Hablar de Supersubmarina es hacerlo de uno de los grupos más descarados, frescos y potentes de la última hornada pop-rock española. Dos años han pasado desde que tuvimos conocimiento de que en Baeza había cuatro chicos que hacían música de manera notable. El descubrimiento fue durante el primer concierto de los jienenses en Madrid. El lugar fue la sala Caracol, que si bien no llenaron si convencieron al público congregado. Dos Ep’s y un álbum les proyectaron para realizar una gira que parecía nunca acabar, llevándoles pisar algunos de los escenarios más importantes del país colgando en la entrada el cartel de “No hay Billetes”.
Ahora, tras un pequeño descanso, presentan un nuevo Ep. Realimentación. Cuatro temas sobresalientes en los que Supersubmarina demuestran que siguen generando canciones que le explotan en la cara al oyente enganchándole desde la primera escucha.
Comienza con la delirante y rabiosa historia de Kevin Mc Aliister. Con un toque de MDA nos abre los ojos como platos. Hedonismo agresivo que a buen seguro hará que tiemblen los cimientos de las salas de conciertos donde quiera que pisen. Continúa una melódica y chispeante canción pop titulada Puta Vida en la que ahondan en los momentos de dudas e incertidumbre ante tomas de decisiones complejas. El tercer corte es la caricatura de la Emperatriz que manda y ordena en plan femme fatal. Como último corte encontramos un tema en el que juegan con la metáfora aeronáutica para reflejar ese instante en el que se rompe la barrera de las palabras entre dos personas, haciendo del instante, El Encuentro.
Realimentación son cuatro temas que si al igual que sus anteriores Ep’s , en los que avanzaron lo que después se convertiría en álbum, lo único que cabe decir es, que Supersubmarina le van a pegar un buen bocado al pastel si el segundo largo sigue los pasos marcados en estos cuatro cortes.
Iván González
El FIZ como trinchera
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*Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza. Sábado 28 de septiembre de
2024. *
*Texto y fotografías: Javier Capapé *
Un año más y un *FIZ* que pasa, pero...