Entrevista: Sergio Gisbert & The Jacks



Por: Javier López Romo

En este frío otoño de 2021, también las hojas tienen su huída, el aire las mece a remolinos mientras se pierden, pero tendrán su regreso meses después. Así es el disco de Sergio Gisbert & The Jacks, "La Huída". Canciones que contienen huidas, pero también regresos. Acoplarlas a nuestras vidas es una gran batalla que librar para ser nosotros mismos. Nuevo álbum, y nuevas sensaciones, este es su sexto trabajo en su amplia discografía, tercero con los Jacks, y anteriormente con Spirits In The Night, grupo tributo a Bruce Springsteen mezclando covers de Tom Petty, Neil Young, Bob Seager, y muchos otros. Más de 20 años haciendo rock and roll, bebiendo de la fuente de los clásicos americanos; pero Sergio soporta ese peso y más si hace falta para llegar a ese lugar mágico y anhelado donde ser feliz. Ya lo canta Bruce en "The Rising": “A mis espaldas una piedra de 60 libras, sobre mis hombros una manguera de media milla...” Caer y levantarse, huir y regresar, ese es el bagaje del nuevo disco de Sergio Gisbert & The Jacks. Disco presentado en directo el 26 de Noviembre en el Rock & Blues de Zaragoza.

En la ciudad del frío y sobre todo del viento, con una puntualidad británica, aparecieron sobre el escenario la banda, Sergio y los Jacks; sobre la tarima de un bello local, los tacones de sus botas resuenan y marcan un territorio neutral. Sergio es el último en aparecer en escena, allá arriba todo está listo, aquí, abajo, sus fans también. La elegancia deslumbra, su vestimenta es la de un clásico rockero pulido en cientos de batallas, o lo que dicta el rock, siempre todo en negro. Botas, vaqueros, chaleco y una camisa blanca que destaca su figura, una distinción única de ese estilo tan peculiar y libre. A gritos de One, Two, Three, four, comienza el show. 

"Singing" es la primera en aparecer, una canción dedicada a la propia banda y todo su engranaje que les dirige hacia esos momentos de fe y de diversión. Le sigue "Rock Star", un temazo que hace dejar de sentir el frío por un calor insoportable. La unión de temas como "Dile a tu papá" y "Mortal Kiss", segundo single, es quien nos lleva hasta el sofoco, sin aire acondicionado, y el sudor se abraza con "Handle With Care", "What Can I Do", "Kiss Me" y "Mírame". En la transpiración de la piel, ya altamente olorosa, unas cervezas mitigan la sed, pero no el ahogo de calor, y aún queda jornada por recorrer. Como un rayo incipiente penetra en tu cuerpo el single "Out Of My Life", y Sergio la clava, mucho mejor que la maqueta, el vídeo y ensayos; suena brutal, al mejor Tom Petty. La clava como los clavos de Cristo, se esfuerza, se divierte, la vive, desde dentro de él hacia afuera, hacia los demás, ¿Alguien pudo percibir tal sentimiento? Pregunto. Mi cámara lo registró todo. 

Le sigue "Dentro de mí", una balada desgarradora y pura, para corazones rotos, pero que aún siguen latiendo en la senda del amor. Y claro, llega momento Bruce con "Loose End", y los bruceros asistentes se enervan y se ensalzan con el chico de Jersey, no olvidemos los tributos a Bruce de Sergio Gisbert & The Spirits In The Night. Cierras los ojos y suena su voz como si del mismo "Boss2 se tratase. Gracias Sergio. El tiempo parece pasar tan rápido como no quisiésemos, y la electricidad sigue su curso en cuatro temas más, hasta llegar al tema principal del disco: "La Huida". Oí, o viví, algo puramente espectacular, el sudor resbalando por el rostro de Sergio, las lágrimas fugitivas que se secaban al instante, las venas de Sergio inflamarse, sin miedos, sin preocupaciones; soy yo y así me muestro. Nunca nada fue tan real y tan auténtico, nunca nada fue tan sincero y entregado, dentro de una maravillosa banda, en la que ofrecen el máximo de sus posibilidades.Dan la impresión de ofrecer todo cuanto tienen, y esa es la mayor recompensa que puedes ganarte en tu exitoso futuro inmediato. Después llegaron los bises, y qué bises, "Sweet Caroline", "Proud Mary" y "Seven Night To Rock".El Rock & Blues Café botaba con sus clientes, que fuimos muchos y muy buenos, en un final de fiesta para enmarcar. 

Que Sergio Gisbert & The Jacks, triunfó, Si. Que nunca nada fue tan real y perfecto, también, que nunca nada fue tan sincero y entregado, también te lo compro. Nunca había disfrutado tanto haciendo mi trabajo de ese Rock Bluseado que incita, cala, deja posos de fondo y sobre todo cala hondo siempre dentro de nuestros corazones. Mis felicitaciones y todo mi cariño. Gracias Maestro. Como también dar las gracias a la manager Pilar Vázquez por hacer esto posible,todo un éxito. Y claro, no quise quedarme ahí, debía de saber... Así que, nos ponemos en contacto para charlar un poquito sobre el nuevo álbum “La Huida”, y con esa amabilidad que le caracteriza, entramos en materia.

¿En qué momento sentiste la necesidad de escribir nuevas canciones para un futuro disco? 
S: Todo empezó en 2017. Estaba en un momento bajo de ánimo y la desaparición de Tom Petty (uno de mis ídolos desde que era un adolescente) me afectó más de lo que quisiera. Llevaba tiempo sin escribir nada y un mes después me empezaron a venir ideas a la cabeza. En sólo dos días grabé 47 demos de canciones en esqueleto. Y cuando acabé las guardé y lo dejé ahí. Un año más tarde viendo películas de cine negro escribí algunas canciones con ese tipo de temática. Incluso apunté “Hard times” como título para ese posible disco, pero también lo aparqué. En 2019 compuse temas para un posible disco tranquilo de carácter acústico. Este proyecto está acabado pero sin grabar. De momento lo he guardado y no entró en la criba para “La Huida”. En el verano de 2020 compuse algunas baladas y en otoño nos reunimos en Zaragoza con nuestra manager y la banda. Ante el hastío del confinamiento y teniendo tanto material nuevo decidimos empezar con el proyecto.

¿Y cómo nació este disco? ¿Cuál fue el detonante para encajar tan sutilmente esas emocionantes historias? 

Sergio: Por un lado fue el empuje de los demás lo que me hizo animarme. Por otro lado sentía que tenía que dar salida a todas esas canciones, parecía que me estuvieran gritando desde el disco duro. Entonces fui a mis archivos, tenía lo que yo llamaba las canciones “Tom Petty”, las canciones “Cine Negro”, el proyecto acústico y las baladas. Son muchas, como 100 canciones, y en general creo que conforman lo mejor que he escrito nunca. Y empezó la criba… Decidí separar proyectos, la idea de “La Huida” como concepto fue lo primero. Después aparté los temas que no me encajaban. Al final elegimos de unas veinte canciones y quedaron las que hay. Después reescribí las letras para que encajaran en la idea de conjunto. 

¿Es el momento ideal dentro de esta normalidad para fraguar un nuevo proyecto? 

S: Es un momento idóneo porque todos tenemos necesidad de sentirnos vivos, y este disco implica movimiento. Cualquier momento es bueno para la creación, pero este es especialmente interesante porque la presión en nuestras vidas se ha visto alterada, y yo propongo varias salidas en forma de música para nuestros problemas. 

¿Por qué La Huida? ¿Qué significa huir para ti? 

S: No hablo de la huida física, no es salir corriendo de los problemas. El disco habla de cómo afrontamos nuestros problemas cotidianos y de cómo “huimos” de ellos, de cómo les buscamos salida para que no nos ahoguen. Es una huida interior. 

Veo que en el disco… ¿son historias que enlazan una tras otra diferentes maneras de recorrer nuevos caminos? 

S: Si. De hecho, la premisa de todas las canciones podría ser la misma. Da igual del problema que tengamos cada uno. Una vez que lo tenemos existen diferentes maneras de afrontarlo. En el disco las canciones van describiendo las diferentes maneras de recorrer el camino. A través de la amistad, de los sueños, de la pasión, del olvido, del amor, de la ilusión, de la pena, del sexo, del cansancio y del odio. 

En la primera canción hay un toque festivo en el que la banda une esfuerzos para recorrer el camino de la vida, salvando los obstáculos que el destino os pone. 

S: Si. Esa canción habla de la amistad y de la música. Habla de cómo la música nos ayuda y de la unión con el público. Habla de cómo con una simple canción puede ayudarte, de cómo la amistad nos une. 

Sin ninguna duda éste es tú mejor disco de rock, country o lo que quieras... 

S: Me cuesta ser objetivo. Creo que sí, que es lo mejor que hemos hecho. De alguna manera es como un renacimiento. Estas canciones y todo el material restante conforman algo nuevo para mí, hubo un antes y un después en mi vida hace cinco años y de alguna manera crecí interiormente. Todo lo que ha venido después es nuevo y especial, una nueva visión, una nueva esperanza. Espero que este disco sólo sea el principio de algo muy hermoso. 

Claro que sí, amigo. Toda la belleza, todo lo que es hermoso, demuestra sus cualidades, tanto morales como de buen grado, o mejor de buenas intenciones. Y en este disco encuentro los mejores criterios, es armónico, colorido, placentero, en fin, un espectáculo artístico por las emociones que genera, que son muchas y muy buenas. Es una suerte que en la música de hoy en día, haya tipos como tú, que generen cosas como estas de puro placer adjudicado. Gracias. 

Pero, todavía hay algo que me inquieta de este disco, quizás suelo ser ese culo inquieto que no consigue acomodarse. Un tiquismiquis que tiene algún defecto de creencia, y en este disco no quiero creer que sólo haya huidas, sin regresos, como diría Nino Bravo: “Me voy pero te juro que mañana volveré...” 

¿Te apetece que desgranemos el disco? 

S: Si, claro, ¿por qué no? 

Bien, empezamos con la primera canción, “Singinng”, una canción dedicada a la banda The Jacks, formada por: Sergio Gisbert, voz, guitarra y armónica; Jesús Pérez, guitarra; Héctor Salvador, batería; Diego Herrero, bajo; Beatriz Pérez, teclado; Jaime Lapeña, violín; y Johnny Sierra, saxo. ¿Es esta la banda perfecta, algo así como la E Street Band…? 

S: Yo y mis compañeros, mis compadres, mis amigos toda la noche. Me preguntaron por qué no use simplemente la palabra “amigos” y respondí que es diferente porque no abarca el significado completo. La relación que se crea dentro de un grupo de música es especial (como en otros ámbitos artísticos). Es una relación de amistad sí, pero también es una relación de trabajo y de esfuerzo común. Hay un punto de seriedad y de profesionalidad que no existe en una simple amistad. Un grupo ni es ni puede ser una democracia, tiene que haber un director que tome las decisiones en última instancia y sin embargo tampoco puede ser un “jefe”, tiene que haber cierto consenso porque si no existe esa mezcla de relación de amistad y trabajo el resultado final se resiente, y mucho. Si el público durante un concierto se lo pasa bien y ve que en el escenario los músicos disfrutan, la misión está cumplida. Lo que la mayor parte del público ignora es que hay muchos momentos en que lo que ven es la actuación de unos profesionales que pueden tener cualquier problema ese momento, ese día o en esa época pero que aguantan con una sonrisa. Por eso se llama actuar.

Nos elevamos hacia el sol. Realmente sí, eso puedo asegurar que pasa y es glorioso. Porque obviamente no todos los momentos son malos, también existe la gloria. La gloria no es triunfar en la radio o en cualquier plataforma, la verdadera gloria del músico y el motivo por el que existen tantos que siguen tocando sin tener éxito es porque puedes rozar la gloria. A veces durante segundos esa máquina de música que puede formar un grupo bien avenido puede rozar las estrellas, o al menos es lo que sientes, puede ser un tema lento, rápido o un simple solo pero de pronto notas como la electricidad pasa por tu cuerpo y crees estar en presencia de los dioses. Glorioso. Porque simplemente estamos tocando. Y ahí está lo bueno, todo eso no ocurre porque estemos haciendo nada aparentemente especial, simplemente cogemos nuestros instrumentos y empezamos a tocar. 

Y entonces todo brilla claro, y surge el milagro, es la comunión de una banda ofreciéndose a su público. Me gusta, comulgo con esta idea; si, cantemos, cantemos todo el tiempo, y eso es lo que hacemos, porque no hay nada mejor para ahuyentar los diablos de cada uno. 

En "Rockstar" veo sueños, irreales o reales, pero sueños al fin y al cabo, son sólo una ilusión, o pueden ser vividos y anhelados si cabe... 

S: Huimos a través de los sueños. Los vivimos en nuestra alma como si fueran reales. Sabemos que sólo son sueños pero aun aceptando su ilusión, nos sumergimos en ellos para sentir algo que quizás no somos pero nos hace felices. Y aquí llega la voz madura. Cuando pones los pies en el suelo y te das cuenta de que todo eso es una ilusión y que difícilmente te va a dar de comer o un futuro estable. Y si, tenemos que trabajar, vivir una vida normal fuera de sueños pero necesitamos una ilusión para aguantar el día a día. Pero eso sí, también te das cuenta de que puedes mantener el sueño de ser una estrella simplemente como un juego divertido. Ya sabes que no es real, pero sin dejar que te afecte ¿A quién no le gusta soñar. 

Y llega "Mortal Kiss", y aquí me muerdo la lengua, son huidas que ya he vivido… 

S: Huimos a través de la pasión. Da igual que el amor nos abandone, a veces preferimos sufrir a dejarlo pasar. Incluso puede llevarnos hasta la muerte, pero vivir sin amar es morir. Fugitivo que nos narra diciendo que lo ha robado, por amor, y se defiende con el “todo por amor” pero dice ser consciente de lo que hace… 

Realmente es una canción de cine negro, y me sorprende la ejecución de la canción, con esos tintes de disparos y asesinatos, y todo por amor, hay que tener estómago para soportar ese beso mortal. Un precioso vídeo que muestra en youtube pese a sus dudas iniciales. 

En "Amanecer", tu cuarto track, cantas sobre la fortaleza, de ese querer y poder, de no querer caer en las ganas de la pena y si poder hacerle frente a esa depresión que te atenaza. ¿Qué has aprendido del pasado y que te brinda el futuro? 

S: Ya no busco milagros, durante muchos años he intentado conseguir algo que directamente no valía la pena, y por el esfuerzo casi me quedo en el camino, ahora lo sé. Pero eso no implica desaparecer, hay un lugar para cada uno, un lugar en el que somos felices sin ir en contra de nosotros mismos. Y lo primero para conseguir avanzar es no olvidar, pero si aceptar y quitar importancia a lo vivido, aceptarlo pero no querer volver, la vida se vive hacia adelante; lo demás es estéril...Los días en los que tu vida y los problemas ajenos acaban por derribarte. La vida deja de tener sentido, todo es un agujero negro. Puedes caer definitivamente en él. Todo acabará, simplemente mueres. O puedes encontrar algo, un sentido, un motivo para conseguir salir. Salir hacia la luz, salir hacia ti mismo. Recuperar lo que te han robado, recuperar tu verdadero ser. 

En el ecuador del disco encontramos "Mírame", una bella canción de tintes melancólicos, en la que se huye de lo ya aprendido. ¿Qué tipo de tentaciones existen en este tema? 

S: Huimos a través de lo aprendido. El mundo puede tentarte, puede hacer que todo cambie, puede mostrarte una y mil opciones nuevas. Sin embargo, cuando el pasado es sólido, es la base para no caer de nuevo. Huimos de la tentación asiéndonos a lo que ya tenemos. Hay muchas maneras de notar que en una relación las cosas van mal. Todos lo sabemos, a veces una simple mirada, una palabra solitaria, esconden en si un problema de fondo mucho mayor. Esas expresiones son simplemente los pequeños atisbos que dejan ver que hay un fondo herido. Y si te sientes herido y quieres solucionarlo entiendes, que esa mirada o esa palabra son silencios y acabas suplicando una explicación. 

Que a veces no tan siquiera se da. Lo sé. Estudié en el Seminario de Guadalajara y salí aprendiendo latín… 

"Out Of My Life" es una de mis preferidas, la reconozco con sólo una escucha, de su historia y de su clara imaginación, de pérdidas y ausencias. ¿Pero son realmente tan dolorosas?

S:  Huimos a través de la imaginación. ¿Qué pasa cuando hemos sentido una perdida? En ese momento imaginamos posibles salidas. El autor pregunta que va a hacer sin él la persona que se va, y después, recapacita en primera persona sobre soluciones imposibles esbozando una sonrisa para paliar la pena. El protagonista ha sufrido una perdida. Está solo, imbuido en sus propios pensamientos y le habla a esa persona desaparecida como si le tuviera presente, ¿qué estas buscando?, ¿a donde vas? O lo que es lo mismo, ¿no era perfecto como era?, ¿por quéte has ido?, ¿a dónde?, ¿para qué?... es todo lo mismo pero no es una pregunta que espere una respuesta. Son preguntas al aire. Entonces vienen las respuestas pero en primera persona. Al fin y al cabo el protagonista es el que se queda solo y se responde a si mismo. ¿Qué voy a hacer ahora? 

En "Dentro de mí", sin embargo es el olvido, ¿Qué necesitamos olvidar para qué nuestras vidas continúen? 

S: Huimos a través del olvido. A veces caemos una y otra vez. Somos débiles, es lo normal, pero creemos que olvidando el pasado podremos empezar de nuevo. Es una vana ilusión. Una persona que lo ha pasado mal en el amor cree encontrarlo por fin. No quería volver a enamorarse pero le ha vuelto a pasar, de hecho es el camino que ha elegido para superar sus males de amor. Y ya estaba ilusionada de nuevo pero… lo cuenta en pasado y con pena… Pero nunca aprendo. 

En "Be your toy", tengo mis malos instintos amorosos. No concibo esta canción sin explicaciones, de una u otra manera esto no me queda cierto. ¿Cómo puedo sentir y vivir algo que no es auténtico? 

S: Huimos a través del sexo. Sin ataduras, sin relación cercana, sin amor. Simplemente la pasión por la pasión. Que nadie nos toque el alma, que nadie nos moleste. Pero liberarnos a través del más puro de los instintos. Quiero ser tu amante, ser tu amigo más íntimo, sentir tu cuerpo, sentir tu sexo mágico, pero no quiero enamoramientos. 

 Y llegamos casi al final con "What Cam I Do", ¿Qué puedo hacer? ¿De qué estamos cansados y hastiados? 

S:  Bueno, para empezar esta canción es algo cinematográfico en si misma. Huimos por miedo y cansancio. ¿Qué pasa cuando simplemente estamos hartos?, ¿Cuántas veces no queremos estar donde estamos?. A veces, ni siquiera el trabajo y la obligación son suficientes y simplemente decidimos mandarlo todo al infierno y huir. ¿Sabes de lo que te hablo? 

Bueno, un poco si, no soy un buen amante, ni mucho menos alguien en quien depositar la fe depositada en mi. No soy lo mejor en tu vida, pero tampoco lo peor. Como tu cantas: ¿Qué puedo hacer?

Bueno amigo, llegamos al final de lo que para mí es la mejor canción del disco, "La Huida", canción que da título al álbum. Para mi es crucial, es donde mejor me desenvuelvo, es como reflejar directamente mis estados cotidianos, de diario, no es porque los odie, qué va, simplemente a mi edad, es lo que me aprisiona y me agobia de ser sin ser; es una jodida lucha que librar, por eso me encanta. Este blues nacido de la importancia de sentirte perdido, creyendo que odias todo, cuando realmente lo amas todo, es como querer que siempre salga el sol, pese a las nubes que lo ocultan. 

¿Es "La Huida", el bagaje emocional del disco? ¿Es la Huida como punto y final de un gran disco, perezoso y sutil de Sergio Gisbert & The Jacks?

S: Bueno amigo, Huimos a través del odio. Cuando nos sentimos oprimidos, agobiados, maltratados, hastiados, hartos de todo y de todos lo que hacemos es odiar. Odiar todo, odiar a todos, odiar a lo grande, a lo pequeño, a lo importante, a lo banal. Da igual, odiamos todo…. Pero irremisiblemente acabamos encontrándonos a nosotros mismos perdidos. Odiando o perdonando, el camino está ahí… Y aquí acabamos esta bonita lectura, entrevista, de un gran disco, que se merece los privilegios de quién es capaz de aventurarnos nuestros más que sentidos sentimientos, y que los hace brillar de una forma tan mágica hacia el sol de un nuevo renacer, en mi queda factura y pago, nunca había pensado en ciertas clausulas que aquí se dan, hablamos pronto, por que no hay herida ni cicatriz punzante, sólo ganas de saber mucho más de esta Huida, de la cual regreso. 

Sergio Gisbert & The Jacks, toda la suerte del mundo, y todo un largo viaje sin huidas y de regresos, os esperamos con los brazos abiertos y el corazón henchido… Nos vemos. Abrazos. See You In The Road