Por: Txema Mañeru
¡Estamos ante un debut muy especial y hermoso de una gran banda que dará que hablar! En The Hanging Stars tenemos viejos conocidos de la escena londinense. De hecho están liderados por la voz, composiciones, guitarras, armónica y dulcimer del que fuera líder de los destacados The See See, Richard Olson. En torno a él un montón de destacados buenos músicos tocando infinidad de instrumentos. Los aires a los sonidos americanos de raíces y abundantes destellos psicodélicos se manifiestan en dos pedal steels, tres banjos, flautas, violín y hasta las desert guitars de Christof Certik.
Con todos estos ingredientes es normal que se hable de country-rock cósmico y psicodelia de los 60 y los 70, pero su latido es además muy actual. También es normal que se citen bandas como The Byrds, en primer lugar, Beachwood Sparks, The Coral, Stone Roses, Blitzen Trapper, Lambchop, The Jeevas, The Tyde o The Weather Prophets y su líder, Peter Astor.
Este increíble debut había venido precedido por varios singles, pero esas grandes canciones aparecen también en este completísimo debut. Así comienzan con el colorista y soleado "Floodbound" con claros aires californianos y guitarras muy The Byrds. El influjo del maestro Bob Dylan se deja notar en la campestre y lograda "I’m no good without you" y el folk desnudo suena estimulante en "For a while". Los sonidos más psicodélicos y las espirales de guitarras a lo Beachwood Sparks resuena en otro single como "Golden vanity", que fue lanzado a través de Great Pop Supplement y que toma la letra prestada de una balada folk de una vieja antología del gran archivista de estas músicas, Alan Lomax, a la que le añaden una novedosa melodía propia. Estas canciones las pudimos escuchar ya en su reciente gira de finales del pasado 2015 y ya hacían presagiar este estupendo trabajo y que estábamos ante una banda muy a tener en cuenta.
El rock desértico a lo Giant Sand o Naked Prey resuena en los tonos graves y excelentes guitarras de "The house on the hill", otro de los excelentes temas que salió previamente en single. El tema "The Hanging Stars" es un instrumental que seguro servirá para abrir sus conciertos que suena crepuscular con destacado violín y pedal steel y recuerda a la banda sonora de “Easy Rider”. "Hang me high" es celestial y hermosa’ y "Crippled shining blues" tiene otra vez guapos aromas entre Beachwood Sparks, The Tyde y The Byrds y la brillante pedal steel de Horse.
Para el final aún guardan una joya más. Se titula "Running waters wide" y vuelve a destacar la pedal steel, pero más aún la flauta de Luke Barlow y el magnífico piano del productor Rob Campanella que ha trabajado con The Brian Jonestown Massacre y The Quarter After, además de con Beachwood Sparks o The Tyde. Redondea así un magnífico debut de una banda que queremos regrese pronto a nuestros escenarios. No me extrañan afirmaciones como las de Time Out. “La mejor banda de country cósmico” o la de Clash. “Una fascinante pieza de psicodelia con la vieja esencia del soul”. ¡No olvides su nombre!