Entrevista: La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A)

“Este primer LP ha sido un paso fundamental para llegar a sonar a nosotros mismos, que es nuestro objetivo como grupo” 

Desde Burgos llega La Maravillosa Orquesta del Alcohol, La M.O.D.A, con su primer disco “¿Quién nos va a Salvar?”. En él la confirmación de que estamos ante una de las bandas más originales del actual panorama. Si en sus dos primeros EPs ya nos dieron pistas de su particular universo, formado a base de mezclar el folk de origen irlandés con los sonidos rock, blues o country, este trabajo largo certifica ese camino pero de una forma mucho más personal. 

Este primer peldaño, de lo que todo indica que puede ser una prometedora carrera, es el motivo para acercarnos a ellos y descubrir más en profundidad qué esconde su propuesta, las novedades qué contiene y qué hay tras sus canciones... 

Antes de este nuevo “¿Quién nos va a Salvar?” ya habíais editados un par de EPs. ¿Ha resultado muy diferente la experiencia de grabar un disco largo ? 

David: El mayor cambio se ha notado en la composición. En los dos primeros años del grupo todo estaba mezclado: conciertos, ensayos, composición de temas nuevos y grabaciones. Íbamos haciendo un poco de todo al mismo tiempo, sin mucho orden y sin plantearnos nada más allá. Para este primer disco no ha cambiado nada (risas), seguimos en el mismo caos, no podemos permitirnos dejar de tocar para componer y grabar sino que tenemos que ir adaptándonos, pero al menos sí hemos sido conscientes de que íbamos a escribir un conjunto de canciones que iban a ser publicadas como una unidad, con una coherencia. 

El disco mantiene las influencias que se dejaban ver en pasadas grabaciones (el folk con aire irlandés mezclado con blues, rock..) pero vuestro sonido ahora se presenta de una forma más personal y compacta... 

David: No somos muy conscientes de cuál es nuestro sonido, aunque sentimos que cada vez nos acercamos más. Tenemos muchas referencias y muy variadas, desde The Clash a Bob Dylan pa-sando por The Pogues o Social Distortion, pero no queremos encasillarnos en un estilo concreto o limitarnos a ser la "versión española" de un grupo americano o inglés. Se trata de asimilar todas esas influencias para hacer algo propio. Creemos que este primer LP ha sido un paso fundamental para llegar a sonar a nosotros mismos, que es nuestro objetivo como grupo. 

Otra novedad es que habéis saltado al castellano a la hora de cantar. ¿Surge como necesidad derivada de querer contar algo y que los demás lo entiendan? 

David: Sí. El castellano es el idioma que hablamos nosotros y la gente que nos rodea, que nos escucha...Al final ha sido un paso lógico en esa búsqueda de identidad de la que hablábamos. Estamos acostumbrados a escuchar cierto tipo de música en inglés, suena más "natural" y encaja más fácil, pero sería menos "nuestro". Además, en castellano llegas mucho más a la gente, y que alguien cante una de tus canciones en directo es lo mejor que hay en el mundo. 

En varias canciones, pero sobre todo en “Suelo gris”, donde decís: “perder la voz cantando una canción es la mejor medicación”, la música se presenta como escapatoria o salvación. ¿Encontráis ese papel en ella? 

David: Un poco de las dos. Es una forma de escapar de la rutina del día a día, algo que te acom-paña siempre y para mucha gente, una forma de salvación bastante más real que otras... 

Canciones como “Amoxicilina” o “Vasos vacíos” tienen una sección de metales visible, otra de las novedades de vuestro sonido. ¿Ha sido un proceso natural la introducción de este tipo de ins-trumentos? 

David: Como 'fanáticos' de la música que somos, uno siempre está escuchando discos, descu-briendo sonoridades, instrumentos, arreglos...Y en este trabajo, por primera vez, queríamos probar a añadir una sección de vientos a alguna de las canciones. Se trata de intentar no repetirse, aportar detalles nuevos, hacer que los temas crezcan...es un proceso de aprendizaje que parece no tener fin pero con el que disfrutamos mucho. 

Por el estilo que realizáis sois una especie de “rara avis” en el panorama español, pero en este disco colabora Quique González en “La Cuerda Floja”. ¿Os sentís cercanos de alguna manera a este tipo de músicos que trabajan con las raíces americanas? 

David: Sí, en el caso de Quique González, a raíz de su disco “Daiquiri Blues”, sí sentimos una conexión con su trabajo, y pasa lo mismo con ciertos grupos nacionales que se inspiran en de-terminados estilos (blues, country, folk...) y añaden a su música sonoridades anglosajonas (banjo, pedal steel, etc). Nos interesa mucho todo eso, pero tampoco nos sentimos parte de ningún club o algo así. Nos gusta la música sea de quien sea y venga de donde venga. Hay cosas increíbles en cualquier estilo. 

Estamos ante un disco que en general transmite en sus letras un tono de desarraigo y cier-ta desesperación, ¿de alguna manera el disco es el reflejo de la época que vivimos? 

David: Seguro que sí. Las letras están inspiradas en lo que nos rodea, en lo que vemos y vivimos cada día, y de alguna forma esa desesperación por no ver un futuro claro. Ese clima que vivimos desde hace años se ha colado en las letras, aunque también hay espacio para la esperanza en ellas. 

En la producción del disco habéis trabajado con Kaki Arkarazo y Diego Galaz. ¿La idea era compaginar una mirada más rockera, la del primero, con una más folkie? 

David: Lo que nos atrajo de trabajar con Kaki era su amplia experiencia, tanto tocando como grabando. La calidad de los discos y los grupos con los que ha trabajado (Los Coronas, Berri Txarrak, Lisabö o Vetusta Morla), el nivel del estudio... Con Diego Galaz nos pareció interesante trabajar porque podía aportar, como bien dices, esa mirada más folk, más tradicional, en el buen sentido, ese dominio de instrumentos poco usuales, etc... Estamos muy contentos con el equipo que montamos, para nosotros ha sido un gran acierto y una experiencia de la que nos llevamos un disco del que estar muy orgullosos. 

El grupo está formado por un sexteto, ¿es complicado ponerse de acuerdo para componer en esa guerra de ideas o hay alguna voz autorizada? 

David: Siempre hay alguien que tira del carro, pero aquí vamos todos a una. Todos intentamos aportar ideas y nuestra visión personal de cada canción, cada uno con sus gustos y su forma de ver la música. No siempre es un proceso fácil, pero de esa mezcla de personalidades surge lo que hacemos y todos estamos satisfechos con el resultado. 

Algunos de vosotros venís de la escena punk. A pesar de estar inmersos ahora en un sonido más tradicional y acústico creo que se hace palpable esa fuerza. ¿Es una esencia que pretendéis man-tener? 

David: No sé si habremos estado o si venimos de alguna "escena", pero el punk, y derivados, siempre ha sido una música que nos ha atraído desde chavales y con la que hemos tenido relación, y estamos orgullosos de esas raíces. Al fín y al cabo grupos como Bad Religion, Nofx o Pennywise fueron los que primero nos llamaron la atención...después uno va conociendo más grupos, de ese y otros estilos, pero sí nos gustaría mantener esa esencia, esa forma de ver las co-sas, tanto musical como extramusical...definitivamente, nos sentimos identificados con ese espíritu. 

Siguiendo con vuestro pasado.. David, has tocado en la calle durante una época de tu vida, ¿hasta qué punto esa experiencia curte y deja algún poso visible actualmente? 

David: Tocar en la calle, en una ciudad en la que nadie sabe quién eres, te da la libertad de sentir que puedes hacer lo que quieras, lo que te pida el cuerpo, sin importarte nada más. No hay pre-sión, no hay nadie que espere nada de ti, solo tú mismo. Por otro lado, elimina las barreras habi-tuales entre músico y oyente, la gente pasa a un metro de ti, estáis en el mismo "nivel" y te expones mucho más a las críticas, ves las reacciones en las caras de la gente en el mismo momento en que tocas...Todo eso hace que, aunque no quieras, te exijas más, ensayes más, etc... Además de la influencia musical y vital que te aporta una experiencia así, aprendes a creer en ti mismo, en lo que haces. Aprendes a perder el miedo al qué dirán y al mismo tiempo aprendes a valorar a cada persona que se para a escucharte, al público. 

Desde mi perspectiva el grupo está avanzando a un gran ritmo en cuanto a reconocimiento y número de seguidores. ¿Tenéis vosotros la sensación de que a cada paso que dais sois más y dónde creéis que está vuestra baza para conseguir eso? 

David: Todo va tan rápido que no tenemos ni tiempo de pararnos a pensar en lo que nos va su-cediendo. Sí que notamos que cada vez hay más interés en la banda, más gente en los conciertos, más atención por parte de medios...pero tampoco es algo que nos quite el sueño. No sabemos si tenemos una fórmula secreta, y preferimos seguir como hasta ahora: preocupados por hacer me-jores canciones y mejores conciertos, ensayar mucho y seguir grabando discos de los que poda-mos estar orgullosos en unos años. Ni más ni menos.

Por: Kepa Arbizu.