Entrevista: Jero Romero


"Mi única pretensión es ser completamente libre, o lo más posible. Intentar hacer las cosas como y cuando quiera, mis decisiones, mis errores"

Hace aproximadamente un mes os ofrecimos nuestro análisis del primer disco de Jero Romero, "Cabeza de León", en estas páginas y desde entonces su profundo espíritu pop, rítmico y acústico no nos ha abandonado. Canciones como "Señor Gigante", "Correcto" o "Nadie te ha tocado" (aunque podríamos elegir cualquier otra) nos traen de nuevo a escena al que fuera cantante y compositor de The Sunday Drivers durante aproximadamente diez años. 

Sin embargo, como sabrán todos aquellos que se hayan acercado a escuchar el disco, lo que encontramos ahora es algo nuevo, diferente.  Estamos ante un Jero Romero original, que plasma en música unos sentimientos que forman parte de una nueva etapa de su vida. Una etapa que le ha llevado a crear un proyecto íntimo, personal y totalmente independiente. Tan independiente que ha buscado como plataforma de financiación el crowfunding (red de financiación online que busca la colaboración popular con diferentes aportaciones), evitando así la  influencia en su trabajo de  discografícas y todo el mundo que las envuelve.

En cuanto al presente más cercano, Jero Romero se encuentra configurando una banda que pueda hacer físicas sus canciones grabadas y no sabemos a ciencia cierta cuando le podremos ver subido a un escenario. Es por ello, que hemos querido ponernos en contacto con él para que nos comente las primeras impresiones de su trabajo y analice el mismo personalmente.

Ahora que gozas de perspectiva y puedes valorar tu anterior etapa con The Sunday Drivers (4 álbumes, banda clave en el panorama nacional, giras europeas, teloneando a grandes bandas...) ¿Qué conclusión sacas de la misma?
Los años más felices de mi vida es un buen resumen.

¿Cómo afrontas la nueva etapa que tienes por delante?
La verdad es que no sé muy bien lo que tengo por delante, salvo lo que depende de mí que es empezar a ensayar; voy intentando hacer cosas con calma, y las hago con mucha ilusión.

Tras concluir el proceso de grabación, lanzamiento del disco y lectura de las primeras críticas e impresiones ¿hay algo que te haya llamado la atención? ¿Cómo crees que está siendo el recibimiento?
La respuesta de la gente me parece difícil de calibrar, quizá hasta que no empiece a tocar no se podrá ver con certeza; pero lo que me llega es muy positivo. Estoy muy contento por las opiniones que me llegan. Lo que más me sorprende es que estoy de acuerdo con todo, en general.

¿Por qué decidiste crear un proyecto independiente, alejado de discográficas?
Mi única pretensión es ser completamente libre, o lo más posible. Intentar hacer las cosas como y cuando quiera, mis decisiones, mis errores. Es más  un proyecto a favor de eso que en contra de otras cosas.

¿Qué te ha llevado a recurrir a Charlie Bautista cómo compañero de grabación y producción?
Que le gustó lo que oyó, le apeteció a él antes que a mí y que se implicó por completo. Que nos entendemos muy bien en todos los aspectos y nos tenemos confianza. Y, claro, que lo toca todo y todo bien.

¿Qué conclusión sacas de tu experiencia con el crowfunding?
Son todo conclusiones maravillosas. Si tuviera que destacar una es haber comprobado que la gente es generosa, en el sentido más grande y noble de la palabra. Quiere ayudar, colaborar, participar, implicarse, conocer... incluso a cambio de nada o poco. Es reconfortante descubrirlo porque yo no estaba del todo convencido de que fuera así. Para muchos, participar ha sido ya una recompensa, o al menos es lo que me cuentan. Son visiones más románticas y a mí modo de ver más profundas, van más allá de "me parece bien darte 10€ a cambio de 12 ó 13 canciones", lo cuál por otra parte también está genial.

¿Cómo definirías la relación con tus nuevos mecenas?
Ya intimamos y nos contamos cosas de las que luego nos arrepentimos.

¿Te marca tu origen Toledano en tu carrera musical?
No sé analizarlo. Supongo que si viviera y hubiera vivido una vida idéntica en, por ejemplo, Pontevedra, haría las mismas canciones. Pero si hiciera música sefardí o estuviéramos en el siglo  XV, la influencia sería más clara. Ahora no lo sé, aunque no creo. 

El disco posee una importante carga acústica ¿Fue este efecto predefinido o se derivó del proceso de grabación?
Es algo premeditado.

Probaste con el castellano para poder expresarte de una forma más cercana, llegar a la gente y jugar con el lenguaje ¿Estas contento con el resultado?
Estoy contento con el resultado, pero no es del todo correcto que probase con el castellano para lo que tú dices. Entre otras cosas porque veo lo que tú citas más como posibles consecuencias, y no creo que sean siempre ciertas: quiero decir, que se puede no llegar a la gente o expresarte de una forma más "lejana" haciéndolo en castellano. Como si fuese un axioma, que al cantar en castellano todo eso está garantizado. No. La causa no la sé o se me ha olvidado: simplemente un día me puse, me apeteció salir de mi rutina que era escribir en inglés, pero no pensaba en todo eso. No dije "voy a hacer un disco y las canciones van a ser en español porque de esa manera blablabla". Hice las canciones, poco a poco, un hobby durante la última gira, y hace unos meses decidí que serían un disco.

12 canciones y 34 minutos ¿Lo breve si bueno dos veces bueno?
Tampoco lo sé. Supongo que hay discos breves muy buenos y discos breves horribles. Y con los largos igual. Y canciones igualmente. Lo que sé seguro es que o me gustan o no, a secas, pero nunca "porque" son cortos o largos. Yo trabajo canción por canción y nunca echo cuentas del minutaje, ni de una canción en particular ni de varias canciones juntas. Sólo las dejo de trabajar cuando me lo pide: por la letra, por la estructura... o cuando me aburren. 
Supongo que soy deudor de mi gusto y de mi capacidad de atención; y me gustan las canciones más bien cortas y desconecto rápido. No es aposta, así funciona mi cerebro. A la vez, muchas veces tendemos a buscar huecos para que otras cosas sucedan: el ejemplo clásico es el solo de guitarra. En este disco he intentado ser muy cuidadoso con eso. A veces las canciones las haces ya con esos huecos, crees que ahí debe respirar y que pase algo que no es voz. Ahora, si no me pedía huecos cuando las compuse, no los he buscado más tarde. Eso acorta aún más las canciones.

¿Cuándo exactamente surgen las canciones que componen “Cabeza de León”?
Salvo 2 ó 3 que las compuse en 2011, el resto pueden llegar a tener 2 años.

¿Con qué canción te quedas?
Depende según qué criterio. Me gustan por diferentes motivos y es una pregunta difícil de responder. Yo siempre le guardo especial cariño a las que compones de una sentada, en 20 minutos. Por lo raro y misterioso que es, quizás. Me habrá pasado 5 ó 6 veces en mi vida, y según ese criterio, de este disco cogería "Correcto".

¿Cómo va el proceso de creación de una nueva banda que te pueda acompañar en directo?
Muy muy despacio. Estamos empezando, así que lo único que sé es que son unas personas geniales, como me temía. Pero aún no sonamos a nada.

¿Estás proyectando en tu mente como te gustarían que sonaran tus nuevas canciones sobre el escenario?
No, porque es inútil. Cada ensayo sucederán cosas nuevas y cambiaremos 20 veces de opinión. Voy descubriendo por el camino qué cosas del disco o qué detalles considero imprescindibles para cada canción, pero como te digo no sé cuál será el resultado. 
Lo único que marca a ciencia cierta es que somos 5, o sea 10 manos.

¿Incluirías algún tema de The Sunday Drivers para alagar el repertorio?
No.

¿Qué te parecen los nuevos proyectos de tus ex -compañeros?
Maravillosos. Me alegra verlos activos y con tantas ganas.

¿Te ves compartiendo cartel con ellos?
¡Me encantaría! Vaya fiesta. Aunque no sé yo si nuestros estilos encajarían bien en el mismo cartel.


Por: Rubén López