Rod Stewart and Jools Holland: "Swing Fever"


Por: Txema Mañeru. 

Lo dice todo el título del disco. También lo atestigua la presencia del nombre del acompañante del eterno Rod, ni más ni menos que Jools Holland, uno de los músicos más prestigiosos y heterogéneos del Reino Unido. Su listado de colaboraciones y de recuperaciones a grandes veteranos es muy amplio y significativo ayudado por su legendario programa de televisión, muy posterior a su buen legado con los Squeeze. De igual forma los últimos años de un "relajado" Rod Stewart podían apuntar a un disco totalmente enfocado al swing, uno de sus estilos musicales favoritos y más ahora que lleva ya unos cuantos años dentro de la tercera edad. Más aún, tras los varios irregulares volúmenes de “The Great American Songbook”. En esos trabajos dominaban los temas baladísticos. Aquí prima el baile y la diversión. Casualmente, o no, ambos son grandes fans del género y coincidieron en todas las propuestas y no les fue nada difícil regresar a la música más bailable de mediados del siglo pasado. Han quedado tan contentos que hasta se plantean en girar conjuntamente para defender este buen y divertido disco como se merece. 

Es prodigiosa la selección de temas clásicos de compositores como Louis Prima, Johnny Burke, Oscar Washington, Ray Noble, Roy Brown o el "Tennessee Waltz" final de Pee Wee King. Especial mención también para la The Rhythm And Blues Orchestra de Jools. El equipo de grandes músicos es colosal, como lo es el trabajo de producción con dos gigantes como Nitin Sawhney y el legendario guitarrista de Roxy Music, Phil Manzanera. El trabajo en los coros es prodigioso, comenzando por los del propio Rod y los arreglos, en general, están definitivamente a la altura. Ambos querían que el disco fuera un homenaje a las orquestas de jazz, swing y rhythm and blues y lo han conseguido. También se han permitido jugar con el siempre divertido jump blues. 

Todo arranca ya con el fiestón del clásico "Lullaby Of Broadway" para seguir el jolgorio con los vientos y el genial piano de Jools en el "Oh Marie" de Prima. Se repite la historia en un "Sentimental Journey" en el que los excelsos coros toman un gran protagonismo. Los vientos vuelven a tomar la voz cantante en un explosivo "Pennies From Heaven" e incluso se toman sus licencias para dar juego a bandas más reducidas en temas como el "Night Train", en el que destacan los punteos de Mark Flanagan. Entre tanta música yanqui y mayoritariamente de la década de los 30 y los 40 no podía faltar la representación británica del "Love Is The Sweetest Thing", de Ray Noble

Más baile y sensacional piano de Jools al frente en una "Them There Eyes" en la que se suceden espectaculares solos de saxo y trompeta. Ambos provienen del rock’n’roll y por eso también bordan el "Good Rockin’ Tonight" que popularizó Elvis Presley, con aires incluso doo wop y destacado órgano, así como también más buenos punteos. Más swing con mucha clase y buenos coros hay en "Ain’t Misbehavin’". Con el entusiasmo, el bueno de Rod se atrevió hasta adaptar (bien) el tradicional "Frankie And Johnny" para continuar con más swing contagioso ideal para bailar en un ritmo que casi se acerca al ska en una trepidante "Walkin’ My Baby Back Home". No podía faltar una joya como el "Almost Like Being In Love" que popularizaron Frank Sinatra y Nat King Cole y que les queda niquelado. Por eso fue, quizás, el primer tema que lanzaron para presentar el divertido proyecto. Eso es justo antes de acabar con el citado clásico "Tennessee Waltz", con más fiesta en piano y vientos y al que sólo le faltan unos coros góspel que le podrían haber ido de miedo. La verdad es que es un placer y pura diversión el enfrentarse a esta fiebre del swing que también se observa en forma de baile en muchas fiestas populares. Este disco lo podrán bailar prácticamente de seguido y al completo.