"Buscamos sonar orgánicos,
por encima de perfectos. Es el camino en que nos sentimos más cómodos."
Con su segundo EP, "Un
Atlas Para Deshacerlo Todo", la banda toledana Veintiuno, quema
una nueva etapa en su carrera musical. Un etapa que ha mostrado una grupo unido
y motivado por la búsqueda de un sonido propio y más definido, que tiene como
finalidad llevarles a conseguir su objetivo, una pequeña parcela dentro del
difícil y complejo panorama musical actual.
Utilizando como armas su
promoción a través de las redes, así como su esfuerzo y buen hacer en los
directos que estan llevando inicialmente en el centro de la península, creemos
que lo tienen todo para cumplir dicha meta.
Es por ello, que nos hemos puesto
en contacto con su vocalista y guitarra, Diego "Veintiuno",
para charlar con él sobre su nuevo EP, conciertos y próximos pasos a
seguir.
Con nuestra charla os dejarmos:
A diferencia de vuestro primer EP, en el que había diferentes caminos que dificultaban la definición de Veintiuno con un estilo y sonido propio; percibimos ahora (desde fuera, eso sí), una banda perfilada, unida y bien definida. ¿Qué ha pasado en este año y medio?
Diego: Han pasado muchísimas cosas. En primer lugar, el anterior EP lo grabamos con el nervio y la inexperiencia de ser nuestra primera referencia discográfica. En aquella grabación había más intenciones que ideas claras. Ha pasado un año y medio, y más de una veintena de conciertos. Por fuerza, eso tiene que hacer madurar a una banda.
¿De dónde han nacido las cinco canciones que conforman “Un Atlas Para Deshacerlo Todo”?
Diego: De una gran variedad de sufrimientos, alegrías, decepciones, pequeños triunfos y grandes errores.
A diferencia de vuestro primer EP, en el que había diferentes caminos que dificultaban la definición de Veintiuno con un estilo y sonido propio; percibimos ahora (desde fuera, eso sí), una banda perfilada, unida y bien definida. ¿Qué ha pasado en este año y medio?
Diego: Han pasado muchísimas cosas. En primer lugar, el anterior EP lo grabamos con el nervio y la inexperiencia de ser nuestra primera referencia discográfica. En aquella grabación había más intenciones que ideas claras. Ha pasado un año y medio, y más de una veintena de conciertos. Por fuerza, eso tiene que hacer madurar a una banda.
¿De dónde han nacido las cinco canciones que conforman “Un Atlas Para Deshacerlo Todo”?
Diego: De una gran variedad de sufrimientos, alegrías, decepciones, pequeños triunfos y grandes errores.
¿Cómo resumiríais el más de medio año de intensa preparación que os ha llevado crear “Un atlas para deshacerlo todo”?
Diego: En verdad, lo resumiría en 5 meses de trabajo intensivo. Nos encerramos en un garaje en mayo y grabamos en diciembre, tocando en directo, sacando tiempo de debajo de las piedras para poder tocar 3 y 4 veces por semana.
¿Cuáles creéis que son las principales diferencias (desde dentro) entre vuestro primer EP (“Aprendiendo a respirar” 2011) y este último?
Diego: Están motivados por sensaciones distintas, experiencias distintas, y tocados de manera distinta. El anterior EP se grabó durante un mes entero. Este EP se ha grabado en 4 días, tocando todos juntos en una habitación.
¿Qué sensaciones os ha dejado el proceso de grabación, producción y mezcla en Reno Studios? ¿Qué habéis aprendido allí?
Diego: Reno es una experiencia, un estado mental en sí mismo. Allí se trabaja con gente de primer nivel, centrada en su trabajo y en que todo salga perfecto. Hay un cuidado minucioso en el sonido, y, con Dan, hubo un trabajo maravilloso de laboratorio sónico. Y todo, teniendo en cuenta el escaso tiempo con el que contábamos.
Los pianos más clásicos de vuestras primeras canciones, han dado paso a sintes; la voz ha comenzado a integrarse con la instrumentación de forma más natural y las guitarras y percusiones están cogiendo más ritmo y agilidad ¿Son estas vías algunas de las que marcarán el futuro más cercano de Veintiuno?
Diego: Obviamente, es por donde queremos que vaya. Los pianos no se han ido, pero tienen que encontrar su sitio. Buscamos sonar orgánicos, por encima de perfectos. Es el camino en que nos sentimos más cómodos.
¿Cómo ha modificado la situación personal y vital de los integrantes de la banda, la manera de afrontar y defender vuestro proyecto?
Diego: Ha sido definitoria para el carácter del trabajo, lírica y musicalmente. Hemos estado verdaderamente jodidos. Y es curioso, hemos pasados por momentos personales duros de forma paralela, como si hubiera algún tipo de contagio hormonal entre nosotros.
¿Cómo va la gira de presentación?
Diego: Llevamos 6 conciertos, y tenemos otros 4 a la vista. No tenemos ni infraestructura ni tamaño como para poder llamarlo gira. Sin embargo, llevamos dos meses de publicación y estamos recibiendo más atención que con todo el EP anterior. Algo sucede, y estamos muy agradecidos.
¿Qué aspectos destacarías (positiva y negativamente) de la misma?
Diego: Lo mejor es que nadie nos conoce, así que podemos sorprender. Lo malo es que nadie nos conoce, así que poca gente se interesa por ser sorprendida.
Para ser un grupo “autogestionado y auto-todo”, el recibimiento que está registrando vuestro “Un atlas para deshacerlo todo” en Bandcamp y Youtube es alucinante ¿A qué se debe?
Diego: A que somos ligeramente pesados, y a que, si bien no nos sigue “mucha gente” (a día de hoy, 932 personas en facebook y 902 en Twitter), la que nos sigue es muy ruidosa. Hay gente a la que le estamos gustando mucho y están siendo ellos nuestra carta de presentación. Además, los blogs, webs, podcasts y otros medios digitales están recibiendo el EP con muy buenas críticas, lo que está aumentando el espectro de gente que nos escucha.
¿Por qué creéis que todo este apoyo no se transforma en oportunidades en grandes festivales, sellos, agencias de managements…?
Diego: Porque esos estamentos no son ONGs, son empresas, y se miden, por lo general, en términos de rentabilidad. O tal vez porque no somos tan buenos. No lo sé, y no me importa. Lo único que me importa es hacer y tocar música, y ojalá me dejaran hacerlo más.
¿Qué es más importante de cara a ganar concursos para grupos noveles: ser realmente buenos o tener una gran masa social en las redes?
Diego: Depende del tipo de concurso. Cuantitativamente, hay muchos más concursos que se rigen por voto de público; es lógico, se trata de festivales, empresas que quieren generar publicidad viral a través del anzuelo que es para un grupo la posibilidad de tocar en la plataforma que ofrecen. Hay muy pocos concursos en los que decida un jurado, lo que, por otra parte, plantea el problema de que se circunscribe al criterio, afín a tu música o no, del mismo.
Para el primer caso, cuenta tener muchos amigos (salvo que el concurso sea fraudulento, algo que también he podido ver en situaciones por las que han pasado compañeros), y para el segundo, encontrarte dentro del espectro requerido y valorado por el jurado.
¿Cómo afrontáis el verano y el resto de este 2013?
Diego: Con un local de 15 metros cuadrados sin ventanas, pero con aire acondicionado (risas).
Por: Rubén López / ruben@elgiradiscos.com
Fotos: María Victoria Carvallo (Fisheye Soho Estudio)