James Taylor: “El triunfo de la sencillez”

Madrid, Sala La Riviera. 7 de mayo del 2012

Un grande, ese fue el sentimiento generalizado que quedó marcado el pasado lunes nada más acabar el concierto. Un público rendido al talento de un artista sencillo, creador de canciones enormes, de esas que una vez te atrapan se quedan para toda la vida.

A la hora indicada y con la sala completamente abarrotada, salió el bostoniano y antes de colgarse la guitarra y sentarse, estrechó las manos de las personas que aguantaron estoicas en las primeras filas, un gesto que suele ser habitual, dejando claro desde el principio su talante sencillo y cercano para un músico de su talla.

Una vez comenzaron a sonar las primeras notas de “Blossom”, se hizo un silencio agradable en toda la sala, pudiendo escuchar con total nitidez los arpegios en su forma inconfundible de tocar la guitarra. Quedaron para el olvido las incomodidades típicas de esta sala, e incluso se agradeció en algunos momentos no estar sentados y así aprovechar para moverse a ritmo de blues con canciones cómo “Everybody Has the Blues”, sacando a relucir la harmónica en canciones como “Steamroller” o “Slap Leather”

El gran JT se mostró más comunicativo que su última visita a Madrid hace tres años, cuando se encontraba presentando sus discos de versiones “Covers” y “Other Covers” en el frío y defenestrado escenario de Puerta del Ángel para los Veranos de la Villa. Esa complicidad entre artista y público surgió en el comienzo y se prolongaría durante todo el show, incluso llegaría a confesar en tono de culpa; “no saber pronunciar una sola palabra en español”. Pero ese no fue obstáculo para que hiciera comentarios entre canción y canción, como por ejemplo que compuso la preciosa y nostálgica “Carolina in my Mind” en Formentera o presentara a su banda; “pequeña, pero fuerte”, como demostraron Steve Gadd a la batería el bajo de Jimmy Johnson, y el genial Larry Goldings al piano. 

Un repaso por toda su trayectoria. A falta de nuevos temas que presentar, -su último disco con canciones inéditas data del año 2002-, de ese tiempo hasta ahora a habido recopilaciones de éxitos, canciones navideñas, y un par de directos, uno de ellos con su compañera y amiga Carole King, rememorando a dúo sus grandes canciones en “Live at the Troubadour”

Sus primeros discos fueron los verdaderos protagonistas de la noche. En 1970 publicaría su primer disco para la compañía Warner “Sweet Baby James”, disco que contiene clásicos como “Country Road”, (ayudado a los coros por un viejo reproductor de cintas, dando un toque curioso) o “Fire and Rain”. Un placer fue escuchar una voz que mantiene prácticamente intacta, llena de calidez y de sentimiento y que recibida un público maduro, atento, emocionado, que agasajaba continuamente con halagos al artista y no cesaba de hacer peticiones de entre su discografía. 

Está claro que no se puede contentar a todo el mundo y además se necesitaría varias horas más para ahondar más profundamente en su cancionero, pero esto, lo que se dio el pasado lunes en Madrid, Bilbao o Barcelona es el resumen de una vida en forma de canciones, una vida de vaivenes, de subidas y de bajadas y en el que siempre ha recubierto con un tapiz melódico haciendo que incluso las historias tristes sonaran esperanzadoras. 

Así pues, canciones como “Something In The Way She Moves” de su primer disco en el sello Appel recods y bajo la supervisión de Paul McCartney y George Harrison, “Mexico” con exóticos arreglos por parte del pianista Larry Goldings, o el que fuera el primer y único número uno en USA “You´ve Got a Friend” de Carole King

Ya para finalizar, y tras una sonora petición de bises por parte del público, que se negaba a dar por acabado el concierto, nos obsequió con la preciosa “Copperline”, que alguien le pediría a gritos y que enlazaría con “Shower the People”, “How Sweet it is” y “You Can Close your Eyes” contando con la presencia de su esposa Kim Smedvig, ayudándole a los coros. Después no dudó en salir a firmar y hacerse fotos con los admiradores que se encontraban esperando al artista, volviendo a hacer gala de una sencillez para un artista único. 

Texto y fotos: Alberto Vicente