Tras el anglosajón nombre de Paul Zinnard se encuentra el mallorquín Carlos Oliver, el que con este proyecto personal pone continuidad, en el aspecto cronológico, a otros grupales como The Bolivians o The Pauls. Por hablar en términos absolutos, siempre tendentes a cierta injusticia, mientras que en aquellas vivencias pasadas el sonido pop-rock por lo general imperaba, en esta andadura individual es el americano el que toma el protagonismo.
Clean-Cut and Rude es el tercer álbum de esta andadura, que como ya ha quedado comentado, utiliza la música de raíces como su suelo creativo, pero es cierto que en cada uno de esos pasos ha habido una forma diferente, o por lo menos característica en cada momento determinado, de afrontarlo. Si en su debut Songs of Hatred and Remorse optó por lo más acústico e íntimo, y en la continuación, Orbit One, por una amplitud instrumental mucho más marcada, en la actual opta por la inmediatez, lo espontáneo y un rock americano directo y dinámico.
En esa tesitura, y también para consolidarla, la banda se conforma como quinteto (con dos guitarras, bajo, batería y teclado) y afrontó la grabación de los temas prácticamente en directo y en un espacio de tiempo muy limitado. Clean-Cut and Rude , además, esconde entre su música unos textos sobre historias cotidianas que cobijan pequeños, sólo por aquello de lo habitual, dramas dibujados bajo el, a veces, falso espejo de bucólicas y viajeras fotografías.
All Around the World es la encargada de abrir fuego, y lo hace con un piano que suena a Randy Newman, lo que lleva consigo ese toque ágil y con sabor a clásico, mezclado con una forma de interpretar, algo común a lo largo del todo el álbum , que posee un deje a Bob Dylan, por esa forma de frasear algo arrastrada. Siguiendo con el papel de los teclados vuelven a imprimir en Stop Wasting My Time una cadencia dinámica, en este caso todavía más juguetona y atropellada, pero básicamente desarrollando el contexto de la antes citada. Será en Beaches in the North donde su color se acerque a un ambiente más sureño, apoyado por la labor de la armónica, incluso teniendo una retirada a Lynyrd Skynyrd (sin la crudeza de estos).
La atronadora sección de metales que sirve como inicio, y que permanecerá en el posterior desarrollo del tema, de You and I no puede ocultar el auténtico sonido americano que traslada, con ecos incluso a gente como Tom Petty. Melodías pegadizas y relativamente soleadas como las de All Day Long se juntan con la lenta, íntima y sobria, aunque según transcurre se le irá sumando instrumentación, Rain or No Rain o la nostálgica John and Claire, que nos trae a la memoria a Wilco. Incluso habrá espacio para que en Red or Blue nos encontremos con un punzante y chulesco, por su forma de ser cantada, acercamiento al pub rock ejercido por entre otros Graham Parker, y en la que encontramos la muy lograda narración con la realpolitik (y su eterna amenaza nuclear) como telón de fondo.
Clean-Cut and Rude es un disco corto, certero y realmente logrado. Y precisamente lo es, entre otras cosas, porque esa aparente inmediatez y sencillez con la que trabaja las melodías, siempre bajo el amparo del rock americano, no es tarea nada fácil y mucho menos cuando es capaz, como es el caso, de esconder, sin aparente esfuerzo, en sus melodías y textos diferentes capas en las que perderse, y cómo no divertirse.
Kepa Arbizu