Entrevista: Delanada

"Delanada es un espacio de expresión personal que conecta con mi yo más profundo"

Por: Kepa Arbizu

Más de diez años, y tres discos contando el actual, lleva ya en pie el proyecto que puso en marcha desde la total independencia el catalán Javier Molina bajo el ajustado -por aquello de las características en las que se desenvuelve su música- nombre de Delanada.

"Pasado el diluvio" es el título de su nuevo trabajo, unas canciones que paradójicamente encontraron su empuje necesario en el episodio cardíaco que sufrió su autor. Siempre sujeto a su particular minimalismo tomado de la tradición folk-country, las palabras del músico son igual de profundas y precisas, como sucede en sus composiciones, para responder a nuestras preguntas

La gestación de tu nuevo disco surge tras el infarto que sufres hace dos años, ¿tenías antes de ese suceso la idea de sacar un disco? y ¿de qué manera marca ese hecho el resultado final? 

Javier Molina: Pese a que ya estaba trabajando en nuevas canciones, el infarto supuso un revulsivo en toda regla. Muchas cosas cambiaron desde ese día, me tuve que enfrentar a situaciones que había ido escondiendo debajo de la alfombra, era una cuestión de supervivencia. Todo esto se refleja en el disco a modo de fuerza y valentía a la hora de afrontar el trabajo, como por ejemplo atreverme a manejar diferentes géneros musicales, o incluir más gente en el proyecto pese al riesgo de pérdida de control del mismo. En todo caso han sido cambios que han facilitado la realización del disco.

Precisamente el sonido del disco, siempre bajo ese minimalismo folk que te caracteriza, me ha resultado que da un pasito más allá hacia el country, hacia un tono más americano, no sé si ha sido ese el camino emprendido... 

Javier Molina:  Yo creo que el tono americano ha estado desde el principio. Sí que es cierto que con el anterior trabajo “Duelo al alba”, hice un recorrido que me llevó a interesarme por las raíces europeas de la música norteamericana, incluso me acerqué al folklore andaluz. Pero de este nuevo disco se puede decir que trata un amplio abanico de géneros que van desde el blues hasta el bolero. He de decir que tengo una clara intención de huir de cualquier etiqueta que me encasille.

Tus canciones me trasladan a imágenes, musicalmente me resultan muy paisajísticas, por ejemplo “Quemar el mar” o “Antes del diluvio”, ¿en tu mente han surgido así? 

Javier Molina: Primero surge la música, para inmediatamente ponerle imagen y a partir de allí trabajar la letra en caso de que la necesite. Soy muy visual, pero eso no quita que disfrute tanto o más escribiendo un texto que ayude a dar contexto a la imagen. Todo esto también me lleva a utilizar las fotografías que están en mi cabeza para comunicarme con los músicos que me acompañan, continuamente utilizo referencias cinematográficas para hacerme entender.

Y respecto a esos instrumentales que siempre metes ¿qué tiene una composición para sugerirte que no necesita letra? 

Javier Molina: Como te comentaba antes, todas las canciones nacen sin letra, así que tomar esa decisión es relativamente fácil. Así que si una composición musical transmite lo que quiero comunicar, no tengo ninguna intención de desarrollar una letra, considero que hacerlo sería saturar la esencia de la misma. -

También hablaría de una forma de cantar por tu parte más en consonancia con ese tono sonoro, más rugoso, algo más arrastrado, desértico..

Javier Molina: Ese tono siempre había estado presente en la inmediatez del directo, pero en disco siempre lo había reprimido. Nunca he soportado a los cantantes que fuerzan la rugosidad en la voz, y pese a que la mía siempre lo ha sido, siempre me esforzaba por camuflarla por miedo a no ser completamente honesto. A día de hoy, con mi edad, mi recorrido y los momentos que me han tocado vivir ya no siento que se pueda sentir como una impostación de la voz, considero que me la he ganado.

Cuando piensas en Delanada lo ves como un grupo o simplemente el nombre de tu proyecto personal.

Javier Molina: Delanada es un espacio de expresión personal que conecta con mi yo más profundo, y eso solo lo puedo conseguir sintiendo total libertad a la hora de enfrentarme a las canciones. Dicho esto he de decir que ha día de hoy me rodeo de unos músicos que me han demostrado auténtica fidelidad hacía al proyecto. Jordi Funes me acompaña desde hace unos años y su personalidad indudablemente ha mutado el ADN de Delanada. Gerard Pàmies y Xavi Martínez han entrado con este nuevo disco y ha sido todo un lujo contar con músicos que tienen cosas que decir. El proyecto se llama Delanada, como se podría llamar Javier Molina, pero si este disco suena como suena, es también gracias a la aportación de todos los músicos que han participado en él.

Creo haberte leído decir que tus inicios con la guitarra fueron escuchando e intentando reproducir canciones punk, ahora tu estilo está emparentado más con el folk, ¿cómo se produce ese recorrido? 

Javier Molina:  Nacer en Cornellà de Llobregat te marca para lo bueno y para lo malo. La Banda Trapera era todo un referente musical que te hacía sentir orgulloso de tu origen. Sí que en un principio conecté con el punk, pero se trataba más de una conexión social, que de hecho sigue haciéndome emocionar. Hago música desde que era muy joven y considero que como bien dices, se trata de un recorrido que realiza todo músico y no de un salto, igual que he transitado por diferentes estilos que han dejado su poso en mi manera de componer.

Tan sobria como tu música también es tu manera de escribir las letras, mucho más basadas en ideas que en historias, ¿nacen así o vas haciendo una cierta “limpieza” desprendiendo lo que te sobra?

Javier Molina: Nacen así, de ideas, a partir de escenas de una historia, o de pequeños momentos y sensaciones.Tengo una profunda tendencia al minimalismo, pero no deja de ser acorde a la manera de expresarme en el día a día.


En tus canciones siempre ha estado presente el binomio amor-muerte, ¿tienes la sensación que ha habido algún cambio en la manera de tratarlo en este disco a raíz de tus circunstancias médicas sufridas? 

Javier Molina: En mi música siempre ha existido un sentimiento trágico, y es que desde hace mucho sentía que tenía que estar preparado para la muerte. El infarto no ha hecho más que validar esa sensación que me llevaba a reflejarla en algunas canciones.También me había interesado por el dolor sentido por amigos y familiares en circunstancias trágicas , por ejemplo, en la canción “Otro final más” de “El enemigo silencioso” me pongo en la piel del padre fallecido de una persona cercana. En el nuevo disco encuentro que trato la muerte con más naturalidad y conocimiento. El amor sigue su propios ciclos.

Si tomamos la lista de agradecimientos del final del disco y alguna canción como “Tierra en la pared” o “Barro” nos encontramos un claro mensaje de seguir adelante, de no desfallecer, ¿es un disco que tiene mucho, o algo, de ese espíritu?

Javier Molina: Tiene mucho de ese espíritu, también incluiría “Infinita paz” que directamente habla de tirar la toalla, pese que finalmente no la tira. Cuando escribí las canciones me encontraba en un momento de esplendor en el que sentía que había vencido y descubierto muchas cosas. Ahora vuelvo a tener los pies en la tierra y veo que las luchas siempre nos acompañan, después de una victoria siempre viene una derrota y vuelta a empezar.

Toda la carrera de este proyecto se ha desarrollado bajo el cobijo de tu propio sello Ovejasydiscos, ¿fue, y es, la única solución posible hoy en día para poder sacar adelante una idea como la tuya o fue una decisión, digamos, militante? 

Javier Molina: La verdad es que nunca busqué sello, supongo que tampoco lo habría encontrado. En un primer momento me atraía la idea de tener un control absoluto sobre mi obra, aunque supongo que en realidad se escondía cierto miedo al rechazo. A día de hoy tengo más claro que nunca que quiero el control artístico total, pero también que necesito ayuda para hacerme oír. Igual debería buscar sello, pero creo que ahora son los sellos los que buscan artistas que estén funcionando, parece ser que no acierto.

Y de qué manera afronta un proyecto como éste el hecho de girar para presentar el disco, supongo que es complicado hoy en día... 

Javier Molina: Cierto, lo afronto sin presupuesto para poder arriesgar en salidas promocionales. Se trata de un proyecto muy underground, y es que en realidad el subsuelo siempre ha sido mi principal escenario. Ahora estamos preparando un directo eléctrico con banda, y creo que eso nos puede abrir las puertas de escenarios a los que antes no podíamos acceder en formato acústico Además confío plenamente en estas canciones y en el directo que estamos trabajando, hay mucha energía y ganas de mostrarla al público.