Entrevista: Antílopez

"Somos dos personas completamente distintas con un actitud musical y creativa perfectamente compatible" 

Por: David Marsé 

Miguel Ángel Márquez y José Félix López. Ellos son Antílopez. Y pocas palabras más van a ser útiles para definir lo que hay detrás de un proyecto que mezcla el aspecto teatral, el humorístico y por encima de todo una radical variedad en el aspecto musical. Fruto de esos ingredientes surge su nuevo álbum, "Dibujo libre", título que reitera esa condición anárquica a la hora de crear unas composiciones que alcanzan formas tan dispares que incluyen el flamenco, las raíces americanas, el pop o la electrónica, todo regado con un sentido de la ironía sugerente. Inmersos en una amplia gira que expone su brillante condición en las tablas, nos colamos un momento para hablar con ellos.. 

Vuestro nuevo disco lleva por título “Dibujo libre”, toda una declaración de intenciones de expresaros naturalmente y sin cortapisas, pero, asumiendo esa forma radicalmente ecléctica que toma vuestra música, ¿existen aun así pautas estables, normas o ciertas lineas rojas a la hora de componer? 

Antílopez: No debería, pero hay límites, claro. Guardas las formas. Toses en un pañuelo Yo no creo que se pueda cantar cualquier cosa, o a mi no me agrada, ni por arriba cerca del límite gore ni por abajo cerca de los límites dummies. A no ser que el contexto fuera reunión de gente para cantar cosas gores o reunión de gente para cantar cosas dummies. Supongo que lo bonito de las creaciones es encontrar esa forma de decir cosas entre lo que entendemos por “límites” o franjas inquebrantables por posibles heridas en sensibilidades y lo que entendemos por “tío, me da vergüenza ajena cantar eso de malo y de bobo que es”. A nosotros nos gusta cantarle a zonas comunes, transgrediendo las formas hasta hacer clic de algún modo, generando un pellizco o un olé, caputazo, canasta de tres, remate de tacón, rabona emocional... Al final es la lucha del propio artista, su creación es el resultado de blandir sus virtudes ante sus limitaciones y ya después que la obra sea descubierta por público al que le agrade por lo que sea. Y a partir de ahí difundirse y encontrar públicos de otros reconvertibles a su rollo. 

Aceptando la heterodoxia musical de un disco que va desde el funky al tango, al rock, pop, hip hop, en él parece sobresalir como un elemento más común un tipo de canción basada en ritmos flamencos y/o rumberos, ¿diríais que son esos los ritmos que de manera natural más os fluyen?

Antílopez:  Nos fluye mucho la leche de donde nos hemos criado, el sur oeste, y aquí incluimos Huelva, Sevilla, Cádiz y sur de Badajoz. Es cierto que desprendemos un folklore típio de la zona. El resto es búsqueda e influencias que nos gustaron desde siempre o nos hace catacrack en el cerebro.

En esa relación de pareja artística que forma Antílopez, ¿estamos ante dos personalidades complementarias, en la que por ejemplo una es más intuitiva y tendente a la improvisación que otra, o por el contrario sois de perfiles similares? 

Antílopez:  Somos dos personas completamente distintas con un actitud musical y creativa perfectamente compatible. Y en lo técnico, desde pequeños, perfectamente complementarias. Voces y tal… Ya en toques cada uno maneja unas especialidades y unas carencias. Nunca está uno tan boyante como para no estudiar un poquito más de instrumento, te das cuenta cuando te rodeas de buenos músicos. 

Vuestra manera de escribir, y ya queda claro desde el nombre artístico utilizado, está plagado de dobles sentidos, juegos de palabras... ¿hay mucho trabajo en repensar las cosas hasta llegar a ese resultado definitivo o es algo que os sale de manera más intuitiva? 

Antílopez:  Según, hay cosas producto de un fogonazo, clarividencia repentina y que se anota y se le ve la forma enseguida, y otras son más producto del trabajo y la búsqueda, repensar formas, estilo y contenido. Lo que sí nos gusta, porque es más fácil para conseguir los resultados que nos atraen, es tener el hábito, insinuarnos a la posible creación, coger el instrumento, abrir la hoja y anotar, grabar ideas audios, etc. 

Y cuando uno juega y retuerce el lenguaje bajo una intención irónica, ¿a veces surge la autocensura para no decir ciertas cosas? Y de hacerlo, ¿es por una decisión personal de no querer ofender en ciertos temas o responde a una presión externa, incluso legal? 

Antílopez:  (Risas) Estás tú muy preocupado por estos temas de censuras y formas de librarla, eh.. A ver, las canciones son un gran vehículo para decir cosas y constituir un espectáculo con la línea editorial que te agrada, y siendo libres como somos de emplear el tono que te dé la real gana. Es una suerte que tenemos, porque hay cosas que no dirías en lo personal, no por nada, sino porque es lo más lógico y formal de una convivencia, cada persona es de su padre y de su madre. Pero…¿en nuestras galas? ¿En nuestras misas? ¿Donde la gente ha pagado para venir a ver y oír lo que tenemos que contarles…? Ahí nos sacamos la chorra a nuestra manera, vulgarmente hablando. ¿Qué quieres que te diga? ¡Nosotros hablamos en el campo! Como dicen los futbolistas (risas) 

¿Entendéis el humor como un valor en sí mismo o más como un mecanismo para contar otras cosas... ? 

Antílopez:  Entendemos la comedia como una forma de descompresión. Y más que reivindicar el derecho a la libertad de expresión reivindicamos la libertad de descompresión. Como decía, en su contexto cada cosa, siempre. Creo que en nuestros conciertos podemos expresar lo que queramos con la contundencia que queramos y ya cada cual que licue y gestione lo que le provoquemos. Muchas de nuestras canciones son un pitorrito de olla exprés, u olla estrés, imagino que para nosotros y para otras personas que comulguen con la idea, emoción y paisaje auditivo. 

Hay varios temas en el disco, como “Vuélcalo to ya”, “Mi canción” o “Ser músico”, que parecen referirse a la propia tarea de hacer canciones, del sentido de la música, el papel de ser músico.. ¿Había una intención dirigida a reflexionar acerca de esos temas? 

Antílopez:  En “Vuelcalo to ya” a lo mejor. Las otras son canciones más íntimas, más románticas. Una con la idea de darle vida a una canción: “Mi canción”, y cómo creemos que se gesta y los valores que debe defender por venir de donde viene, nuestra línea editorial. Y “Ser Músico” es directamente una confesión íntima, una despedida de un amor, con cariño hacia las familias. Como en tantos casos, en pos de un objetivo vocacional/profesional o unas miras, a veces hay que separarse para no frenar al otro o no suponer una carga o algo así. Lo difícil en las relaciones suele estar en la incompatibilidad de los momentos vitales de cada cual. Si te fijas es fácil querer a alguien tal y como es pero no tan fácil quererlo tal y cuando es. (Risas) 

Siguiendo con las referencias al mundo de la música, en “La cobradora del track” os mostráis críticos con los afanes recaudatorios y las sociedades que los rigen.. 

Antílopez:  Naaah, es una chorrada en realidad. Nos pusimos más bien en el pellejo del que tiene un local y tiene siempre allí al recaudador. Y nos imaginamos al cobrador del Frac pero de la SGAE. Nos hacía gracia. 

Vuestra presentación musical en directo tiene mucho de espectáculo, de show humorístico ¿hay una paridad en cuanto a la importancia que le otorgáis a ambos aspectos o lo primero es siempre lo musical? 

Antílopez:  Lo primero es lo musical. Lo otro es nuestra impronta. La proyección de lo que somos abajo pero en el escenario, cuidado y trabajado, un show meticulosamente improvisado. 

¿En alguna ocasión tenéis la sensación de que por trabajar ese tipo de shows os toman en ciertos ambientes poco en serio musicalmente? 

Antílopez:  Siempre. Es algo que ha pasado a más artistas que tenían un humor y una forma de ser cercana y desenfadada en su día a día: Martirio, Chano Lobato, Lina Morgan… Como si no fueran genios en lo suyo, vaya. Artistas que se dan menos importancia y no se las dan tanto de místicos ni de posturitas y que bromean y relativizan el éxito o se ríen de todo por no llorar. Lo mismo en la radio, trabajando cara a cara con otros grupos y artistas hemos notado a veces que se nos veía como "los comiquitos del programa". Como si te encontraras con otros pavos reales y tu no fueras real, solo pavo. Como si tener sentido del humor no fuera sinónimo de sensibilidad y profundidad. 

Alternáis actuaciones en formato dúo con otras con banda, ¿son dos caras de la misma moneda o dos expresiones diferenciadas? 

Antílopez:  Las dos caras de la moneda unidas por el mismo canto. ¡Toma, píllate esa! (Risas) To' pedantes... Son diferentes experiencias y así nos gusta ofertarlas. Está el disco, están los vídeos, está el directo a dúo y está el directo con banda. Cada una se consume de distinta forma. Todos nuestros pasos y formatos pueden seguirse en nuestro canal de televisión y centro de logística Antílopez.tv