Siete muertes: “Costumbrismo y otros Terrorex”


Por: Ricardo Virtanen. 

El proyecto musical de rock’n roll Siete muertes, derivado a su vez del legendario grupo Siete Vidas, creado allá por los noventa en la capital de España, lleva unos años forjándose en salas y Festivales de España. Según cuentan ellos mismos, Siete Muertes surge de una transmutación espontánea de Siete Vidas. Son liderados por un clásico de nuestro rock’n roll patrio: Ángel Siete Vidas, actual batería de la banda The Bank Robbers y cantante, guitarrista y baterista de The Rockin’ Shakers, amén de capitanear multitud bandas, como el trío Turbulentos o variantes de los Dirty: The Dirty Cats, The Dirty Rhythms, Los Dirty Brothers o Dirty Payos

Fraguado hace más de una década, este proyecto da su fruto en la presentación de su primer disco: "Costumbrismo y otros Terrorex", cuyas canciones (se trata de un EP) han ido desgranando en actuaciones en vivo por toda la geografía española. La actual banda está compuesta por Ángel Siete Vidas (Legna), voz y guitarra, Gustavo Villamor (Sug), contrabajo; y Edgar Lee (Unam), batería. El diseño del disco ha sido confeccionado por el cantante mítico de la Movida Madrileña Víctor Coyote, gran diseñador gráfico, además, que adecúa su innovador diseño a la música de este grupo simpar dentro de lo que calificaríamos Horrorbilly. Su estilo, no obstante, toca palos como el rockabilly, el punk, el garage o el psycho. A veces lo mezclan todo en una batidora sónica, y el resultado es fascinante. Hallamos textos abrasivos, deleznables, con melodías crudas, mortecinas y disonantes. 

Para su estreno discográfico para el sello Delia Records, el grupo ha elegido cuatro cortes muy representativos de su estilo rockcaótico: "El tapicero", "Algo extraño", "Puerto Hurraco" y "La noche se cierne", grabadas en el estudio Fonoraptor, entre el 9 y 10 de marzo de 2023, y mezclado por Astray. Todas las obras han sido compuestas (en realidad descompuestas) por el líder de la banda, Ángel Siete Vidas. Sin duda, la influencia de artistas y grupos como Nick Curran, Screamin’ Lord Sutch, Robert Gordon, Reverendo Horton Heat, Meteors, Parálisis Permanente o Los Coyotes se hace notar en este disco y en sus enérgicos directos.

El primer corte, "El tapicero", fue el primer single, y es su gran éxito en los brutales directos de la banda. Sin duda, conforma su sonido base: guitarras potentes y sangrantes y una base rítmica contundente. Aquí el bajo eléctrico del gran Gustavo Villamor (Sug) suma a su rotundidad una más que convincente armonización, y la batería de Edgar Lee, la potencia adecuada, La historia de esta canción insiste en una siniestra historia que conmueve al menos pintado, ya que narra que el Tapicero tiene su casa tapizada, pues “la piel que más le gusta es la piel de los humanos”. En realidad esta historia parte de un asesino en serie real de los años 50, el mítico Ed Gein, lo que otorga a esta canción una cierta inquietud morbosa.

"Algo extraño" recuerda mucho a aquel grupo mítico de la Movida: Los Coyotes, donde un ritmo acelerado cabalga desde su inicio con un riff vertiginoso. Habla de mutaciones y otros terrores domésticos, al cantar: “Me he levantado raro esta mañana…. / Hay algo extraño dentro de mí, algo que está vivo”, aderezado por una contundente batería, al mando de Edgar Lee (Unam).

Otro de sus éxitos en los directos es "Puerto Hurraco". Esta canción alude, como el lector puede suponer, a aquella terrorífica matanza acontecida en agosto de 1990 en dicha pedanía badajocense, donde los hermanos Izquierdo sembraron el terror al asesinar a nueve personas, algunas de la familia Cabanillas, en conflicto con la suya. Un pueblo que apenas contaba con 137 habitantes. La música esta vez transcurre en tonos mayores, entonando en su inicio un cándido estribillo (“En Puerto Hurraco…”), para después desgranar poco a poco, en un medio tempo, aquella historia entre Cabanillas e Izquierdos. Se alude a la “España vaciada”, a rencillas lejanas e, incluso, a aquellas hermanas que dieron sustento al par de asesinos, ataviados ambos con sendas escopetas del calibre 12. Una tragedia que este año, por cierto, cumple 35 años.

Dentro de la propia involución lúdico/tétrica/festiva del álbum, el EP se cierra con la instrumental "La noche se cierne", en tono menor, en que destaca la participación del instrumento Theremin como solista. Este tuvo su apogeo en la década veinte del siglo XX, y se considera el primer instrumento electrónico, inventado por el físico ruso León Theremin. A ello sumamos un solo de guitarra enérgico que expande la concepción garajera de la canción, con una melodía intrigante. El Theremin es interpretado magistralmente por Javier Díez Ena. Sonido sublime y enigmático, pues, el de Theremin, que al tema le otorga además un color misterioso.

De cualquier forma, su repertorio —al margen de las cuatro comentadas del disco— se halla lleno de canciones que quitan el hipo, y que más pronto que tarde las reunirán en un larga duración: "En el infierno", "Bruja", "Cuchillo cebollero", "Siete vidas más", "Jeckyll y Hide", "Cosas malas", "El diablo sobre ruedas" o "Quiero vivir, quiero morir". Siete muertes actúa bajo el marbete "Costumbrismo Tour 2025". No obstante, es ahora, tan cercanos a la Noche de los Muertos versus Halloween, cuando realmente están en su salsa. Entonces despliegan todo su arsenal de actuaciones disfrazados de zombies. Por ello, les veremos en Ponferrada (24 de octubre en Morticia), Parla (31 de octubre en Let’s Go Rock Bar) y Guadalajara (1 de noviembre en Monkey Man). Como para perdérselos.