Vida Festival. Luces y colores musicales


Masia d'en Cabanyes, Vilanova i la Geltrú, 1y 2 de Julio del 2016 

Por: Blanca Solà
Fotografías: Christian Bertrand

Siempre existe una doble vida entre los encantos de un bosque. Una vida iluminada por luces cálidas que sonrojan a cualquiera que las mira de reojo. Una vida con una barca color mar sin mar, con peces de madera nadando por las profundidades del cielo, al son del viento. Sin cesar. Una vida con escondites melódicos que juega a interpretar, a recrear. Y una vida natural que gracias al son de sus presentes, pudo reflejar, nuevamente, un festival mediterráneo. 

Un viernes con gotas de sudor rebozando los rostros de los más presentes, pero que, con Kiko Veneno se fueron evaporando. Kiko estrenó las horas más lejanas de la tarde, cuando el gentío iba apareciendo entre los árboles del bosque. En el escenario llamado "El Vaixell" deleitó a su público con sus canciones más variopintas, sus rumbas mestizadas con flamenco y su pop. Sin olvidar su más conocida canción "Volando voy" que se popularizó con Camarón de la Isla. 

Sin huecos ni viento, Manel tuvo la oportunidad de presentar su último álbum después de asistir, semanas atrás, al Primavera Sound. Su público más fiel estaba presente con el corazón. Con luces de colores primarios, el escenario lucía la simplicidad menos simple de sus letras y melodías. Seriedad, intelectualidad, todo mezclado para bailar canciones como "Teresa Rampell", "Ai, Dolors", “Benvolgut”, "Boomerang" y sus nuevos temas como “Cosines”, “La Serotonina” y el single Sabotatge" del reciente disco "Jo competeixo" (2016). 

Unos minutos después, en el escenario más cercano al que actuaron Manel, pudimos escuchar a Unknown Mortal Orchestra. Con una voz de delicados agudos, "So Good at Being in Trouble" y "Multi-love", dos de las canciones más conocidas de la banda liderada por Ruban Nielson, se escucharon nota a nota gracias a la amplitud acústica conseguida. Su último single "First World Problems" con un gran ritmo marcado a lo Tame Impala también nos abrió boca expectantes del futuro del grupo. 

¿Y qué haríamos en un festival tan idílico sin un poco de ruido? Ruido experimentado por Triángulo de Amor Bizarro. Vestidos de negro y con un post-punk que se palpaba con los cinco sentidos, los fanáticos del grupo saltaban locamente en primera fila. Ganas de directo para confirmar que su música, sus voces y su ímpetu son verdaderos como se transmite en su último disco "Salve discordia" (2016). Isabel Gea, bajista y fría voz en ocasiones, interpretaba la letra gélida de "Barca quemada" mientras el cantante y guitarrista Rodrigo nos transportaba a la semejanza de New Order con "Baila Sumeria". Un sinfín de canciones miscelánea para acabar de enamorarnos. 

 Y llegó, sin que nadie se impacientara, Wilco. Mucha ilusión y nervios por escuchar a esta banda americana que, con su indie rock y country alternativo, recordó que siguen en auge aunque hayan pasado 22 años. Violines presentaban al ritmo de la noche "Jesus, etc." con un público que se balanceaba sutilmente con una cerveza en mano para refrescarse. Excelente instrumentación. "More..." de su último disco "Star Wars" (2009) también destacó con sus guitarras. Pero quien se llevó el protagonismo absoluto fue "Impossible Germany" con su solo de guitarra que dejó hipnotizados a todos los amantes de las 6 cuerdas. Un cierre inolvidable. 

 Para ir finalizando la noche del viernes y acercarnos al alba, Delorean y Guille Milkyway se encargaron de la parte más electrónica y bailable de la jornada. El cuarteto vasco presentó también su actual disco “Muzik” (2016). “Epic” sonó con samples vocales y bases pegadizas para que los asistentes más electrónicos olvidaran el pasado y vivieran el presente. Saltos, ojos cerrados, vida. Ritmos perfectos para una noche perfecta que sonaban con las líneas melódicas etéreas de su single “Muzik” resumiendo la elegancia de todo el disco. 

 Y si el año pasado no tuviste la oportunidad de bailar los temas que sonaron con Guille Milkyway, esta vez, con su dj set, podías disfrutar de canciones del antes, ahora y el después. Mezclas dispares y surrealistas que los sonámbulos bailaron toda la noche. Como Sonia y Selena en los viejos tiempos.

 El sábado llegó entre nubes azules asfixiado. La música empezó temprano y los más melómanos, después de un baño en la playa, siguieron disfrutando de la doble vida en el bosque. La mejor vida musical e independiente. The Divine Comedy rozó la noche. Y alcanzó el cielo. Una elegancia sublime interpretada en cada armonía, en cada canción. Piano y violines se unieron para transportarnos a nuevos mundos, dulces, amargos… que, con Neil Hannon como líder y único miembro estable des de 1988, no querrías dejar de observar. 

Una de las genialidades del VIDA es que los directos no se solapan entre ellos en ningún momento. Los escenarios se encuentran en distintas zonas del recinto, entre naturaleza viva. Y Nada Surf lo pudo transmitir con magia y su mejor rock. Delicias instrumentales que, con su álbum “You Know Who You Are” (2016), expresaron interactuando una y otra vez con su público, pero sin olvidarse de tocar temas como “Popular” o “Always love” que fueron tarareados por sus seguidores de antaño. Melodías que recuerdan a bandas más recientes como Fiction Plane.

Kula Shaker, Joe Crepúsculo y Lindstrøm, dispersados en diferentes escenarios y sin tocar a la vez, interpretaron las primeras notas más electrónicas de la noche del sábado. Para mover el cuerpo con ritmos más acelerados y sin sentido. Eso sí, quien creó un ambiente de sonrisas, bailes y más bailes fue !!! (Chk Chk Chk) con todo su despliegue americano. Con un sonido e iluminación sublime, el cantante Nic Offer y su acompañante vocal Shannon Funchess mostraron una complicidad única e inmejorable, aunque sus voces no sean las más destacables del panorama musical actual. Funk, soul, música disco de los 70 y movimiento de caderas fueron los protagonistas para interpretar su música desinhibida y sensual. Siempre creando una comunicación afable con sus fans. 

Y si con ansias deseábamos llegar al final del fin, quería decir que 2 many dj’s era nuestra predilección en toda regla. Seguramente la de la mayoría. Innumerables personas se acercaron rápidamente al escenario, sin que hubieran pantallas, para poder escuchar con el mejor volumen a los hermanos David y Stephen Dewaele. Un dúo también conocido como Soulwax. Creaciones con música electrónica, dance, house, big beat y todo lo que se les presente. Tuvieron el detalle de homenajear a David Bowie empezando la sesión con uno de sus temas, reclamo que exaltó a todo su querido público. El sonido no tuvo desperdicio para acabar la noche, o empezar el día, con los pies afligidos y los ojos medio dormidos de tanto soñar. 

Una vez más, el VIDA superó su anterior edición. Esperemos que, en la próxima, aún sea mejor y exista una doble vida entre los encantos del bosque.