Procol Harum: "Novum"

Por: Txema Mañeru 

Qué gran noticia narrar el regreso de los Procol Harum. Cuando se cumplen 50 años de su formación, nos presentan inesperadamente un nuevo disco titulado "Novum" (Eagle Rock / Universal) que llega catorce años después de su anterior "Well's On Fire", que pasó bastante desapercibido, todo sea dicho. Es más, para mucha gente los Procol Harum son lo que se dio en llamar un "one hit wonder". ¡Craso error! "A whiter shade of pale" es una de las canciones más bonitas y emocionantes de la historia. El cantante, líder y pianista Gary Brooker se inspiró en Bach, creando una inolvidable y aún mágica melodía, pero la banda sacó buenos discos al completo y que merece la pena volver a escuchar, como ese "A Salty Dog" del 69 o el debut homónimo dos años antes. Con "Broken Barricades" también consiguieron merecida repercusión, sobre todo en los Estados Unidos. Aunque hay más, sólo por esto ya se merecen un puesto de honor entre los mejores grupos de rock progresivo, e incluso, en la historia. Quizás de aquella época sí puedan considerarse "maravillas de un único éxito" el "Venus" de The Shocking Blue o el "In-A-Gadda-Da-Vida" de Iron Butterfly, pero nunca los británicos. 

Bien es cierto que sufrieron demasiados cambios desde un principio y sus señales de vida desaparecieron desde mediados de los 70 hasta el año 91. Pero es que "Novum" es ya su disco número 13, lo que no parece que les traiga ninguna mala suerte. Tiene una flamante y lógica edición en doble LP, pero también está muy cuidada la edición en compacto. La banda hará, además, gira 50 aniversario y de presentación de las nuevas canciones por toda Europa. Una banda que lleva prácticamente sin cambios y con grandísimos músicos desde esa resurrección de los 90. Ellos son el bajista Matt Pegg (Jethro Tull, Ian Brown), el baterista Geoff Dunn (Jimmy Page, Dave Stewart, Van Morrison), el guitarrista Geoff Whitehorn (Roger Chapman, Paul Rodgers, Roger Daltrey) y el órgano hammond de Josh Phillips (Pete Townshend y Midge Ure). Solo leer los músicos con los que han tocado estos monstruos te da una idea de la excepcional banda que forman. En la mayoría de las letras colabora también el legendario letrista de Cream y otras formaciones Pete Brown. 

Pero para comprobarlo es mejor aún escuchar su nuevo disco, que ha venido precedido por un fantástico single como "Sunday morning", que no llega a la altura de la preciosidad de igual título de The Velvet Underground pero que es una gozada de comienzo a fin. Una preciosa melodía calmada y muy sinfónica. Antes abren con la delicadeza inicial al piano de "I told on you". Luego matices más rockeros con las guitarras de Whitehorn, juegos vocales a lo Supertramp y una elegancia al estilo de los mejores Steely Dan. "Last chance motel" es un emocionante tema lento repleto de melancolía y "Soldier" un hermoso momento épico con una pegadiza melodía bien condimentada de sabrosos arreglos. También hay, ciertamente, melodías algo insulsas como las de "Don’t get caught" o "Neighbour" (con sus voces a lo Queen) que no pasan de agradables. Y es que, aunque estos Procol Harum, en los que solo se mantiene Brooker, puedan satisfacer a los fans del grupo de toda la vida; lo cierto es que están también dirigidos a seguidores de bandas como Dire Straits y Mark Knopfler, Supertramp, Traffic y Stevie Winwood, Family o Steely Dan. 

El disco doble dura casi una hora y ya cuando va avanzando cuenta también con temas como "Businessman", con guitarras más rockeras y el juguetón piano de Brooker. Josh Phillips, que ha trabajado con Townshend o el líder de Ultravox, Midge Ure, tiene gran importancia en las composiciones y arreglos, además de salirse en muchas ocasiones con su órgano hammond. Por ejemplo de él son esos guapos destellos más prog-rock de "Can’t say that", con algún desarrollo casi hard al estilo de los de Jon Lord en los mejores Deep Purple. "The only one" es un bonito tema lento con piano de sonoridad clásica y guitarras nuevamente muy a lo Mark Knopfler.. Se cierra con un tema exclusivo de Brooker solo con su piano y su voz. Es el bonito himno "Somewhen" al que le falta algo más de voz en los picos más agudos para emocionar más aún. ¡Un más que digno regreso que recuerda este medio siglo de vida hasta en la preciosa ilustración de la portada!