Nani Castañeda: “Este libro es un homenaje a una generación de músicos de alto nivel muy poco reconocidos en su mayoría”


Por: Javier González. 

No vamos a engañar a nadie al afirmar que el adiós de Niños Mutantes nos dejó un hueco profundo en el corazón. Por supuesto que entendíamos las razones de la banda para colgar los instrumentos, abandonar las grabaciones y parar la furgoneta definitivamente. Pero con su despedida también afloraron los recuerdos de buenos ratos compartidos en noches de conciertos y entrevistas promocionales, donde su cercanía y simpatía natural hacían de cada charla un momento especial. 

Por suerte los caprichos de la vida han vuelto a brindarnos la oportunidad de charlar con Nani Castañeda, batería Mutante, con la fenomenal excusa de preparar un cuestionario centrado en “Indilogía”, su segunda referencia como escritor donde hace un repaso personal, sesudo y apasionado desde la prehistoria hasta nuestros días de lo que a su juicio son algunos de los mejores álbumes de aquello que dio en llamarse música independiente. 

El libro es una pasada, no solo por la información que contiene, capaz de transitar en el delicado filo entre la erudición y lo didáctico, sino también por su enfoque ameno y divertido, buscando generar reflexión e invitando al debate constructivo, algo que no sorprende lo más mínimo a los que conocemos a su autor. Un tipo cercano y cariñoso, entre otras muchas virtudes más, con el que despachar un ratito de amena conversación siempre es un auténtico placer. Os dejamos con Nani Castañeda, un granadino sin par que forma parte de la nobleza de nuestra música alternativa y que es “Mutante por la gracia de Dios”. Ahí es nada. 

Permíteme arrancar casi con una pregunta un poco maliciosa. ¿Se echa de menos seguir siendo un mutante, girar como un nómada por las carreteras del país y la adrenalina de tocar en directo? ¿O por el contrario sientes que la decisión fue más que correcta? 

Nani: No te voy a engañar, hay ratos muy chungos y un agujero difícil de llenar, que me temo estará ahí siempre. Tener una banda y llegar a donde nosotros llegamos (que tampoco fue a la cúspide, pero casi la tocamos) es algo maravilloso y tan adrenalínico que es muy difícil quitarse y desengancharse. Para mí lo más doloroso es no componer. Me encantaban esos procesos y momentos en los que estás montando un nuevo tema y te parece maravilloso, llegar a casa y escuchar una grabación chunga en la que ya se adivina lo que puede llegar a ser. Es un momento indescriptible, al menos para mí. Desaparece el universo y solo estás tú flipando con la escucha y lo que te provoca. Cuando la oyes meses después en el estudio por primera vez, desaparece el universo de nuevo. Renunciar a todo eso es como dejar de tomar una droga dura. Muy difícil y a veces triste. Pero sigo pensando que el momento era el idóneo, que nos merecíamos ese reconocimiento de la gira final y que lo importante era el legado que hemos dejamos. 

Recientemente ha llegado hasta nuestras manos “Indilogía”, tu segunda referencia como escritor, toda vez que hace ya unos cuantos años vio la luz “Mutante por la gracia de Dios”. ¿Qué te ha impulsado a escribir este tratado sobre el indie? 

Nani: La verdad es que fue una propuesta externa que al principio no veía clara, porque no encontraba el formato y relato adecuado, hasta que pensé en el concepto de “antología”, una selección fundamental de discos que relatasen la historia de la música alternativa española y a la vez me permitiera contar muchas cosas sobre la misma tras treinta años en ella. La idea final, por cierto, me la inspiró Luis Alberto de Cuenca y su “Las Cien Mejores Poesías en Lengua Castellana”, un libro genial que, adaptándolo a la música, ha dado lugar a “INDILOGÍA”. Me parecía importante hacer este relato, porque no existía y a la vez es un homenaje a una generación de músicos de alto nivel y muy poco reconocidos en su mayoría. 

“La Música Independiente es muy amplia, no implica un estilo, no es un género y tampoco depende de si trabajas para una multinacional” 

De entrada, me ha gustado comprobar que te paras detenidamente a explicar algo que para algunos quedó claro hace muchísimo tiempo, como es el hecho de que el indie no es un género. Te voy a hacer una pregunta de perogrullo, pero que creo que puede generar debate. ¿Crees que a día de hoy sigue siendo necesario explicar algo tan evidente? 

Nani: Pues sí, la demostración es el debate que se ha montado con el libro y en las entrevistas que voy haciendo por aquí y por allí. Hay un lío tremendo con esto, porque el término “indie”, por su uso, se ha convertido en sinónimo de pop-rock de guitarras y estribillos coreables. Y me gustaría decir que es eso, pero no lo es, aunque solo lo sepamos tú y yo y algunos más (risas). La Música Independiente, que es de donde viene “indie” es muy amplia, no implica un estilo, no es un género y a veces, tampoco depende de si trabajas para una multinacional o no, porque entonces, a la mitad de los artistas del libro tendría que dejarlos fuera, empezando por Los Planetas, el paradigma del gremio. La industria independiente es, en general, aquella que se desarrolla al margen de grandes presupuestos y multinacionales. La música alternativa, una manera y estilo de entender y hacer música. Reconozco que la frontera es muy difusa a veces. 

“Sigue existiendo la música alternativa y la música independiente” 

Y por extensión, como se plantea en la contraportada del libro. Nani, ¿sigue existiendo el indie? ¿O la mayoría de bandas -salvo gloriosas y honrosas excepciones- pertenecen a un “neoindie” que se ha convertido en lo que antaño era “pop-rock de calidad para radiofórmulas? 

Nani: Sigue existiendo la música alternativa y por supuesto la música independiente, como también existe el cine y la literatura independiente. Es una actitud. Y la misma se basa en que tu objetivo inmediato no sea el éxito por el éxito, ofrecer algo más al oyente. No veo una actitud alternativa o independiente en David Bisbal, pero sí en Alcalá Norte o Depresión Sonora, en Los Estanques o en Yung Beef e incluso Dellafuente, y, que quieres que te diga, en Rosalía; porque si “LUX” no es hacer música independiente, que baje Dios y lo vea. 

El libro presenta una estructura bien hilada, compartimentada en varias generaciones que van desde los “primos hermanos y hermanos mayores”, “hermanos medianos”, “hermanos (y hermanas) chicos” y “los hijos. Ahora”, con pequeños añadidos al final acerca de bandas seminales internacionales. Vayamos por partes. ¿Cuántos tachones tiene la lista provisional de bandas y artistas hasta dar con la definitiva alineación? 

Nani: (Risas) Se nota que sabes de esto. Bastantes tachones, yo diría que unos 20, porque llegué a apuntar unos sesenta y cinco o sesenta y seis artistas. Conservo la lista en mi libreta. Es el secreto mejor guardado desde el Arca de la Alianza. Me impuse varios criterios: No iba a hablar de artistas, sino de discos. Debía encontrar discos, en todos los casos, que fueran redondos como obra musical, al menos muy buenos (por supuesto, en mi opinión) y estos discos debían formar parte fundamental por algún motivo de la historia que iba a narrar. Seguro que mi selección no convence a todos, pero creo que es una buena lista y muy representativa. Los motivos por los que esos discos están ahí y no otros, es lo que trato de explicar al lector en cada capítulo y hay que leer el libro para descubrirlo. 

De la primera parte, hay tres nombres sobre los que no me puedo resistir a preguntarte. Hablo de Surfin´ Bichos, Lagartija Nick y Los Enemigos (sobre los que dices que no son propiamente indies porque son una banda de rock y rhytm and blues). Básicamente creo que aquí debemos reparar en tres sombras alargadas como las de Fernando Alfaro, Antonio Arias y Josele Santiago que han dejado un legado eterno en la forma de escribir canciones dentro de nuestra música que será imperecedero. ¿Estás de acuerdo? 

Nani: Por supuesto, estamos hablando de tres genios y sus carreras les avalan. Es cierto que no son grupos “indies” o de la música alternativa propiamente dicha, pero ellos ya están en otra cosa, no encajan en el pop-rock de los ochenta y son el eslabón perdido entre ambas generaciones. De hecho, han compartido escenarios, giras y festivales con todos nosotros durante treinta años de manera absolutamente natural y no conozco a nadie que reniegue de ellos. 

En la segunda categoría, me ha gustado mucho que incluyeras a El Hombre Burbuja, pero también la sinceridad con la que hablas del afán de estrellato de Sidonie o de tu falta de conexión con la voz de Iván Ferreiro, algo que haces con respeto y sin acritud, pero sin esconder tus opiniones más sinceras. ¿Has tenido miedo a la hora de que algún compañero/ amigo se te pudiera quejar por lo que decías? 

Nani: Pues mira, de los primeros en enviarme un mensaje de agradecimiento y amor fueron justamente Sidonie y Julio de la Rosa (El Hombre Burbuja). No hablo mal de nadie, fundamentalmente porque me impuse otra norma, aquello que no me gustaba lo suficiente, no estaría en el libro. No quería un libro amarillista ni provocador. Pero tampoco me callo, si creo que a un disco le sobran canciones lo digo y si hay una rima horrible o flaquezas compositivas, también. Con Ferreiro dudé mucho, lo cuento tal cuál en su capítulo, porque sigo sin tener claro si él forma parte de la música alternativa o no. Creo que es un pedazo de artista pop, sin apellidos ni etiquetas, y eso es genial, pero el libro va sobre un estilo concreto y una forma de entender la música. Sin embargo, Iván también es un gran icono del movimiento, justamente por su actitud y por algunas canciones gloriosas que están en el imaginario colectivo de todos, sin llegar a ser simples hits para radiofórmulas. Mi decisión fue que debía estar. Entiendo que pueda no gustarle esta reflexión o mis dudas, pero es un tipo muy listo y seguro que entiende la diatriba. No sé si le ha llegado el libro, tengo que preguntarle un día. En general, intento ser muy sincero en el libro, para bien y para mal. Para que el lector me crea y quiera escuchar esos discos, debe creer en mí y en mi honestidad. 

También incluyes a Niños Mutantes… ¿lo dudaste lo más mínimo? ¿O era un “palante” en toda regla? 

Nani: Me daba un pudor enorme incluirnos a nosotros mismos, pero creo que muy poca gente pondría en duda que somos una pieza más de esta historia de la música independiente. Para solucionarlo, simplemente no digo nada de ninguno de nuestros discos, prefiero que cada uno piense lo que quiera. 

“¿Negaríamos a Oasis, The Cure, REM, Nirvana o Radiohead por haber tenido éxito?” 

En el apartado “hermanos (y hermanas) chicos” cuelas a buenos amigos de esta casa como Luis Brea y Los Estanques y Annie B Sweet, así como a bandas tan dispares como Pájaro, Guadalupe Plata o Viva Suecia. ¿Crees que puede ser el apartado más impresionante o incongruente del libro? 

Nani: Cuando escucho los dos primeros discos de Viva Suecia no me desencajan para nada en esta secuencia, se da el caso de que nos telonearon en Murcia cuando no eran nadie, sé cómo sonaban y cuáles eran sus referencias. Empezaron en una discográfica independiente y ahora son estrellas de rock, sí. ¿Negaríamos a Oasis, The Cure, REM, Nirvana o Radiohead por haber tenido éxito? Sé que la frontera es difusa, pero el éxito es parte de la música independiente, pretender lo contrario es estúpido. También están ahí, y lo explico en el libro, como ejemplo de la frontera entre lo que éramos y lo que somos. Creo que Viva Suecia es el ejemplo perfecto de eso. Si Guadalupe Plata, Pájaro o Niño de Elche en “Voces del extremo” no son música alternativa e independiente, yo tiro la toalla. Son discos y artistas maravilloso que me apetecía que estuvieran ahí. 

“Alcalá Norte, Depresión Sonora, Repion, Shego, Camellos y Cala Vento me tienen flipado” 

En cuanto a la nueva hornada, citas un montón de bandas, pero sin desglosar ninguna. Mójate, aquí y ahora. ¿Cuál es tu top 5 de bandas actuales? ¿Qué debilidades personales tienes? 

Nani: Alcalá Norte y Depresión Sonora me tienen muy flipado. Repion también, Shego, Camellos, Cala Vento. Intento estar al día y veo cosas muy chulas. Sanguijuelas y La Plazuela también me gustan mucho. Rodrigo Cuevas me parece glorioso. Y lo mejor para mí es que han cambiado nuestros principios musicales, lo están mezclando y revisitando todo, y me parece maravilloso. No los incluyo en la antología, porque no se puede antologar a artistas que tienen un disco. Tienen muchas cosas que demostrar y mucho camino por delante. En la edición 2030, seguro que hablo de ellos (risas). 

Los Pixies son Dios, Morrissey es un triste de nivel 11 pero amamos sus canciones, y todos hemos querido ser The Cure en algún momento de nuestras vidas, tal y como comentas. ¿Qué hay tras todas esas bandas que citas que nos han ayudado a formarnos como personas? ¿Qué magia especial tienen sus canciones? 

Nani: (Risas) Es que Pixies son Dios y Morrisey un triste, ¿no? Mmmmm, los que éramos adolescentes en los primeros 90 estamos secuestrados por aquella época, e igual no era tan increíble. Hay cosas como Red Hot Chilli Peppers, Dinosaur Jr., My Bloody Valantine o los propios Nirvana que yo ya apenas escucho, pero cuando suena “Dirty Boots” de Sonic Youth me quedo en blanco y no puedo ni pensar. Y me pasa lo mismo con la mayoría de bandas de esa lista, PJ Harvey, dEUS, New Order, The Jesus & Mary Chain, Massive Attack. Algo tenían que nos volvieron locos a todos, y lo mío es de traca, porque no hablo inglés. Había una actitud nihilista, de insatisfacción y “me importa todo una mierda”, que molaba mucho y atrapaba. En un concierto de cualquiera de ellos ninguno decía ni “gracias”. Una cosa muy punk, pasando olímpicamente del punk. 

“Sigo pensando que el momento era el idóneo para que Niños Mutantes paráramos, nos merecíamos ese reconocimiento de la gira final” 

Dentro de las webs que comentas como referencia y apoyo para hacer el libro te has olvidado de citar como referencia a la principal de todas que es “El Giradiscos”. ¿Eres consciente del odio visceral y radical que sentimos hacia tu persona en estos momentos? ¿Podrás vivir con ello? ¿Eres capaz de conciliar el sueño por las noches a sabiendas que vives bajo amenaza? 

Nani: Joder, es para matarme. En mi descargo diré que tenía la cabeza como un bombo. No sé cuántas veces revisé el libro y admito que muuuchas referencias están consultadas en El Giradiscos, así como en todas las webs, revistas y fanzines que menciono. Un error imperdonable que solucionaremos si entre todos conseguimos que haya una segunda edición. Y un milagro que vayáis a publicar esta entrevista. Eso demuestra que sois muy grandes y generosos. Gracias chicos, ha sido sin querer. 

Actualmente sigues con tu empresa de gestión cultural y vives a mitad de camino entre Granda y África. ¿Cómo te apañas para hacerlo posible? ¿Qué clase de proyectos desarrollas actualmente?

Nani: Pues la verdad es que mi vida es una locura, pero una locura bastante divertida. Por su trabajo, mi mujer casi siempre vive en África y yo voy y vengo todo lo que puedo. Soy ya medio africano y he de decir que, efectivamente, África te atrapa. En UnoMolar, nuestra empresa, vamos a cumplir ya once años desarrollando proyectos culturales y musicales en Granada y otras provincias, estamos muy centrados en la música, pero también programamos teatro y producimos cualquier cosa que se nos encargue. Ahora mismo dirigimos en Granada cuatro festivales diferentes en todos los sentidos: pop y rock alternativo, punk y rock urbano, world music y metal. Bastante loco e inaudito, la verdad. Nosotros también flipamos. Le tenemos un especial cariño a OLA GRANADA, proyecto y encuentro basado en potenciar a las jóvenes promesas de la ciudad, que son muchas y muy buenas. 

¿Cuál será el siguiente paso en tu andadura profesional que aquellos que fuimos fans de Niños Mutantes podamos disfrutar? 

Nani: Tengo tantas cosas abiertas que no sé si seré capaz de sobrevivir a mí mismo. Como músico, por ahora, tranquilo y sin proyectos. Lo demás ya se verá. 

Nani, me ha encantado volver a sentirte cerca con este libro. Leerlo ha sido como volver a tener la sensación de entrevistarte cara a cara. Esa cercanía y humor tan característico tuyo se traslada a estas páginas y hace esbozar una sonrisa a los que te conocemos. Enhorabuena por este volumen y nuestros mejores deseos. Ya sabes que se te quiere (aunque no nos incluyas entre tus webs de referencia). 

Nani: Que sepas que me has hecho sudar tinta china en esta entrevista que he escrito a ratos (muy largos), durante tres días. Pero es que así da gusto. Lo importante son las preguntas, no las respuestas. Ha sido un placer, amigos.