8 y 15 aproximadamente, sala Heineken. Entre empujones nos colocamos en las primeras filas y Vikxie nos recibe con esos aires cabareteros y provocadores que ya encontramos en grupos del mismo corte, como Sidecars y Pereza. La magia y el rock lo crean en esta ocasión canciones acompañadas por un batería, un bajo, un guitarra vocalista y un teclado.
Los primeros silbidos impacientes ya esperan la aparición del peso pesado de la noche. Y es que la Heineken está a rebosar para ver a Sidecars y sus Cremalleras, que aparecen en escena con su sana chulería. Apaga y vámonos es el tema que introduce la actuación de los chicos: Fue mi amor y tu lucha luchando en un ring para dos, que se aman a puñetazos. Inventándose un amor de contrabando, no buscado. Un amor de esos que se producen a contracorriente y de los que tanto les gusta hablar.
Tras él, temas como Anfetaminas (“Yo, un don Juan, esclavo de tus lágrimas. Y tú, Satán, no grites más…Sólo, soy un animal.”). Y entonces Llueve, y Después del fin…”Miénteme, y si es posible…dime: “quédate”. Y es que me lo he merecido. “He asumido que no vas a dejarme ser hoy tu ombligo”.
Todos parecemos saltar a cámara lenta mientras sentimos la electricidad del momento. Y es que hasta los temas más lentos adquieren un ritmo rockero y bailable cuando se trata de ellos, un sonido potente que nos contagia a todos y nos hace gritar hasta quedar afónicos.
Recuerdan el primer disco con el que se dieron a conocer con Muy bien, El jugador, Todo saldrá bien y Chica fácil. Porque “¡nadie tiene autocontrol con una chica fácil!”
Y volvemos a Cremalleras con Luz de gas, otro tema lento y que nos envuelve y nos deja respirar la nostalgia a través de la voz de Juancho. “Se despidió sin llanto, ni carmín. Gafas de sol, sonriendo para sí”.
Llegamos a la mitad del concierto dentro de la burbuja Sidecars para convertirnos en Chavales de instituto: “quiero invitarte a salir, cenaremos en un sitio caro. Luego puedo hacerte reír, llevarte al cine y meterte mano”. Y si todo sale mal… Pasamos al plan B. “Llegarás a enloquecer, y después me odiarás…Soy fuego en tus manos, y estoy tiritando.”. ¿Y después? Pues los chicos deciden Salir a matar.
Y llega el momento de alzar manos, encender mecheros y emocionarnos. Es el turno de Fan de ti, el que fuera la banda sonora del spot de El Corte Inglés. Un tema que podríamos dedicarle a ellos mismos a la vez que a cualquiera, que desprende pensamientos, instantes, sentimientos de un amor loco, casi obsesivo, pasional a la vez que tierno, único y mágico. “Soy fan de ti, de tu manera de vestir, de cada gramo de tu maquillaje, soy fan de verte presumir.”
Y continuamos con otra canción que siempre nos hace enloquecer en sus conciertos y que ya encontrábamos en su primer álbum, Sidecars. Juancho se acerca para susurrarnos las desventuras que nos produce este mundo frágil: “Con los huesos rotos sólo duele ver que ya no estás, que no miras atrás…”
Pelos de punta por los últimos acordes, “nos vamos ya”. De nuevo las voces de la gente coreando “¡otra, otra!”. Parece que a los chicos de Alameda de Osuna les cuesta despedirse y se resisten a marcharse del escenario sin deleitarnos con su single homónimo, Cremalleras. Para finalizar, No tengo problemas, tema que concluye con la presentación de la banda y que podría ser el lema de los chicos: “Ya no tengo problemas, no tengo preocupación, bajo la luna llena… ¡espero ver de nuevo el sol!”
Todos vamos despejando la sala tras los agradecimientos de Sidecars y la sensación de un gran concierto que termina demasiado pronto. Y es que como dirían ellos: “¡Siempre me matan las despedidas, tan sólo soy un espectador…!”.
Texto y Fotos Paula Rodríguez Martín
The Lemon Twigs iluminan Barcelona con su teatro musical en clave retro
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*Sala Apolo, Barcelona. Martes, 3 de diciembre del 2024.*
*Texto: Àlex Guimerà.*
*Fotografía: Antoni Bertrán.*
Una de las giras más aclamadas de este fin...