Entrevista: Txarly Usher


“Ejemplares trabajamos más las atmósferas sin perder de vista nuestro sentido crítico” 

Por: Javier González 

Txarly Usher es uno de esos tipos que siempre se deben tener en el radar. Amante de los sonidos provenientes del punk, su trayectoria está regada de proyectos de vena oscura y aura siniestra, donde es fácil rastrear un universo mágico y único, repleto de sueños tenebrosos y pesadillas donde los ritmos acelerados conviven con momentos de mayor intimidad y dramatismo siempre repletos de cruda belleza. 

El último proyecto en que anda enredado se llama Txarly Usher y Los Ejemplares, una nueva vuelta de tuerca a su universo musical, un pequeño salto al vacío donde moderniza sus sonoridades más afterpunk, jugando con intensidades y ambientaciones sin perder oportunidad de hacer crítica a un mundo tan vacío y estéril como el que por momentos nos ha tocado vivir. 

Su segundo disco se llama “Dentro de Nuestras Tinieblas”, sobre él interrogamos al bueno de Txarly, con la vista puesta en la actuación del próximo Domingo 30 de Octubre en la sala El Sol de Madrid, donde harán suyo el repertorio de Parálisis Permanente en el marco de la presentación de la biografía sobre Eduardo Benavente, “El Chico detrás de la Cortina”, en una celebración en la que un montón de gente guapa se dará cita para homenajear a uno de los grandes mitos del rock patrio. 

Siempre he seguido de lejos tu trayectoria en las múltiples pieles que has vestido, ya que a veces no es sencillo seguir proyectos más minoritarios como puedan ser aquellos que comandas. ¿Cómo va la vida de un rara avis de nuestra música al estilo del gran Txarly Usher? 

Txarly: (Risas) Me hace gracia lo de “el gran”. Hoy en día es fácil seguir el rastro de cualquier alcantarilla a través de las redes. Siempre nos hemos encargado de ser visibles por muy en las sombras que nos encontráramos. Los que llevamos muchos años en esto hemos ido conociendo los medios que teníamos a nuestro alcance para darnos a conocer. Es cierto que los misiles iniciales eran de corto alcance: fanzines, maquetas… todo aquello que iba más de mano en mano y de boca en boca que en relación con los medios en sí. Hoy en día ser un “rara avis” se lleva en el alma, pero la posibilidad de llegar a quien se interesa, aunque sean minoría, da igual en el punto del planeta donde se encuentre, es inmediata de un tiempo a esta parte. Es gratificante saber que cualquier cosa que acabas de grabar o subir a la red lo ve tu gente de México. Quizás seamos pocos, pero estamos muy desperdigados por todo el planeta. 

Antes del verano vio la luz “Dentro de Nuestras Tinieblas”, el segundo larga duración de Txarly Usher y Los Ejemplares, tras “Cuervo, Corazón y Cuchillas”. ¿Qué tal está funcionando? ¿Estáis picando más piedra de la acostumbrada debido a las circunstancias? 

Txarly: Nuestra cantera ha sido de trabajo duro, ya que hemos hecho siempre todo el proceso creativo. Ahora no veo la situación tan mal para nosotros, quizás es que me he levantado positivo, aunque globalmente sí la veo mal para la mayoría. En el tema del desarrollo artístico siempre hemos estado en una falta de medios absoluta por lo que hemos forjado una red sólida alrededor. Doméstica y cercana, pero sólida. Eso ha sido muy interesante en un grupo disidente. Si quieres tener espacio, tienes que tener control de todo lo que entra y sale. Si consigo un beneficio económico como músico debo controlar mucho donde vuelve a salir ese dinero. Ahora mismo tenemos nuestro pequeño sello discográfico, un pequeño estudio de grabación y un círculo de locales de ensayo donde todos nos nutrimos entre nosotros. Tenemos la suerte de contar con Demond Records, un pequeño sello que nació como distribuidora aquí en Barakaldo que nos va publicando todo lo que editamos. Esta trayectoria de Ejemplares tiene un par de años y ha sido gracias a ellos que han editado los dos discos y los Eps que se grabaron para pasar la etapa oscura de la pandemia. De esta manera Ejemplares contemplamos la posibilidad de mover todo este producto. Creemos que como gran etapa todo lo que queremos mostrar como banda está sobre el papel. Si se puede editar en vinilo, estupendo, pero eso requiere de un esfuerzo económico y está más alejado, pero como fin para intentarlo conseguirlo está bien. Como Ejemplares creo que lo que quería mostrar como banda está expuesto en estos trabajos y estamos satisfechos. 

Personalmente debo decir que me ha sorprendido es un disco que oscila entre el punk y el after punk, pero creado desde una vertiente moderna, con ramalazos de rock industrial, ambientaciones y teclados. ¿Lo tomáis como un pequeño salto mortal? 

Txarly: Me alegra muchísimo tu apreciación. Uno de los lastres de llevar mucho en este mundo es que llevas colgando una etiqueta en el cuello y es complicado jugar con esa marca. Ejemplares nace como una necesidad de llenar el hueco after-punk que siempre me ha movido en el oficio, porque la llama del punk callejero está totalmente cubierta con Radiocrimen, un proyecto que me satisface enormemente por lo que no me interesaba crear un proyecto paralelo igual. Me interesa investigar en sonido de raíz punk que abarcan desde el after-punk de origen e intentamos traer el proyecto al mundo de hoy. He conseguido trabajar por fin con Rafa Balmaseda que para mí es una especie de regalo de la vida. Me duele la nostalgia y también pienso que es una pequeña muerte en vida. Siempre he seguido con inquietud todo lo nuevo que ha ido saliendo. Hay grupos muy interesantes haciendo cosas relacionadas con el paraguas del post-punk, puedes encontrar grupos que vienen de un mundo más indie, más desviado del lugar donde nosotros venimos… más comercial o pijo. Aparecen cosas que sorprenden y que me pueden gustar más que cosas de mi propia charca, bandas que podría enumerar, donde quizás tú no veas influencias, pero intento nutrirme a nivel de composición de Viagra Boy, Idles… No voy a hacer un hilo clavado a esas influencias, pero me dejo coger por sonidos con sintetizadores que nos aportan mucha personalidad en el proyecto. Queda una batidora con sonidos de los ochenta, que es algo que nos acompañará a la tumba, pero quiero dejar arrastrar el proyecto por lo que actualmente me gusta de una manera clara. Hace unos meses vi a Idles y me sorprendieron, me volaron la cabeza y me siento influenciado por ellos. Seguro que es una aberración para gente de su mundo y también del mío que diga esto. (Risas) 

Habéis incluido un buen puñado de grandes melodías y arpegios preciosistas, canciones como “Big Bang Bang”, cercana a cierto universo pop de bandas como The Cure, así lo demuestran. 

Txarly: The Cure ni los menciono, ya que son una influencia directa. Es maravilloso en esa especie de ramas que tenemos en nuestro árbol tocar ciertas influencias en un proyecto y que no choque. Radiocrimen tiene un toque melódico, porque siempre he tirado a las melodías vocales, pero la gente se quedaría a cuadros escuchando “Llantos de Alcohol”, del primer disco de Ejemplares, o la que ya has mencionado tú que nace con una clara influencia de The Cure, casi, casi como si cogieras una canción en inglés para hacer una versión en castellano, retos que cojo con mucho respeto porque parece casi un sacrilegio. Busco la composición con influencia british para hacer nuestro tema. Hay gente que en el caso de estas dos canciones me han preguntado si son versiones. 

Sin embargo, el barniz oscuro y crítico, casi social, sigue vigente en unos textos que son un auténtico alegato contra el siglo XXI. ¿Podemos decir que Txarly Usher pertenece a otra época que va desde los monstruos en blanco y negro de la Universal a los años ochenta en cuanto a influencias se refiere? 

Txarly: Por suerte y desgracia lo son. Son muchos años y nos ha tocado vivir algo que le toca a cualquiera en su proceso vital. Nosotros en el corto espacio que dura una vida, llevamos el ritmo frenético de haber vivido desde el blanco y negro. Nos hemos convertido en una especie de ancianos contando batallitas. Por eso insisto, no me gusta mirar atrás de una manera que dure mucho, tengo presente mi pasado, pero sin nostalgia. Me crie en blanco y negro e hice la transición a color. De alguna manera trato de enfocar todo el recorrido y jugar con la mezcla de las intensidades que puede dar una letra dura combinada con una melodía, la aceleración de contrastes bestias, para mí es un ejercicio mágico. Ejemplares trabajamos menos encorsetados en ritmos rápidos y curramos más las atmósferas, sin perder de vista nuestro sentido crítico e intención acerca del mundo que vivimos en el presente. Lo hacemos con libertad creativa porque tengo conciencia que no tengo futuro. Mis días están más contados que nunca, no respondo a nadie. Digo lo que quiero sin miedo a los críticos, ni amigos o familia, ni entorno. Ni si me critican por posicionarme a favor o en contra de unas vacunas o una guerra. Eso te hace sentir más libre que nunca. No hay pelos en la lengua. Es el éxito de haber sobrevivido. 

Perdona Txarly, me está entrando una llamada por teléfono de Edi Clavo, insigne batería de Gabinete Caligari y en alguna noche loca de Parálisis Permanente. 

Txarly: Otra leyenda. Sería un placer conocerle. Sé que Rafa está hablando con viejas glorias amigos suyos para el concierto del próximo día 30 para la presentación de la biografía de Eduardo Benavente. El oficio te da tranquilidad para defender un concierto de esta índole con sus tensiones normales. Es una noche que me tiene especialmente inquieto. Estoy deseando que empiece para soltar la tensión. Ando pensando en todo, más allá de lo musical, los encuentros con gente y el desarrollo escénico. Me va a tocar trabajar la contención, es una de mis asignaturas pendientes, para que no se me vaya de las manos. 

La noche promete, ahora hablaremos detenidamente de ella, pero creo que vamos a estar un montón de gente que nos conocemos, algunos míticos, que harán de la velada algo muy especial. 

Txarly: Es algo que trasciende a una fiesta para convertirse en una reunión emocional. Va a ser algo emotivo. A nivel técnico estamos preparando de una manera limitada algo exclusivo como es el pase. Más que un tributo lo que buscamos es ejercer como filtros para que Parálisis aparezca de nuevo. Me siento en una especie de catalización emocional. Me convertiré en una especie de médium. 

Volvamos a Txarly Usher y Los Ejemplares. En “Letras Tristes” cantas, “tanto postureo me pilla un poco viejo”, nos encanta la afirmación para desnudar a este mundo de falsa felicidad que nos venden. 

Txarly: Es una de las cosas buenas que me ha dado Radiocrimen, en esas buenas polémicas entre amigos que nos decimos todo abiertamente. He tenido que defender mi postura dentro de un grupo extremadamente social, vinculado al lugar de origen, en este caso Euskal Herria, cuando nunca he sido militante de una manera tan política. Con ellos me escudo en la banda para lanzar el mensaje. En Radiocrimen sí hay miembros que representan esa política de acción directa, en cambio yo aporto mi personalidad más peculiar, eso hace que el grupo funcione bien. Fue algo que me hizo trabajar muchísimo las letras… en su momento tuvimos un problema, me llegó una multa por la ley mordaza. He aprendido a escribir de forma incisiva política y socialmente, sin censurarme, para dejar de pagar este tipo de multas. He escuchado que quieren criminalizar a alguien por hablar mal de Lloret del Mar y su alcalde. Ahora hago una canción diciendo que una ciudad es fea y tengo que pagar una multa. En “Letras Tristes” procuro ser absolutamente ácido y sincero con lo que pienso. Vivimos rodeados de una especie de falsedad que autoduele. Intento ser una voz de alarma porque el problema eres tú, por tu vida de fantasía e irreal, que proyecta una imagen irreal de ti. El día que te des cuente que todo era una mentira y que realmente eres una persona arrugada, triste y sola, no te queda otra solución que el suicidio directo, o la medicación para la anulación química que es lo que buscan porque es un gran negocio. Ahora todo es maravilloso, siempre y cuando pase por un proceso en que te tengas que someter a medicación muy cara. Es una de las cosas que refleja “Letras Tristes”, luego también hay una crítica contra los críticos. No me cuesta nada soltarla porque durante años nos criticaron por ser “siniestrillos o hacer death rock”, según decían. Nos llamaban subcultura de género, por eso les dedique lo de “aunque critiques mis letras tristes”. 

Desde fuera das la sensación que eres un tipo hiperactivo: Radiocrimen, Opium Tea y Txarly Usher y Los Ejemplares. ¿En qué piel te sientes más cómodo? ¿De qué forma compatibilizas todo sin volverte loco? 

Txarly: En mi caso es todo lo contrario, para no volverme loco estoy pensando en cosas. Necesito proyectos que me ocupen para crear. Nunca he preferido la calidad, primo siempre la producción. Lo que me alivia y con lo que mitigo la hiperactividad que arrastro de pequeño, es la actividad y la creación. Siempre he hecho malabares para que no me arrastre nada de otro proyecto. Puede que parezca mucho, pero es que tampoco hago más en mi vida privada. Después de haber trabajado toda mi vida en tener equilibrio emocional, también lo he conseguido a nivel vital. Mis parcelas de vida cotidiana están equilibradas y tengo tiempo suficiente para pensar en lo que me gusta. Procuro tener unos minutos de no tener nada al día, pero el resto del tiempo ando en un constante pensar en música. Me gusta colaborar con gente nueva que apenas conozco. Me ofrezco para colaborar en otros proyectos de forma desinteresada. Más allá de la ilusión, no me compromete en nada, me va bien, me entretiene un par de días y puedo sacar esa frescura que si no la tienes en corriente permanente se puede enquistar. Con esas colaboraciones y con cosas puntuales como Opium Tea, detrás de lo que está Paibal, quien de pronto aparece y preparamos cualquier cosa y me ayuda a mantener fresco el arroyo. 

Antes hemos comentado de pasada el concierto del 30 de Octubre en la sala “El Sol” de Madrid, donde se presentará “El Genio detrás de la cortina”, la biografía de Eduardo Benavente. 

Txarly: Estamos un poco sobrecargados con el tema, por encima de lo normal. Quien está metido en este oficio sabe que hay mucho de profesionalidad dentro del mismo. Todo lo que pueda aparentar locura, viene de un trabajo previo muy responsable. Visto desde fuera, pueden pensar que andamos de fiesta permanente, lo que mucha gente no sabe es que entre pruebas de sonido y conciertos pasan muchas horas, donde tienes que estar activo. Hay mucho de serio y responsable en este oficio de locos. El concierto de Madrid nos ejerce una responsabilidad muy fuerte, sobre todo a Rafa y a mí, quienes estamos más afectados emocionalmente. Nos relajamos hablando a diario sobre el día. Estamos cocinando ideas de infraestructura sobre cómo ir, cómo trabajar el escenario, hablar con la gente de luces y sonido. En un bolo normal los detalles son más sencillos, mandas tu rider y luego sobre la marcha vas pidiendo pequeños matices. Estamos aliviando tensión con una visualización previa. Estamos sobreexcitados. 

¿Sabes que tenemos los dientes muy largos pensando en una noche oscura, bonita y repleta de nombres gloriosos de nuestro punk-rock? 

Txarly: Me consta. Otra cosa de las buenas de llevar años es que nos hemos ido conociendo casi todos porque en este mundillo somos cuatro. A día de hoy, sé que nos vamos a encontrar allí con gente de la escena musical que a mí me metió en esto. Es un tema que pesa mucho. Es algo que se normaliza, pero si lo piensas en un momento de descontrol, te puede pasar factura. Me resulta muy saludable saber que trabajo con Rafa Balmaseda, que voy a hacer un homenaje a uno de los cuatro personajes que marcaron la identidad de mi personaje artístico y que además nos vamos a reunir con un montón de figuras que marcaron esa senda que cogí musicalmente. Lo que te digo, en ese momento, sé que me voy a olvidar de todo menos de las letras, pero ahora mismo me pone un poco nerviosillo el asunto. 

¿De qué manera contactaron contigo para este asunto? ¿Qué opinión te merece la publicación de la biografía de Eduardo? 

Txarly: En lo que a nosotros respecta nos llega tocando en Gruta 77. Vino Pedro Munster, un viejo amigo y nos presenta a otro amigo suyo, Anibal J. Clar. Contactan con nosotros y nos comentan la idea de un posible evento de presentación, ya que lleva dos años escribiendo una biografía sobre Eduardo Benavente. Cuando Pedro entra en escena, él ya lleva años escribiendo desde una perspectiva de escritor, centrándose en el personaje de una manera más literaria, yendo a a la raíz. Sin querer desvelar mucho, nos va a mostrar una visión integral que llega hasta la casa paterna. Vamos a conocer la vida de Eduardo desde niño. A mí me parece algo similar a encontrar una caja en un desván que ni sabía que existía. Pedro que es un gran coleccionista aporta mucha documentación inédita a nivel fotográfico. El conjunto del libro va a ser la hostia. Cuando nos ofrecen estar allí ese día y hacer un pase especial salta, sin lugar a dudas, el concierto más especial de Los Ejemplares hasta la fecha. 

Se nos siguen poniendo los dientes largos escuchándote. 

Txarly: Me consta que es así, estamos en comunicación directa con Rafa que ha pasado por una enfermedad que le ha tenido en el dique seco todo el verano. Para él es una responsabilidad extra, viene de la banda origen. A nivel técnico nos tiene a látigo para hacerlo bien. Está haciendo la producción artística en plan duro. Para mí a nivel emotivo ser parte de un homenaje tan sincero y abierto con visos de quedar en un recuerdo físico es algo muy potente. Una vez que ese libro esté en nuestra estantería, cada vez que lo ojee me sentiré parte casi de una banda que me marcó de por vida. Hay intención de grabar el directo para igual una posible edición. Tiene pinta que la Sala El Sol se va a convertir en nuestra Luna Negra. 

Vamos a rematar Txarly siendo contradictorios. Voy a preguntar a un punk sobre el futuro. 

Txarly: Como futuro puedo hablar de semanas o meses vista, nunca he sido mirar muy adelante. Ahora soy más consciente de cuál es mi posición vital. Me apetecerá seguir derrapando y ser ochentero, pero también por fuerzas y lógica de años preveo no resultar muy patético en arrastrar historias que puedan parecer parodias. Todo lo que he hecho en mi vida ha sido por escenificación muy energética, ojalá aguantar como Iggy Pop. Si no se da el caso iré buscando mi hueco acorde con la velocidad. Nunca por estos lares he podido trabajar el formato más íntimo y sosegado, no acústico pero casi. Un Txarly Usher transformado en Tom Waits oscuro para tocar en garitos, no sentado, pero casi. Trabajar ese lado de cabaret oscuro. Es algo que no contemplo porque no tengo el equipo. Lo último que te puedo contar es una gamberrada tan actual que ha nacido hace pocas horas y quizás no la lleve a puerto. Estoy pensando en montar una banda de psichobilly para hacer versiones clásicas de punk, para dar dos o tres conciertos puntuales en festivales del género que me encantan. Es una gran gamberrada, como cuando monté Los Carniceros del Norte para ir a esos festivales sin pagar entrada. Tengo un nombre pensado, pero no puedo decir nada. Dentro de mi diarrea mental lo compuse todo antes de ayer. Ya tengo todo en la cabeza. Si lo levanto en quince días para adelante y si no, me olvido.