Kingfishr, llamando al futuro


Sala Wolf, Barcelona. Viernes, 7 de noviembre del 2025. 

Texto: Àlex Guimerà. 
Fotografías: Mark Basterfield.

En julio ya los habíamos tenido por aquí, en un paso por el Mad Cool en el que dejaron grandes sensaciones entre los presentes. Aunque su debut en nuestras salas y como único nombre en el cartel quedó reservado para este noviembre con sus paradas en Madrid (Sala Villanos) el día 8 de noviembre, y un día antes en Barcelona, en la Sala Wolf. Un debut con el que queríamos confirmar las buenas sensaciones que desprenden con su música y poder ser testigos, quizás, del nacimiento de una banda importante para el futuro. 

Kingfishr son Eddie Keogh (voz principal), Eoghan “McGoo” McGrath (banjo) y Eoin “Fitz” Fitzgibbon (guitarra). Keogh es el frontman de la banda: carismático y enérgico, cercano en sus intervenciones, humilde y poseedor de una voz grave de barítono que lo convierte en el líder ideal para poder afrontar escenarios mayores (ya lo han hecho en muchas ocasiones) y encarar el éxito con naturalidad. Más discretos sobre las tablas vimos a McGrath y Fitzgibbon, quienes aportan solidez musical y complicidad, intercambiándose el banjo en algunos temas. Es precisamente dicho instrumento el elemento distintivo del sonido de Kingfishr, actuando como seña de identidad de la formación y erigiéndose como puente entre las raíces folk y la modernidad de su sonido.

Para sus directos el trío viene arropado por tres músicos adicionales —bajo, batería y teclados (que en ocasiones también empuñó la guitarra)—, ayudando a sonar muy compactos y equilibrados, a la vez que logran que los tres protagonistas brillen en primera línea. Todo esto lo pudimos ver desde la potente apertura con “I Cried I Wept”, con la que la banda desplegó toda su energía, con Eddie cantando sin guitarra, saltando, gesticulando y contagiando su entusiasmo a un público que a pesar del limitado aforo de la sala estuvo siempre entregado a la causa. Entre la audiencia destacó una notable presencia de irlandeses e ingleses, pero también abundaban los seguidores locales, en un ambiente tan diverso como cálido: jóvenes, familias y veteranos del rock compartiendo espacio y emoción. Y es que esta banda es capaz de conectar con distintas sensibilidades, pues su propuesta se mueve entre el folk-rock irlandés, el indie pop y, por momentos, por un pop más accesible y comercial.

Fue en ese ambiente en el que presentaron las canciones de su fantástico álbum de debut “Halcyon”, junto con otras que han ido grabando desde que comenzaron a sacar canciones hace tres años, hasta que editaron su EP “Shadows” el año pasado, preámbulo del larga duración. Precisamente “Shadows” sonó en los primeros compases, dejando esa sensación de pop británico comercial tan a la onda de Snow Patrol o Doves. De aquel EP también sonaría la sentida “Leave” en la recta final. Mucho mas tempranas fueron “Heart In The Water” o la íntima “My Friend Mac”, singles no incluidos en el álbum que presentaban y por eso bastante desconocidos por los asistentes. No fue el caso de “Gloria” y “21” con las que llegó el fervor en la sala, rubricada esta última con un juego de voces fabuloso. Acto seguido, el trío bajó en medio del público para interpretar a modo acústico y con la armónica “Shot In The Dark”, una canción con la que quieren devolver el cariño de su público a la vez que recuerdan sus comienzos. Fue un momento simplemente sensacional. 

Eddie nos contó que eran tres estudiantes de ingeniería, que acabaron sus estudios para poder trabajar, aunque el trabajo acabó siendo distinto al esperado. Se nota que disfrutan con lo que están haciendo, por eso no paran de agradecer el poder vivir de la música, girar y disfrutar del contacto con el público, en esa comunión entre las personas compartiendo la música tan irlandesa. El pelotazo llegó con la genial “Man On The Moon”, con todos saltando y coreando el pegadizo estribillo, pero también con sus otras joyas “Next To Me” o “Diamons & Roses”, y con la canción con la que alcanzaron el número uno en su país aún siendo una cara B: “Killeagh”. Una canción con aromas tradicionales folk contagiosa como pocas con sus “lalalás”. Para la recta final nos dejaron los cañones de “Eyes Don’ t Lie” y la formidable “Caroline” con sus mágicos “uuuh- aaaahs” finales, quizás su mejor canción hasta la fecha. Estaremos aguardando a cuando vengan muchas más y esperando ser testigos de que alcancen las mas altas cotas posibles.