Fotografías: Antonio Olmedo.
Hay discos en directo que suenan descaradamente a recurso ante la falta de ideas. Por suerte hay otros trabajos en vivo que son auténticos golpes al mentón. Unos huelen a callejones sin salida, a fórmulas manidas para ganar tiempo mientras a las musas les da por volver a aparecer. También los hay que rebosan autenticidad, firmados por bandas que siempre buscaron sendas poco transitadas, trazando un camino propio, donde riesgo y talento se han fundido para dar forma a una discografía única ajena a las redes de seguridad.
En el segundo grupo, siempre como vanguardia, llevan treinta y cinco años asomando Lagartija Nick, banda sin par que en su afán por ir contracorriente ha esperado la comentada cifra para regalarnos su primer álbum en directo, “Eternamente en vivo”. Un trabajo sencillo donde recogen una pequeña porción de su cancionero, sin trampa ni cartón, sin acudir a “hits” evidentes, reivindicando joyas casi ocultas como forma de dar por finiquitada una nueva etapa, cuyo colofón tendrá lugar en una gira por salas que desde ya recomendamos no dejar pasar de largo porque sus presentaciones descarnadas, ajenas al estribillo coreable y a la rima fácil, poco tienen que ver con lo que se acostumbra a ver por estos lares.
Para hablar de este momento tan dulce y concreto en la singladura de Lagartija Nick, descolgamos el teléfono con objeto de tener un ratito de charla con un genio granadino que responde al nombre de Antonio Arias. Siempre lúcido y elocuente, nos atiende de lo más afable. Son muchos años de charlas y entrevistas en los que siempre tenemos la sensación de aprender algo nuevo, una idea, un matiz, algo subversivo. Por eso, quizás por eso, nuestra admiración por él y por sus Lagartija Nick no hace más que crecer y crecer.
¿Qué tal, Antonio? ¿Cómo va la vida tras la edición del primer directo de la banda?
Antonio: Todo bien. Este disco es una fotografía, representa nuestro estado de forma como banda y también el estado actual de nuestra situación personal. Son miles de años juntos, creo que hemos llegado a un punto punk y zen al mismo tiempo.
Ha habido que esperar casi 35 años para tener entre nuestras manos “Eternamente en vivo”, un trabajo que muestra a las claras cómo os los montáis sobre las tablas. ¿A qué se debe el hecho de publicarlo ahora precisamente?
Antonio: Siempre hemos tenido un buen directo, pero toda nuestra energía se orientaba a defender proyectos. Y en este caso se dio una revisión de nosotros mismos, convertida en una necesidad. Vimos los resultados de la película “Generación Lagartija”, donde se nos veía tocando. Nos sorprendió mucho el sonido, grabado siempre a partir de seis o siete cámaras. Este trabajo suponía una presión y un reto, pero nos entusiasmamos con el resultado al vernos, de hecho, nos arrepentimos de no grabar todos los conciertos de la gira. Finalmente, concentramos la sorpresa y necesidad de sacarlo adelante en un día único. Nos la jugamos, pero el resultado también nos ha encantado.
“Estamos en un punto punk-zen”
En el fondo no deja de ser una muestra de vuestra forma de hacer las cosas siempre, que no es otra que a contracorriente. Lo digo porque grupos suelen recurrir a este tipo de artilugios cuando faltan nuevas canciones o para revitalizar una carrera en franca decadencia, viendo la trayectoria de Lagartija Nick queda claro que para nada tiene que ver con eso.
Antonio: Creo que el grupo tiene una versatilidad muy potente, sentimos que esta formación de batería, bajo-voz, guitarra y teclado nos da la posibilidad de atacar las canciones de la primera época que tienen una instrumentación más sencilla, pero también de hacerlo con la parte más compleja de la última etapa. No es un ejercicio de estilo, pero se le aproxima bastante. Tenemos una versatilidad sonora de la que podemos presumir y un momento de forma y sonido que a nosotros también nos sorprende. Los arreglos de teclado para canciones antiguas generan unos espacios distintos a cuando girábamos con dos guitarras. Todas esas consideraciones, tanto consciente como inconscientemente, han estado empujándonos en esa dirección, cuya única forma de expresión era este directo.
Estoy de acuerdo.
Estuve en vuestro concierto en el Shoko en Madrid, disfrutando de una energía muy potente, algo que he visto en pocos directos. Pero bueno, vayamos a la fecha del concierto y a los días previos. ¿Cómo fue la preparación del repertorio? ¿Y la sensación de tocar en vuestra ciudad para celebrar la trayectoria de Lagartija de una forma tan concreta?
Antonio: El concierto de Madrid que comentas hubiera sido digno de ser grabado. A la hora de sintetizarlo la única consideración ha sido la de incluir las canciones que mejor funcionaban en directo. Quizás también hemos mostrado la parte más “pura” del grupo. Sin darnos cuenta entran cuatro canciones del “Su”, tres que se editaron, y “El Signo de los tiempos”, que no se incluyó porque no tenía la letra acabada, por eso quedó fuera. Hemos reivindicado inconscientemente esa parte concreta del grupo, adornada y ampliada con temas que son versiones como “Agonía, Agonía”, de mi hermano Jesús. El epicentro del terremoto del directo está alrededor de esa época. Otra canción que entra es “Niña Ahogada en el Pozo”, recuperada para la gira del 25 aniversario, pero que representa una aportación de Lagartija Nick en “Omega”.
“El público determinó la velocidad, volumen y la ejecución de Lagartija Nick”
¿Cómo fue aquella noche? ¿Y el recibimiento del público? ¿Quién estaba entre los asistentes que te hiciera especial ilusión?
Antonio: No sabría decirte… el público en general. Creo que la fuerza del público es una parte fundamental, tú puedes llegar con dudas y con la distracción de estar rodeado de cámaras para grabar algo que quedará para siempre, pero en ese momento te abandonas a la experiencia con el público que es quien controla el directo. Yo decía: “estamos grabándolo en directo, si os queréis oír, gritad muy fuerte”. Es una experiencia para nosotros, evidentemente, pero también para la gente. Es un disco de todos nosotros. Del público y nuestro. Es un álbum en vivo, no en directo. Los álbumes que conocemos en “vivo” han sido retocados en estudio, no por flojera ni falta de calidad de los músicos, simplemente debido a que en ocasiones se colaban ruidos por los micros. Ahora la IA puede quitar cualquier ruido, todo se refleja de forma más fiel. El público determinó la velocidad, volumen y la ejecución de Lagartija Nick.
En la hoja de prensa hacéis esa referencia a que no “hay trampa ni recordings”, imagino que buscando todo lo que comentas.
Antonio: Sí, es así. También es verdad que somos unos perros andaluces. No me voy a poner a cantarlo de nuevo, es imposible hacerlo con la energía del directo. En “Generación Lagartija” me equivoco de letra o nota, pero no se retocó. Está chulísimo. Todo es parte del espectáculo hasta los errores.
“Tenemos una versatilidad sonora de la que podemos presumir”
Lo primero que llama la atención es la selección. Ya he comentado que tuve la oportunidad de acudir hace unos meses a la madrileña sala “Shoko”, en un concierto que fue brutal y donde tocasteis parte de lo mejor de vuestro repertorio en un bolo largo y apretado. ¿Por qué esta selección donde no se incluyen ni de lejos todos los “hits”? ¿No valoraste la posibilidad de hacer un doble? ¿O una edición doble en cd?
Antonio: Cuando Nore, mi mánager, planteó la posibilidad de hacer un disco sencillo se me vinieron a la mente tantos y tantos trabajos que tengo en directo que son simples. Me pareció una gran idea. Intentar reflejar el repertorio en un disco doble o triple es complicado. Llegamos a mezclar treinta canciones, pero sintetizarlo en uno solo disco da un aspecto de urgencia que acompaña muy bien a la idea del álbum. Da un aspecto punk. Incluye las que mejor funcionan, las más expresivas y alguna rareza. Es el concepto. No sé si muy consciente. Pienso en el directo de Sam Cooke en el 63, el “Still Life” de los Rolling. El doble ya aparecerá, habrá demanda. Ten en cuenta que es un recuerdo de aquella noche. Aquí nos hemos fijado en los colores más brillantes, ya nos fijaremos en colores más tristes y mezclas intermedias.
Antes lo has tocado de refilón… en la selección hay canciones de “Hipnosis”, “Inercia”, “Lo Imprevisto”, “Omega”, “Val del Omar” y “Crimen, Sabotaje y Creación”, sin embargo, siento que hay una reivindicación especial de “El Shock de Leia” y “Su”. ¿Estoy en lo cierto? ¿Tienes la espina de que sean dos discos relativamente “olvidados” en vuestra discografía?
Antonio: Ahora que los nombras en realidad están más presentes “El Shock de Leia”… bueno, voy a citarlos por orden cronológico: “Su”, “Lo Imprevisto”, rescatamos la titular y “Fulcanelli”, para darle dinámica, y “El Shock de Leia”. Está centrado en esas tres épocas. Hay una intención inconsciente de valorar esos trabajos, ya que hay más temas que hacemos en directo de esa época. También das una pequeña una sorpresa a la gente y a ti mismo porque empezar el concierto con “Lo Imprevisto” nos da la oportunidad de arrancar poniendo la toma de las voces de las niñas de donde saque la canción, que es un cante de domingo de Ramos de un pueblo de Soria. Me hacía gracia empezar con una canción grabada que decía “Hoy nos reciben con palmas, amor y caridad, y las palmas se volvieron odio y mala voluntad”. Me hacía ilusión ponerlo. Es una manera un poco bíblica de reflejar nuestra existencia. (Risas)
Y quizás volvamos a redundar en tópicos sobre Lagartija, pero esta vez, una más, las sombras de Federico García Lorca y Jesús Arias inundan esta colección. ¿Es un guiño buscado adrede?
Antonio: Sí, creo que mi hermano Jesús tiene mucha culpa de lo que es el sonido de la última etapa de Lagartija Nick. Él muere en 2015, después hacemos “Crimen, Sabotaje y Creación” en 2017, donde su presencia fue determinante. Nos ayudó a reencontrar su sonido. Sus composiciones tienen un espíritu muy punk, apretando las letras, lo que hace que el mensaje suene urgente y con agonía. Esa ilusión poética que siempre hemos tenido también está reflejada. Hace poco mi mujer me decía que en ocasiones al compartir escenario con bandas conocidas todo el mundo se sabe sus letras, nosotros podemos ser conocidos, pero casi nadie se sabe nuestras canciones porque son más complicadas. Es lo que quizás nos ha podido alejar de un público más mayoritario, pero creemos que un grupo sirve para tener un poso poético, no para estar rendidos a la simplificación. Cuidado, todos tendemos a la simplificación, es un arte, pero Lorca implica esa complejidad poética que nunca hemos querido abandonar, algo que forma parte de nuestro ADN. Nosotros queremos reivindicar un universo propio, una iconografía. Es más fácil reivindicarse a través de los grupos sajones y su influencia descarada, la gente tiene ese bagaje, pero nosotros intentamos sacudirnos de la herencia sajona. De verdad, llevan sin hacer música buena desde el año 79, los americanos casi que no hicieron buena música (risas). Lo digo medio en broma, pero también con un poso de verdad. Nunca hemos intentado acercarnos al público descaradamente, es el público el que tiene que acercarse, aunque nos cueste la vida, aunque la gente no tararee tanto. (Más risas)
“Hay que estar en la creación y aportación, no con festivales de coge el dinero y corre”
Entiendo perfectamente lo que dices, Antonio, por eso creo que muchos respetamos casi místicamente a Lagartija Nick.
Antonio: Hace unas semanas estuvimos en el Zaidín Rock realmente fue un combate de boxeo contra el Granada Sound, que destruye todo. Hay que estar en la creación y aportación, no en los festivales de coge el dinero y corre. Hay una lucha política. Tanto que dicen ahora, ¿cuándo se ha separado la política y música? Ahora mismo casi todo es política. Y más con festivales arrasadores que usan el dinero para matar gente, aunque sea simplificar mucho la cuestión.
“La próxima gira de Lagartija Nick tiene un carácter cercano a final de una etapa”
Hay una gira muy sencilla programada. Dos fechas al mes hasta un total de 8… parece algo también muy estudiado.
Antonio: Claro, tiene un carácter de memorabilia final. Una última expresión de una época del grupo. Hemos llegado al punto que hemos querido y a un sonido concreto. Había que reflejarlo con un directo. Luego nada será lo mismo. Serán pocos conciertos y no habrá más. Es un esfuerzo tremendo de energía y concentración. La gente nos ve y dice, “qué bien suena y que punki”, pero para nosotros implica una concentración punki-zen, con todo tu cuerpo y alma para ejecutar en tres minutos. Hay un espíritu de salas, donde mejor nos desenvolvemos para buscar el feedback con la gente. Y también tiene un carácter cercano a final de etapa.
En los últimos tiempos, sin demasiada publicidad, andabas inmerso en las reediciones de discos y la publicación de material inédito de la banda. ¿Quedan cosas por sacar?
Antonio: Sí, por supuesto. Tengo mezcladas bastantes canciones de lo que sería la primera maqueta del año 87 del grupo, grabada con José Ignacio Lapido en la banda. Luego hay cuatro ya con Juan. La última vez que hablamos comentamos que la gira sirvió para revisitar dicho material anterior a “Hipnosis” en formato demo. Esta gira da la oportunidad de enfrascarme en recuperar directos, grabaciones antiguas y completar el canal de Youtube. Es una cosa muy divertida y costosa, pero seguirá saliendo. A ver si consigo terminar el disco de Lagartija Nick: “archivos volumen 1 (87-88)” y otros más que será de una etapa posterior (89-92). La IA nos da la oportunidad de limpiar trabajos que estaban en estéreo. Es un esfuerzo revisitar tu carrera y modificar el formato. A ver si lo saco, ya tengo la portada. Hay que abordar la memorabilia. Donde se pilla la rata, allí se mata…que es el subtitulo del disco en directo, por cierto. (Risas)
¿En qué andan trabajando ahora los Lagartija?
Antonio: El siguiente paso es dar voces. Toca celebrar el 30 aniversario de “Omega”. Tenemos la cabeza loca de las reuniones con la familia Morente. Algo vamos a hacer, pero se necesita tiempo. Habría un trabajo precioso por hacer sobre los inéditos de “Omega”. Tenemos que visualizarlo y a la vez relajarnos, esta tanda de conciertos nos deja locos. Hay que ordenarse y ver qué hacemos el año que viene. También sacaré adelante el proyecto de música “Mawlid”, tengo mucho interés en hacerlo. Es como la búsqueda del tesoro. Me tengo que despojar de la influencia inglesa y americana. Curiosamente estoy trabajando con un tipo de música que es la inspiración en origen de blues, psicodelia y el trance que está presente en el rock y pop. Me dará la oportunidad de volcarme en ese proyecto que llevo tanto tiempo preparando en directo.
Llevamos 32 minutos para hablar de un directo, no está mal.
Antonio: Mira que te he dicho “¿de qué coño vamos a hablar de un directo?”. (Risas)
La última… ¿cuándo podremos ver en plataformas audiovisuales “Generación Lagartija”?
Antonio: A ver si lo vuelcan en alguna… El otro día hicimos una proyección en la casa museo de la huerta de “San Vicente”. Estaban hablando de Movistar o Filmin, por ahí se mueven las cosas. Ojalá acaben de concretarlo.
Mil gracias por todo, Antonio. Siempre es un placer hablar contigo. Un fuerte abrazo.
Antonio: Gracias a ti. Otro abrazo bien grande de vuelta.