Kike Babas y Kike Turrón: “La obra de Sabina es universal”


Por: Javier González. 
Página interior cómic: Alberto Peral.

Parece que los Kikes, Babas y Turrón, le han cogido gustillo al tema de las novelas gráficas. La unión de hecho que han sellado con la editorial BAO Bilbao sigue dando interesantes frutos, como es habitual en ellos por otra parte. En este caso su última referencia, “Joaquín Sabina. Pasión y Vida”, centrada en el mito de Úbeda, recorre los pormenores de su sin par aventura musical y vital. 

La obra vuelve a ser milimétrica, fruto de muchas horas de investigación, escucha musical, labor arqueológica y decenas de entrevistas, algo que suele ser habitual tras la firma del pendenciero dúo de escritores madrileños, quienes hacen un traje a medida a uno de nuestros mejores cantautores electrificados, recorriendo pasajes de su existencia político-musical, acompañados por finas ilustraciones que ayudan a elevar el nivel de esta biografía gráfica. 

Tras disfrutar de la lectura y visionado de “Joaquín Sabina. Pasión y Vida”, nos pusimos en contacto con nuestros queridos Kikes para que nos hablaran un poquito más de cerca de este fenomenal proyecto que parece ser tendrá continuidad en un futuro no muy lejano con una segunda parte a la que desde ya andamos deseando hincar el diente.

¿En qué momento y de qué forma os empieza a rondar en el coco la posibilidad de que Joaquín Sabina fuera el protagonista de esta nueva “novela gráfica”? 

Turrón: Sabina fue el primer nombre o el segundo que anotamos en la lista. Hasta que hemos llegado a que Sabina nos diese el “sí, quiero”, hemos podido hacer la de Fito y la de El Gran Wyoming. Babas: La idea surgió cuando cayeron en nuestras manos las novelas gráficas sobre The Doors y Grateful Dead, nos dijimos: ¡Qué bien se lo montan los anglos! ¡Qué respeto por su cultura popular! Y le tiramos la caña a la editorial: ¿Por qué no hacer cómic biográfico de artista autóctono? ¿Estaría nuestro mercado lo suficientemente maduro para esto? Y en ello andamos… 

Parece que le habéis cogido gusto al asunto de las “biografías gráficas”. ¿Qué os están dando desde BAO Bilbao para que parezca que habéis cogido velocidad de crucero? 

Turrón: Lo cierto es que hemos hecho familia con BAO Bilbao, llevamos trabajando juntos desde hace ya casi dos décadas, que se dice pronto. A parte de esa “familiaridad”, en lo que a trabajo se refiere, hace unas ediciones brutales, únicas. Cree en nuestro criterio y nosotros en su enorme profesionalidad. Creo que familiaridad, profesionalidad y calidad es lo que nos da, y eso es mucho. 

“Las ilustraciones son de gran calidad, tienen un nivel muy alto” 

Antes de meternos en faena, quiero felicitaros por el resultado final, donde más allá de vuestra buena pluma hay un trabajo en las ilustraciones de gran calidad. ¿Qué podéis comentarme de las mismas? (Aunque no sea vuestra parcela) 

Babas: En buena medida sí que está en nuestra parcela: hay que coordinarse con los ilustradores, asegurarse de que el guion es lo suficientemente claro e interesante para que les seduzca dibujarlo. Hay un continuo ida y vuelta de bocetos, inlays, tintas, donde se aportan y se aclaran matices. Es un trabajo intenso, pero muy agradecido, cuando ves que una obra que habitaba en un aséptico excel, de un modo casi abstracto, va tomando forma ¡Y qué forma! Se produce una sensación creativa totalmente única y original, porque es algo que sientes absolutamente tuyo, y sin embargo el “artista” es otra persona. Y concuerdo con el enunciado: son unas ilustraciones de gran calidad, un nivel muy alto. 

“La vida y obra de Sabina es de tesis” 

Desde fuera, lo primero que se me pasó por la cabeza al leer el libro, fue que esta ha debido ser una de las mejores aventuras en que os habéis metido los Kikes. ¿Lo habéis vivido así desde dentro? 

Turrón: Cada proyecto es una gran aventura para nosotros, sea mayor o menor la envergadura del mismo… Lo que sí es cierto es que Sabina es muy grande, en este país y en un montón más de países y sus canciones se estudian en la universidad y su obra es universal. La vida y obra de Sabina es de tesis y eso hace que la aventura de hacer este primer volumen de su vida sea más intensa. 

Babas: Si nos ceñimos al plano estricto de lo que es una aventura, la gestación de este libro ha sido más de ratillas de biblioteca, de mucho investigar en casa, echando horas y quemando pestañas entre la bibliografía y la videografía de Sabina. En ese sentido fue más aventurero el anterior, el de conversaciones con Manolo Kabezabolo, nos llevó tres años, entre sus ingresos al psiquiátrico y los diferentes estados de ánimo, casi llegamos a pensar que no salía. 

¿Qué detalle desconocido de la vida y obra de Joaquín os ha llamado más la atención? 

Turrón: A mí me llamó mucho la atención que produjera el disco en directo de Los Chichos en 1989, saber que se casó (que formalizó su matrimonio) para lograr permisos en el servicio militar, que trabajó en Londres en una morgue, metiendo a difuntos en la nevera… Sobre todo, creo que lo que más me llama la atención es su curiosidad, que le hace viajar, leer y sobre todo, vivir, robándole horas al sueño. 

Babas: Lo del lanzamiento del cóctel molotov a la sucursal bancaria, que le llevaría al autoexilio, me llamó poderosamente la atención. Dediqué muchas horas a contextualizar ese capítulo, a que se pudieran entender bien las razones de por qué un chaval querría llevar a cabo una acción política semejante. De su carrera musical desconocía la cantidad de letras y adaptaciones que ha hecho para otros compañeros, algo realmente llamativo. 

“Sabina volvió a Madrid dispuesto a renovar para siempre el término cantautor” 

¿Qué importancia tiene en su obra la conexión Úbeda-Granada-Londres? 

Turrón: Ese triángulo, nos devolverá a Sabina a Madrid. Llegará a la capital un Sabina que ha conocido el color de la libertad, pero también el exilio y el gris de una dictadura terrible, y que llega a Madrid dispuesto a renovar para siempre el término cantautor. 

De entre muchas sus etapas, las cuales recorréis en este libro, hay una que me llama mucho la atención, pues representó mi entrada en el universo de Sabina. Me refiero a su etapa en La Mandrágora, junto a Alberto Pérez y Javier Krahe. ¿Qué os parece a vosotros? Y sobre todo, ¿cuánto hubierais pagado por hablar con el gran Javier Krahe sobre este período? 

Turrón:
El otro día, para una entrevista en la tele, fuimos allí, al local que antes era La Mandrágora y que ahora es Lamiak, un sitio de cañas y pinchos y comida. Estuvimos con el dueño, que conserva esa parte de abajo del local casi como un museo. Nos contaba que mucha gente pasaba por allí para ver ese rincón, una gran parte argentinos o mexicanos que tomaban aquella bajera como una parte importante de la ruta turística por Madrid. Flipante. Por mi parte, reconozco que la primera vez que escuché a Joaquín Sabina, fue gracias a la casete de ese disco que mis hermanos mayores ponían sin descanso en el Simca1200 cuando, de adolescente casi niño, marchábamos de vacaciones. 

Babas: Me pilló muy crío, pero aún recuerdo la repercusión que tuvo aquel señor que salía cantando en la tele: “… Y yo allí como un gilipollas, madre”, soltar tacos de esa manera en medio de una canción ¡Eso era de dos rombos! Con los años, sin embargo, el que llamó mi atención como escritor de canciones fue Sabina, no tanto Krahe. Aún me pasa. “En esta obra se repasa su obra y traba con rigor” 

Durante algunos años la mística de las noches de su piso de puertas abiertas fue la comidilla del mundillo rockero, más de uno fantaseamos con intentar acercarnos alguna madrugada para qué se cocía por allí. ¿Hay más de mítica que de realidad? ¿O por el contrario lo que allí ocurría excedía por mucho lo que se ha contado hasta la fecha? 

Turrón: (Risas) En el libro se habla de todo eso, se dibuja sobre todo eso y más, la nocturnidad de Sabina y sus horarios propios están fuera de toda discusión. Sin embargo, no tratamos nada desde el lado amarillista, a fin de cuentas, eso no es lo nuestro, pero sí lo es que este cómic sea una biografía donde se repasa su obra y su trabajo con rigor. Hay muchas verdades, cada uno tenemos una y puede variar… y lo de haber pasado por allí alguna madrugada, lo mismo hubiese estado bien, pero seguro que nadie nos creería, ni nosotros nos acordaríamos. (Risas) 

¿Hay algún personaje que no aparezca en la obra, más allá de Javier Krahe, con el que os hubiera gustado poder contar? 

Turrón: Lo bueno del cómic es que te permite no haber estado allí para poder retratarlo. Y lo bueno de Sabina es que está contado desde 17 prismas diferentes gracias a todos los libros que se han publicado sobre su vida y su obra. Hay entrevistas, artículos, columnas, debates, etc en torno a su vida y obra. Nosotros hemos ejercido de “ratas de biblioteca” y hemos leído todo lo que hay publicado sobre Sabina… hemos comprado de segunda mano incluso porque ya no se vendían ciertos libros. El formato cómic te permite soñar sobre unos datos reales y tomar aquella fotografía que nadie pudo tomar. 

“La segunda parte debería hablar sobre el saber mantenerse en la cresta de la ola desde mediados de los noventa hasta nuestros días” 

El libro acaba en aquella mítica con Los Rodríguez como teloneros. ¿Debemos suponer que puede haber una segunda entrega de esta biografía? 

Turrón: La vida y obra de Sabina es tan copiosa que nos dimos cuenta según avanzábamos con el guion de que era imposible meterlo todo en un solo tomo, porque eso hubiese significado comprimir demasiado o dejar cosas fuera. Un cómic requiere de aire, de espacio… y decidimos que ese 1996 era el año perfecto para tomar una parada. Sabina se ha establecido en España como cantante de éxito y ha conquistado casi toda Sudamérica con un repertorio brutal, es ya una estrella respetada que lo peta… No tanto como lo haría luego, claro. Y es que partimos de la gris Úbeda (bueno, España era gris entero en la dictadura), de su paso por Granada donde su conciencia política se marca en rojo, donde arroja un cóctel molotov contra una sucursal bancaria para clamar por la libertad. Para entonces, los escritores y poetas serán los que marquen su forma de ver el mundo, de ver el amor, de ver la vida. 

Babas: Lo cual nos lleva a suponer que tendría que haber una segunda parte. Si la primera ha tratado su carrera de cero a cien, la siguiente habría de tratar sobre el saber mantenerse en la cresta de la ola desde mediados de los noventa hasta nuestros días. 

Ahora que conocéis al milímetro a la persona y al artista. ¿De qué tiene más Sabina de “Conductor Suicida” o de “Pirata Cojo”?

Babas: “Conductor suicida” está dedicada a Manolo Tena, así que creo que Joaquín así mismo no se aplicó ese cuento. La del “Pirata cojo” salió un día que una de sus hijas tenía fiebre y no había manera de bajársela… Supongo que ahí se sintió más él. 

“Tiene canciones que son auténticos relatos cortos y otras que son verdaderos autorretratos” 

Para cerrar el tema Joaquín Sabina. ¿Cuál creéis que es su principal aportación a la cultura musical en lengua castellana?

Babas: Sus canciones, sin duda, muy por encima del personaje, y también por delante de sus poemas. Tiene canciones que son auténticos relatos cortos y otras que son verdaderos autorretratos. Y en algunas ha contado y cantado tanto el amor como el desamor de una manera vitalista, ora triste ora alegre, pero siempre arrebatadora, certera y sin paliativos. 

No puedo resistirme a preguntaros por dos obras de las que no hemos hablado con vosotros, pero me gustaría que me hicierais dos pequeños apuntes sobre la “biografía” de Rosendo y Los Rodríguez. ¿Qué fino sabor os dejó en el paladar colaborar en esas dos obras tan señeras del rock patrio? 

Turrón: Empecemos con Rosendo, ¿qué decir? Es un clásico, para los que somos de Madrid más aún, y la gente lo quiere con pasión, y sus canciones siguen ahí. Juntar en ese libro todo lo que habíamos hablado con Rosendo y poder con ello construir una biografía es muy grande. Sobre el libro “Sol y sombra” de Los Rodríguez también súper orgulloso de haber hecho la biografía de un grupo tan importante y carismático. También haberlos juntado en pleno COVID para la presentación en Madrid fue una pasada… Una pena lo del virus, porque estoy seguro de que hubiesen tocado en directo de haber sido otra la situación. No es porque los hayamos firmado nosotros, pero creo que son libros imprescindibles para cualquier roquero que se precie de serlo. 

Babas: La de Los Rodríguez es oral, hay casi cien voces participando, nos llevó casi siete años hacer la biografía, no solo cuenta al grupo, cuenta una época. Las conversaciones con Rosendo es una recopilación de todas las entrevistas que le hicimos al maestro de Carabanchel en dos décadas, que fueron bastantes y de lo más diverso. 

Como decimos, no hace tanto que vio la luz esta obra sobre Joaquín Sabina, pero como “hipervitaminados que sois”, tanto en este tipo de líos como en lo relativo a las sustancias golosas. ¿Qué tenéis ya entre manos los Kikes? (Por favor, solo respuestas de asuntos legales)

Babas: Pues ahora mismo tenemos entre manos responder el cuestionario de un cronista al que tenemos mucho cariño para un medio por el que sentimos mucho respeto… ¡Y hasta ahí puedo leer! (Risas) En serio: Ni idea, de momento estamos recién paridos y no tenemos en mente un nuevo embarazo... Pero supongo que lo habrá, claro, lo habrá.