Entrevista: Sertucha


“Estos poemas tenían mucha musicalidad” 

Por: Javier González 

Este alarde de creatividad y libertad que lleva por nombre “Horizonte” nos toca y pellizca de una manera muy especial, no lo vamos a negar. Un escenario de existencialismo brillante, basado en el debut literario de nuestro compañero y amigo Kepa Arbizu, sirve ahora como eje vertebrador del nuevo trabajo de Aritz Sertucha, veterano de nuestra escena rockera cuyos primeros pasos como solista muestran una total firmeza, convertido desde hace semanas también en colaborador de esta web. 

Si a lo anteriormente mencionado, le añadimos un intenso trabajo para el que Aritz ha decidido arroparse por Hendrik Röver y sus Míticos GT´s, el resultado final no puede ser menos que excitante, dejando por el camino un buen puñado de sonidos acertados y unas letras capaces de relegarnos algunas reflexiones que deberíamos tomar casi como enseñanzas de vida. 

¿Qué tal estás, Aritz? 

Aritz: A estas alturas estoy anestesiado y relajado, como casi todos. Creo que todo tiene que volver a su cauce, lo hace despacio, pero está volviendo. Nunca he dejado de grabar discos, buscar conciertos y tratar de tocar porque preferí asumirlo así, sin parar. Esa forma de afrontarlo me ha ayudado a llevarlo de una manera más dinámica, a veces ha sido frustrante, pero no metí en una espiral de depresión ni abandono. 

Este trabajo es un caramelito multidisciplinar, grabas rodeado de un equipazo y con unos textos ante los que no podemos ser objetivos que son obra de Kepa Arbizu, un grande de nuestro periodismo cultural y parte fundamental de esta web. ¿En qué momento entras en contacto con los textos de su libro “Horizonte” y cómo surgen las canciones? 

Aritz: Fue de manera natural, gracias a la pandemia. Había sacado “Cuando Suba el Río” ya cuando comenzó la pandemia, estando en casa en uno de los confinamientos comencé a leer “Horizonte” de Kepa Arbizu, es habitual que lea mucha poesía y a veces lo hago con la guitarra en mano. Comencé a tocar unos acordes encima de un poema, concretamente “Amanece”, salió un estribillo que me permitió darme cuenta que Kepa tiene mucha musicalidad en su forma de escribir. Me permití el lujo de contactarle y comentarle lo que andaba haciendo, a riesgo de que dijera que le estaba ofendiendo, pero le gustó la idea y le dije que iba a trabajar sobre ello. Realmente no tenía mucho más que hacer por aquel entonces, así que decidí grabarlo porque me estaba gustando el resultado y había disponibilidad para hacerlo en Muriedas con Hendrik y los Míticos GT´s. Fue un proceso relativamente rápido, modelarlo todo, grabarlo y editarlo. 

¿Cuál fue el proceso de selección y cómo modulaste los mismos a canción? 

Aritz: No quería hacerlo a la manera más habitual, no quería recitar el poema, quería construir canciones propias que se despegaran del poema y que a la vez fueran identificables. Desde ahí fue un trabajo jodido. Tuve suerte, Kepa me cedió sus poemas y me dijo que hiciera con ellos lo que quisiera, cuando un artista te deja tanta libertad es simplemente maravilloso. Empecé a hacer bocetos y escribir canciones, metimos seis, pero podrían ser más. En esta ocasión no me quería enfrascar en un Lp, acababa de sacar disco y creía que así sería más curioso. Comencé a mandar a Hendrik unas primeras versiones, habiendo pasado un filtro previo, ya que en casa tengo a mi mujer que es mi gran crítica a la que cometo el error de enseñarla todo para que me lo tire por tierra. Tener al enemigo en casa está muy bien en estos casos (Risas). Íbamos viendo si cada canción funcionaba, fue algo que me costó, ya que estoy acostumbrado a escribir mis propias canciones. Quería respetar a Kepa y lo que yo entendía que quería decir. Buscamos y buscamos hasta que dimos con algo que se ajustaba a lo que nos gustaba. 

Hay una evolución sonora con respecto a tu pasado, la senda americana sigue presente, pero percibo nuevos desvíos en tu camino más allá del country. ¿Lo vives así en primera persona? 

Aritz: Lo veo así. Me gusta mucho el country y el folk-rock americano. En Milana era el menos country, aunque mi aportación está en los temas, ya que soy autor junto a Javi de las canciones y arreglista. Mis derroteros van por otro lado ahora mismo, ya con “Cuando Suba el Río” me despego del country, abrazo más el folk americano cercano a Crosby y Still. Aquí me “rockerizo” más, si es que existe el término, me muevo dentro de ese estilo. No creo que se me pueda catalogar como cantante country. 

¿Qué has sentido tras dos discos al volar solo sin una banda que te arrope? 

Aritz: Tiene cosas muy buenas. Tu decisión es tuya, si aciertas bien y si no, te equivocas tú. Está muy bien recibir la palmada o el tortazo. A efectos de producción, apoyo musical y consejos, no he volado solo ya que Hendrik me ha ayudado mucho. Estando en solitario cuando hay una frustración no puedes compartirlo con tus socios, ni puedes viajar con ellos en la furgoneta y también el proceso de creación no se comparte. Es una dualidad curiosa. 

Hendrik Röver ha sido otra de las piezas fundamentales de esta historia. ¿Hasta qué punto se ha involucrado en el disco? 

Aritz: Del todo. Tanto a él como a los GT´s les ofrecí los temas de una manera muy cruda. En mi caso a la hora de la producción no suelo tener la facilidad para visualizar cómo puede quedar un tema al pasarlo a banda desde la guitarra acústica. Tengo mis ideas y pinceladas de cómo pueden quedar, pero nada más. Me da rabia, pero no tengo esa facilidad. Hendrik me ofreció su casa desde el minuto uno, ya habíamos grabado con Milana con él. Tanto él, como Goyo y Toño, me dieron las mismas facilidades que Kepa, cero problemas y un trato exquisito. 

Abres fuego con “Misterio”, a golpe de guitarras elegantes sobre un texto que habla de la vida misma. ¿No es una mala forma de comenzar? 

Aritz: Creo que está bien, era una idea que tenía ya que quería despegarme de la trayectoria country. Es una forma de abrir el desarrollo en solitario de Sertucha. La letra habla de la vida misma, tiene frases contundentes y directas. También creo que es un gran inicio. 

“Amanecer” es pura cotidianeidad, una reflexión que invita a luchar contra fantasmas y vivir sin más. 

Aritz: La modifico bastante, me quedo con el concepto y unas frases del original. Es la cotidianeidad del trabajo, amor y familia. Fue la primera que trabajé y me gusta mucho. No sé si estoy cayendo en la falta modestia. La personalicé con idea de intentar mostrar esa rutina que muestra Kepa en el poema, no tengo queja por su parte, así que imagino que lo habré logrado. 

“Mar” supone un cierre muy rockero, lleno de pertenencia. 

Aritz: Sí, creo que ni me he dado cuenta. Ha sido casualidad pura y dura. Me gustó ese poema del “Mar” como refugio, vivas donde vivas. Es el texto que más me sirvió de refugio. Intenté transmitir en el tema el concepto. Quería que fuera un tema directo y fresco. Se convierte en una pequeña respiración. 

Sin duda es un trabajo para quedarse a gusto, aunque me da cierta lástima saber que pertenece a uno de esos géneros tan minoritario en estas tierras, aunque en realidad más pierde quien no lo escuche. 

Aritz: Para mí se trata de quedar contento con lo que has hecho. Si gusta fuera, mejor. No me planteo que guste a los demás, no es mi prioridad, me encantaría que así fuera. Mi objetivo es vender discos, si lo hago, podré hacer otros más y quizás un día comer de ellos. La idea es hacer cosas que encajen y si las escucho, me gusten. Me gusta que haya variedad y mostrar por dónde puedo ir en un futuro. 

Milanamúsica records es otra de esas joyas ocultas de nuestras compañías discográficas. Menor en medios, pero de las mayores en cuanto discazos editados. Imagino que esa filosofía que muestras en tu trayectoria musical, es aplicada al sello. 

Aritz: Se debe buscar hacer cosas compactas y con sentido. Un disco o un Ep deben contar una historia. En mi trayectoria voy por ahí y con el sello también. Intentamos que haya una mínima calidad y un discurso. No son canciones puestas a rodar, creo que cuentan algo. 

Entiendo lo que dices… percibo demasiada inmediatez en estos tiempos y realmente pocos mensajes de valor. 

Aritz: Me gusta que las canciones y discos cuenten algo, como en las películas y libros. Tengo la edad suficiente de permitirme ir en contra de los tiempos. 

¿Qué es lo más complicado de la supervivencia? 

Aritz: Para nosotros como músicos, webs y demás… creo que es levantarse viendo si se puede seguir adelante económicamente. Es complicado llegar a la gente. Somos muchísimos y hay circuitos muy cerrados, cuesta que te abran puertas. Nosotros vamos poco a poco, mi prioridad es ver que me soy fiel. Lo más costoso es cumplir con los objetivos. 

Me temo que somos defensores de géneros que hoy en día no son ni mucho menos mayoritarios. 

Aritz: También tengo esa sensación, no sé el motivo. Desconozco la fórmula. El mercado manda. Muchas veces vienen bandas con un nivel similar al de aquí y nos cuesta más a nosotros organizar una gira con buenas fechas y salas que a ellos, cuando somos capaces de meter más gente en los conciertos. 

Te vamos a poner en una encrucijada. ¿Cuál de las bandas y proyectos de Milana Records recomendarías dar una escucha pausada? 

Aritz: Esa es jodida. Si recomiendo uno, se enfada otro. Sertucha mola mucho (Risas). Recomendaría a todas, pero me encanta Oscar Avendaño, tengo una gran predilección por él, creo que es un tío con varios proyectos de una calidad abismal. 

¿Cómo se plantea el tema de la carretera y manta? 

Aritz: Está complicado. Tengo una banda montada en Badajoz con buenos músicos, gente muy salada. Hemos rodado por Madrid y Valladolid, ahora vamos a hacer más bolos en Badajoz, Estepona y Santander. Mi intención es hacerlo con banda todas las veces que pueda, estamos preparando nuevos temas por si Hendrik y los GT´s me vetan su amistad en algún momento. También tocará pelear en acústico, tengo algunos cerrados, ya que este disco se puede defender bien así. Tengo la contratación abierta, si a alguien nos quiere llevar, solo tiene que ponerse en contacto conmigo. Es muy sencillo.