Joaquín Talismán: "No hay que tener miedo a donde te pueda llevar lo que tú eres"


Por: Kepa Arbizu.

Buscador impenitente de ese paraíso en forma de melodía, un anhelo perseguido a través de múltiples proyectos y firmas diversas, Joaquín Talismán persigue su rastro en esta ocasión, escoltado de su banda Los Chamanes, por medio de un trabajo donde afila su sonido eléctrico. Porque "Límites" es un álbum lleno de vigor y energía que, más allá de ser el resultado de reunir sobresalientes composiciones, bebe de la tradición del power pop enraizado a las guitarras para poner rumbo, con escalas en Bo Diddley, los Kinks, The Who o Nacha Pop, hacia ese paisaje que nace más allá de las lindes de nuestro espacio habitual. 

Y ya no estamos hablando en exclusividad de música y sus manifestaciones, sino también de un mensaje vital que llama por igual a desobedecer mandatos que no procedan exclusivamente de nuestra propia voz como a desoír el relato que de uno mismo intentar trazas desde fuera. Todo un ejercicio de liberación enunciado a través de un excelente trabajo del que hablamos con su autor. 

“Límites” es un disco que, sin descuidar en absoluto su carácter melódico, es especialmente eléctrico y roquero, ¿hay una relación entre el tipo de sonoridades escogidas para un disco y tu propio estado de ánimo o de qué depende esa elección?

Joaquín Talismán: Pues creo que, digamos, respecto a lo que es cada canción concreta sí que depende un poco del estado de ánimo, o más bien de qué es lo que la canción, y eso incluye también la letra, está pidiendo. Pero desde el punto de vista del álbum completo no me suele apetecer repetir el sonido del álbum anterior en el nuevo trabajo que tengo entre manos. Correría el riesgo de aburrirme y, con ello, aburrir a los demás. Pienso que uno de los objetivos deseables en un artista a nivel creativo es intentar ser identificable sin repetirse. A veces aciertas el tiro y otras no tanto, pero forma parte del proceso y es motivador. 

Igualmente es un trabajo muy dinámico, que esparce los “límites” de tu estilo, ¿ese eclecticismo se busca conscientemente o se encuentra de forma inesperada? 

Joaquín Talismán:  Lo que hago es sencillamente no autorestringirme, seguir una corazonada movido por la curiosidad de hacia dónde me puede llevar. La canción, y seguramente tu propia apetencia, a la larga te van guiando. Y es después, cuando ya tienes ese objetivo, cuando eliges si ese sonido te gusta, si te sientes “tú” en él o no. Eso también es necesario para no caer en la ausencia de criterio, pero antes debes haber logrado alcanzado esa meta.

Por otra parte, además de mi propio proyecto, he colaborado como guitarrista en otros muchos muy dispares, y creo que eso ha hecho encajar en mi cabeza estilos y sonidos, a priori algo distantes, de una forma natural. 

Toda esa participación en diversos proyectos, ¿es una consecuencia de una hiperactividad musical o una forma de dar salida a otras facetas que no encajarían bajo tu nombre? 

Joaquín Talismán:  Pues seguramente sea un poco de todo eso, sumado a que tengo amigos que necesitan un guitarrista y a mí me encanta desempeñar ese papel en sus proyectos. Aunque en mis discos grabo la mayoría de las guitarras, luego con el grupo, en directo, me centro en cantar y dejo a Pedro el peso de los arreglos, es un gran músico y me siento muy a gusto tocando con él. Ocurre que yo también soy guitarrista, y cuando toco en otros proyectos, tener la oportunidad de centrarme en ese papel mientras es otro quien canta es algo con lo que disfruto mucho. 

En varios temas compartes o cedes la autoría a otros miembros de la banda, ¿esa faceta más colaborativa ha ayudado también a ese aspecto variado del disco?

Joaquín Talismán: Totalmente. Las letras de Román llevan esas canciones a lugares a los que yo no las habría dirigido, y eso enriquece el álbum en su conjunto. Luego está “En un segundo”, que es una canción con música de Pedro Casanova y letra mía. La tocó en una cena con amigos, aún sin letra, y pensé inmediatamente que ese tema tenía que entrar en el nuevo disco. 

“En un segundo” me parece una maravilla, es mi preferida...

Joaquín Talismán: Tiene ese tono melancólico que fue lo que me enganchó desde el primer momento en que la escuché. Creo que es una de las que más redondas han quedado de todo el disco. A Carlos Campoy se le ocurrió ese arreglo de clavicordio con el que comienza y termina la canción y que le da todavía un rollo aún más sesentero. 

Intercalas discos firmados en solitario con otros en compañía de la banda, ¿a la hora de componer sabes de antemano para qué tipo de formato está encaminado o es una decisión que se toma después? 

Joaquín Talismán: A la hora de componer no, pero en el momento de elegir qué canciones de las que tengo preparadas van a entrar a formar parte de un disco, sí. Los Chamanes es un grupo de rock y tiene un sonido propio, por eso si las nuevas canciones que tengo tienen ese corte, o si simplemente me apetece hacer un disco que estilísticamente va en la dirección del grupo, lo hago con ellos. Mis discos en solitario habitualmente tal vez se dejan llevan por vientos más dispares. 

Un elemento común y protagonista del disco es el peso de los riffs, ¿lo sentiste así en el proceso de composición? 

Joaquín Talismán:  Seguramente sí... Después de un disco más liviano como fue “Brújula y sextante” cogí con ganas la eléctrica. 

Más allá de esa ausencia de límites musicales en el disco, su título alude también a los personales, ¿enfrentarse y superar las barreras conlleva una amplitud de miras también en lo creativo? 

Joaquín Talismán: Creo que no hay que tener miedo a donde te pueda llevar lo que tú eres, y lo que como artista puedas ofrecer como consecuencia de tu evolución personal. Seguramente será algo más tuyo, y más interesante para los demás. El error, en mi opinión, es encorsetarse

Los textos del disco parecen navegar en esa incertidumbre entre lo que se es, lo que se quiere ser y lo que se debería ser, ¿a la hora de escribir sentías que estabas trabajando sobre un contexto global común? 

Joaquín Talismán:  Al escribir la letra de “Límites” vi por dónde podía ir el tema central del disco y, aunque no estaba en mi cabeza constantemente, seguramente haya calado a la hora de realizar todas las canciones. A fin de cuentas, esas tres cuestiones que mencionas acompañan la existencia de todos a lo largo de nuestra vida, ¿no? Por otro lado, el empeño por no dejarte atrapar por la idea que otros se hayan hecho de ti, escapar de esa sensación, es algo que aparece también de una forma u otra a lo largo del álbum. 

Cada una a su manera, “Alguien como tú” y “Plan B” observan con recelo todo ese relato que induce a ser más que nadie, a la búsqueda de lo material por encima de todo, ¿este tipo de pensamientos produce monstruos? 

Joaquín Talismán: No sé si produce monstruos, pero intuyo que no conduce ni a tu felicidad ni a la de los que te rodean. Creo que una dosis de ambición es buena para tener el impulso que se necesita a la hora de abordar proyectos, o simplemente de afrontar la vida, pero si te pasas, seguramente te va a traer más disgustos que alegrías. 

En uno de los versos de “Caos particular” dices que “Hay que sortear tantos intereses, para no acabar entre zorros y serpientes”, ¿a lo largo de tu carrera has tenido que alejarte de ciertas aspiraciones para no acabar fagocitado por algo que no querías ser? 

Joaquín Talismán: Pues sí, pero seguro que es algo bastante común y le ha pasado a casi todos. Más de una y de dos personas se habrán sentido alguna vez empujadas en una dirección que en el fondo no desean, o simplemente invitadas a limitarse a un papel que a alguien le conviene o simplemente le resulta cómodo. Siempre puedes decir “Mira, no he venido a este mundo a hacer lo que esperas de mi”. Probablemente tendrá un precio, pero seguir tu propio camino vale más, al menos para mí. 

A lo largo del disco hay una capa de fina ironía, ¿a veces es el mejor recurso para enfrentarse a la vida? 

Joaquín Talismán: Si no se convierte en cinismo ni insensibilidad, creo un poco sí que puede ayudar. No se trata de tomarlo todo a broma, pero estar un poquito alerta, no dramatizar cualquier revés, y tomarte algunas cosas con cierto humor, allana el camino. 

Y el hecho de contar con tu propio sello, Perdición Records, ¿repercute positivamente a la hora de ponerse a trabajar en un disco sabiendo que no vas a tener que luchar para encontrar quién lo publique? 

Joaquín Talismán: Te da tranquilidad en ese sentido, pero también trae como acompañamiento algunos quebraderos de cabeza en otros aspectos. Tienes que pensar en financiarlo, en cómo lo vas a promocionar una vez hecho, etc… Lo cierto es que a mí, a estas alturas, me resultaría muy difícil ponerme a discutir con otros sobre qué tipo de disco hacer o no hacer, me he acostumbrado a hacer lo que me da la gana en cada momento, y es algo que valoro enormemente.