Malena Zavala: “La Yarará”


Por: Oky Aguirre

A veces le das y a veces no le das. Unas decides darle al play a ese enlace que te mandan y otras tan solo pulsas al “me gusta” por quedar bien, sin tan siquiera saciar tu curiosidad. En este caso tuve la fortuna de darle, lo que me llevó a descubrir a esta chavala con Stratocaster en mano.

Y la culpa la tuvo “En la Noche”, primer single de esta argentina llamada Malena Zavala, que con su segundo álbum “La Yarará” (Yucatán Records/Fever! Productions) dará mucho que hablar. Algo parecido me pasó con Courtney Barnett, esa australiana que nos tuvo y tiene locos con esa actitud tan refrescante tanto en voces como en guitarras, lo que hace incrementar el poder femenino en un mundo aún comandado por penes, por mucho que nos pese.

Cuenta Malena que “en el nordeste de Argentina hay serpientes que se llaman Yarará, que es la zona donde nací. Y también es un nombre para identificar a las mujeres fuertes y ariscas. Desde re chica mis padres siempre me llamaban «La Yarará» por mi carácter fuerte y decisivo, y quería clamarlo como mío y mostrar ese lado mío.”

Ese “lado mío” es lo que esta mujer ha plasmado perfectamente en un disco que no hace más que recoger esencias para un futuro prometedor, basado en un repertorio de géneros latinos como la cumbia o el bolero, alternados con cuidado pop guitarrero y delicado soul,

Malena Zavala es una recién llegada al mundo de las serias promociones, ya que tan solo ha publicado un disco, “Aliso”, en 2018 y en inglés, aún con ciertas carencias en la producción, pero bien recibido con críticas tan positivas como en The Guardian, donde la califican con cuatro estrellas de cinco reseñando: “pop de guitarra suavemente deformado y melancólico”. Pero con su segundo trabajo ha logrado situarse en un punto perfecto de maduración, que se ha ganado entre idas y venidas a Inglaterra y su país natal (nació en Argentina pero creció en Hertfordshire) escogiendo el castellano por primera vez en algunos de sus temas, lo que para ella supone volver a conectarse con sus raíces, que van surgiendo apaciblemente a lo largo de diez hermosas canciones.

Con un “What If I”, que recuerda mucho a su etapa anterior, predominante en R&B, comienza Malena a desgranar su situación actual de incertidumbre identitaria, que establece en lo que seguramente será un futuro himno con la mencionada “En La Noche”, con un estribillo tan dulce como el sonido de su Fender, que en “I´m Leaving Home” se convierte casi en lágrimas que recogen maravillosamente la frustración que sentía de joven al no poder salir de casa en busca de inquietudes musicales; como por ejemplo la forma de interpretar boleros en “Identity”, donde nos cuenta su eterna lucha por saber de dónde es.

“Memories Gone” es una preciosidad, mostrando su faceta más cercana a voces celestiales de color negro, en un tema que podría pertenecer perfectamente a Valerie June, versada en canciones íntimas y crecientes, y que Zavala adorna con efectos de ronroco (instrumento andino de guitarra de diez cuerdas que tiene un ligero eco y de alguna manera crea su propia reverberación). Luego en “Paraná” se acompaña de un tres cubano rozando sonidos de aquel “Buena Vista Social Club”, con voces dobladas muy en la onda de Natalie Merchant de los 10.000 Maniacs, para encaminarse al afrobeat más pegajoso en “Ritmo de vida”, que enseguida da paso a un bellísimo final en “Naturaleza”, donde da rienda suelta a sus inicios como oyente adolescente, con mucho toque a Pink Floyd o Supertramp.

Va a ser muy difícil no quedarse con el calor que desprende la canción que da título al disco, “La Yarará”, donde esta chica de apellido Zavala se vuelca para ocupar ese huequecito que poquito a poco se va mereciendo. Creemos y esperemos que no le quede mucho.