Vargas Blues Band: Blues luminoso para enjuagar la oscuridad de estos tiempos difíciles


Sala Villanos, Madrid. Miércoles, 28 de Mayo del 2025. 

Texto y fotografías: Fran LLorente. 

Tras su gira Australiana de esta primavera, Javier Vargas y compañía vuelven por sus fueros, cuajando una gran descarga en la Sala Villanos como anticipo a lo que será su nuevo álbum, “Down Under Blues”, del que despacharon unas cuantas rolas el día de autos…

Vargas Blues Band hace mucho que son una banda internacional que se mueve como pez en el agua allende nuestras fronteras y que se gana la vida gracias a una escena foránea muy agradecida para el Blues, porque según parece nadie es profeta en su tierra y en nuestro propio país no está en horno para bollos, y se hace muy difícil rubricar una gira por grandes espacios haciendo este género de canciones. A sus hazañas musicales por Centro Europa, Canadá, EE.UU y otros muchos países, viene a sumarse un tour por las antípodas en loor de multitudes, como estrellas internacionales de una esfera, la del Blues-rock que siempre cotiza al alta para los aficionados rocanroleros más versados en la materia. 

Javier Vargas como ‘guitar-heroe’, acompañado por Luis Mayo al bajo y Peter Kunsk a la batería constituyen un power-trío de muchos kilates, que en esta ocasión se coinvirtió en cuarteto estelar gracias a la participación del gran cantante afroamericano Bobby Alexander. Al son de “Long way from home” y “Magic Train” arrancó una velada que tenía preparada grandes satisfacciones para el espectador. El arañazo felino de “Black Cat Boogie” presagiaba una prolija sesión de Rhythm&Blues que tuvo guitarreos por doquier envueltos en la sedosa voz de Booby Alexander. Pura lija y terciopelo en temas menos conocidos como “Down under blues”, “Whiskey woman”, “Mojo hand” o “Moon light blues”.

Un cuarteto estelar que no pierde el ritmo ni aunque caiga un rayo y que sostiene el tempo de una forma verdaderamente alucinante. En ese sentido, mención especial para Peter Kunsk en los tambores y para Luis Mayo al bajo, una base rítmica que hace mover el esqueleto al más pintado, mientras Javier perfila de acerados punteos la noche madrileña. Enarbolando clásicos de la talla de “Man on the run” o “Sin city” y otras piezas más novedosas como “Sidney Street” fueron abordando el tramo final donde invitaron a la acordeonista Karen Ortiz de Guinea a compartir “King of Latin” y “Mexico City Blues” donde Javier Vargas menciona a Flaco Jiménez, el legendario acordeonista tejano con el que tantos buenos ratos compartió en México capital, de ahí el título de la canción. 

Finalizaron un sólido pero medido show (apenas hora y media de recorrido) con unas rutilantes “Blues Local”, cantada por Luis Mayo, más “Blues Pilgrimage” y “Texas Tango”, con las que echaron el cierre definitivo. Ardiente epílogo de un trasiego luminoso donde dieron lo mejor de si mismos, en un nuevo aquelarre, esta vez algo más comedido, mostrando todo el talento que atesoran y subrayando una vez más el viejo aforismo de quien tuvo, retuvo.