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Por: Txema Mañeru
Mencionar a Lee Ritenour es nombrar a una historia viva de la guitarra. Cualquier buen aficionado a las 6 cuerdas, sea en el estilo musical que sea, debiera conocer la destreza de este genio del instrumento. Pero si Ritenour es historia este disco crea también lo es para el propio músico respecto de su vida más cercana.
“Dreamcatcher” (Mascot / Top Artist Promotion) es la historia de un hombre que lleva más de 5 décadas de carrera persiguiendo su sueño. Lee es el cazador de sueños aquí y el hombre que quiere ahuyentar las pesadillas personales que le han sucedido en un corto espacio de tiempo. Es por tanto un reflejo de todo el año 2020 pero también es la historia de toda una vida con sus guitarras. Aunque parezca increíble, hasta la fecha no tenía un solo disco en solitario. Eso que estamos hablando de un hombre que comenzó a tocar la guitarra con 8 años y sin llegar a la mayoría de edad se estrenaba con The Mama’s & The Papa’s, empujado por lo que le había escuchado a su héroe del instrumento, el genial Wes Montgomery. Posteriormente ha ido tocando con Pink Floyd, Frak Sinatra, Steely Dan, Aretha Franklin, B.B.King, Tonny Bennett o, su amigo y compañero muchos años y en muchos discos, Dave Grusin, con quien ha actuado entre nosotros. Pero hasta ahora no había grabado jamás un álbum solo con su guitarra, y han sido los últimos acontecimientos en su vida lo que le ha dado el empujón definitivo. Te hablamos de un guitarrista con más de medio centenar de discos y ganador del Grammy, premios para los que ha tenido 16 nominaciones.
El caso es que en 2018 ardió su casa y su estudio en Malibú. En dicho incendio perdió más de 100 guitarras y 40 amplificadores, además de gran parte de la historia de su extensa carrera. Poco después tuvo que ser ingresado para una complicadísima operación de corazón. Su desafío personal al sobrevivir era hacer este trabajo bajo su propio nombre, él solo con sus guitarras. Mientras estaba en ello surgió toda la movida del Covid para complicar un poco más las cosas. Así decidió sumergirse en su música y en su guitarra y con 7 de ellas construyó todo lo que puedes escuchar en este disco, cercano mayormente al jazz pero con diversas inmersiones en otras músicas y hasta un toque de los indios navajos que son los que utilizaban los “Dreamcatchers”, o cazadores de sueños.
Algunos temas tienen una sola guitarra y nada más, pero para otros ha utilizado hasta 15 pistas de guitarras diferentes para lograr la sonoridad que andaba buscando. Mientras otros aprovecharon 2020 para escribir un libro, él lo hizo para crear algo que nunca había hecho, un disco él solo y su guitarra. Comienza con la magia, la pureza, el amor y los sueños, muchos sueños del tema titular. Utilizando 2 Yamaha e introduciendo un fragmento de "Waltz For Carmen". En The Lighthouse vio de joven a Wes Montgomery, Kenny Burrell, Joe Pass, Freddie Hubbard o Cannonball Adderley, y así titula un tema de clara sonoridad jazz con una guitarra Gibson y con ciertos aromas brasileños. "Charleston" es su homenaje al movimiento Black Lives Matter. Los toques folk llegan en "Starlight", con su guitarra Taylor barítono, además es la última canción que compuso antes del incendio devastador para su casa, su estudio y su propia vida. "Abbot Kinney" es una impecable joya rock con licks maravillosos con su Gibson Les Paul, mientras que "Morning Glory Jam" es su jam en solitario para 4 guitarras, creando así una nueva versión de este tema. Múltiples guitarras también para "Couldn’t Help Myself" y emotivo tributo-homenaje a su compañero en una hermosa y lenta "For D.G.". Para el final se guarda los más de 9 minutos de "2020", una pequeña sinfonía dividida en tres partes que suponen su reflexión a todos los acontecimientos ocurridos en el recién finalizado año. Es fácil simplificar este trabajo en dos palabras: mágicos sueños.
