gran fiesta verle hoy en directo representando como debió haber hecho siempre el espíritu de la Creedence.