Soundgarden: "Ultramega OK"

Por: Txema Mañeru 

Con la perspectiva histórica que da el paso del tiempo es una absoluta gozada que en los últimos años, y de vez en cuando, el mítico sello de Sub Pop buceé en sus orígenes y nos traiga de vuelta lo mejor de sus primeros años como sello, cuando fueron los estandartes del grunge de Seattle. Así hemos podido ir disfrutando con obras clave de Mudhoney o Nirvana debidamente remozadas y ampliadas. Más recientemente ha ocurrido lo mismo con los tres primeros y más legendarios discos de los también fundamentales, aunque más minoritarios, Tad. En todos los casos, la presentación y los extras están a la altura. Por supuesto también ocurre igual con el sonido remasterizado, normalmente acudiendo a las fuentes originales. Sobre todo el “God’s Balls” de los Tad, que sigue siendo vitriolo puro, y que si no lo escuchaste en su día todavía estás a tiempo.

Ahora vuelven a repetir jugada con éxito con los también triunfadores en su día e históricos Soundgarden. Unos Soundgarden que están en racha y que, por lo tanto, sus fans estarán la mar de contentos con las ediciones de los últimos tiempos. Decimos esto porque acaba de salir lujosamente reeditado y con fantástico sonido este seminal debut que fue “Ultramega OK” (Sub Pop / Popstock), pero es que hace escasos meses también apareció “Badmotorfinger – 25 th Anniversary DeLuxe Edition” (Universal), su trabajo más aclamado popularmente junto al “Superunknown”. En el primer compacto del disco nominado a los Grammy está la hora del disco original con esos tres singles de éxito, pero es que el segundo compacto trae 74 minutos con 15 estupendos inéditos y un regalo; 8 jugosos outtakes y 7 excelente tomas en directo de su “Live At The Paramount” y el regalo se trata del "New damage" con su admirado Brian May (Queen) en la guitarra. Además han aparecido recientemente otros de sus primeros discos reeditados.

Ahora le toca el turno a su debut del 88 que en su día pecó de una mala producción que lastró un muy buen disco. Esto se subsana ahora con la implicación de los de Chris Cornell y con el sonido que la banda tenía en su mente. De la nueva remezcla se ha encargado el prestigioso Jack Endino, que también estuvo involucrado en la gestación del álbum y eso se nota. Además se añade como bonus el "Ultramega EP" con las 6 Early Versions de los mejores temas y en las que Endino jugó importante papel. Así se van por encima de los 70 minutos y es como escuchar un nuevo disco en todos los sentidos.

El trabajo original comenzaba con el grunge crudo de "Flower", en el que ya Kim Thayil dejaba entrever todo su potencial con la guitarra. Continuaba con el sonido más punk de "All your lies", en la onda de los primeros Nirvana, aunque se hablaba también, con cierta lógica, de un cruce entre los Black Sabbath y The Stooges. El lado más noise salía en "665" y el más enrabietado en un "Beyond the wheel" en la que Cornell daba una demostración de sus dotes vocales alterando su garganta como si fueran dos los cantantes. Las guitarras salvajes de Thayil en este tema recuerdan también a los Mudhoney o Sonic Youth, además de a los Sabbath. En "Circle of power" subían la velocidad y las guitarras sonaban aceleradas cargadas de vitriolo al estilo del noise-punk de los ya mencionados Tad. Se atrevieron incluso a combinar el clásico de Howlin’ Wolf "Smokestack Lightning"con toques de los Sonic Youth. El punk’n’roll veloz de "Head injury" era otro momento genial antes de la locura con los más de 6 minutos de guitarras arrastradas y espectaculares punteos de Thayil en "Incessant mace".

El “Ultramega EP” de regalo no tiene desperdicio alguno. Son las primeras maquetas con Endino de "Head injury" o unas oscuras, pesadas y aplastantes "Beyond the wheel" e "Incessant mace" con el poderío vocal de Cornell cercano al de Mark Lanegan en The Screaming Trees. "All your lies" circula más veloz y arrolladora aquí aún y la toma de "Incessant Mace V2" se va por encima de los 8 minutos y te deja con la boca abierta. ¡Han pasado 30 años desde estas primeras tomas y siguen igual de corrosivas que entonces!