Watling y Sidran en LEO & LEO: “Todo esto es porque nos encanta la música y nos encanta tocar”


Por: Nuria Pastor Navarro. 
Fotografías: Ana Mañez.

No siempre se puede aprovechar la casualidad de llamarte igual que tu compañero para titular el arte que hacéis en conjunto. Sin embargo, el destino les regaló está curiosidad a Leonor Watling y Leo Sidran, que no dudaron ni un instante en hacer buen uso de ella. 

Tras varias colaboraciones fugaces, los dos artistas presentan este año “LEO & LEO”, un álbum que reimagina algunos temas del compositor Leo Sidran con la voz de Leonor Watling y la música de The Groovy French Band. Un trabajo elegante, consistente y placentero que se podrá disfrutar en directo en varias ciudades de España a partir del 30 de octubre. Hoy, los dos “Leos” nos hablan de este brillante proyecto. 

Vamos a empezar mirando un poco al pasado… Contadme cómo os conocisteis vosotros dos.

Leonor Watling: Pues nos conocimos hace… Yo no estoy segura de si hace como dieciséis años o diecisiete, no lo sé, a través de Jorge Drexler. Leo fue productor suyo y Jorge es muy amigo de Leo y de su padre Ben Sidran. Y siempre que han venido a Madrid a tocar yo he aprovechado para ir a verlos. Tuvimos la suerte en Marlango de pedirles una colaboración a Ben y a Leo y grabasteis una canción para nosotros, fue una colaboración súper bonita. 

Leo Sidran: Sí, y tú luego nos devolviste el favor y cantaste en un disco de mi padre. O sea, que siempre ha sido una amistad que giraba en un mundo de canciones, música y de juntarnos cuando yo estaba de viaje, de gira, desde los Estados Unidos a España. Nos juntábamos a comer, a veces con una guitarra en las sobremesas. Te aprendiste algunas canciones mías y ya empezamos a crear una forma de hacer cosas juntos. 

Leonor: Y luego yo creo que donde se condensa un poco es en un concierto que dio Leo en Vitoria. Entonces nos llamó al trío de jazz de Javi Peña y a mí para tocar con él y su trío en un concierto. El concierto era de Leo Sidran, luego tocaba Javi Peña trío y luego tocábamos juntos. Yo creo que esa fue la primera vez que trabajamos juntos. 

Leo: Sí, y que reconocimos de forma muy pública el lado tocayo. Es decir, que ya empezamos a jugar un poco con los “Leos”. “El encuentro Leo"; no sé exactamente cómo lo llamamos, pero algo así. 

Entonces, con todo esto que tenéis ya detrás, ¿cómo ha sido para vosotros colaborar en este proyecto? 

Leonor: Pues muy fácil, muy divertido, muy bonito, como sin sufrir, ¿no? Una cosa como de placer de hacer música y grabarla lo mejor que podamos. Y siempre con una sensación de disfrutar mucho, de hacer una cosa que queremos, que nadie nos ha pedido y que queremos hacerla lo mejor posible. Era como: “bueno, ya que vamos a sacar el disco, pues vamos a hacernos fotos buenas, ¿no?”. “Sí, bueno, ya que vamos a hacernos fotos buenas, vamos a hacer un vídeo, ¿no?”. 

Leo: Es verdad… ¿Sabes la regla de la improvisación teatral? Es el “sí, y…”. Ha sido un poco eso, el “sí, y…”. 

Leonor: “Si vas a tocar en el Central, te vienes a cantar una canción. Y ya que estás, nos hacemos una foto, ¿vale? Y ya que nos hacemos una foto y nos ponemos guapos, hacemos un vídeo…”. Siempre así, sumando y haciendo. Pero siempre desde el disfrute y desde el amor a la música. Todo esto es porque nos encanta la música y nos encanta tocar. 

¿Cuáles han sido las inspiraciones o influencias a nivel musical para crear este álbum? 

Leonor: Bueno, para mí todas las canciones de Leo Sidran… Esa ha sido mi inspiración. ¿La tuya, Leo? 
Leo: Pues te podría decir que es la misma respuesta o que es mucho más larga. Porque en realidad me gustaría pensar que a lo mejor te gusta lo que hago porque compartimos tantos códigos, tantas referencias, tantas cosas… Y que somos de la misma generación, aunque nos criamos en distintos rincones del mundo. Yo me crie en una ciudad pequeña en el medio de los Estados Unidos, cerca de Chicago, y Leonor es madrileña, pero medio inglesa. O sea, somos de distintos mundos, pero nos dimos cuenta de que tenemos mucha referencia en común y mucha música y mucho cine, mucha cultura popular compartida. Así que sí que ha sido un poco una inspiración el encontrar lo que compartimos, yo creo. 

Inspiración mutua, ¿no? Como decía Leonor, entre vosotros siempre. 

Leo: Sí, bueno, yo también reconozco que lo nombro menos de lo que debería, pero es que Leonor tiene una voz increíble y una manera de cantar muy única y especial que también me fascina. Me recuerda mucho a mucha música que realmente es importantísima para mí. Por eso yo sé que tenemos códigos compartidos, porque tiene una forma de expresar la letra, de desarrollar, que me parece no solo muy buena, sino la correcta. Como que no es muy típica, es muy única. 

“Somos de distintos mundos, pero nos dimos cuenta de que tenemos mucha referencia en común. Ha sido una inspiración encontrar lo que compartimos”. 

¿Y qué ha sido lo que más habéis disfrutado durante este proceso? 

Leonor: A mí es que me gusta mucho el estudio. Me gusta mucho porque estás haciendo música, pero sin el estrés del directo. O sea, estás de repente como: “para, para, para, no; vamos a hacerla otra vez”, y todo es posible. De pronto, en tu cabeza oyes unos vientos y ya dices: “vamos a intentar meter unos vientos”. Y esa parte a mí, el estar con los músicos y toda esa convivencia, me gusta mucho. 

Leo: A mí me está gustando todo, no hay mucho que me disguste, la verdad. Hasta los conciertos me están gustando. Los conciertos son muy curiosos porque como vivimos muy alejados, como que en ellos nos juntamos realmente y descubrimos muchas cosas. Es decir, que hay mucho que ya sabemos y hay mucho que no sabemos hasta que llega a pasar, y es muy interesante eso. 

Hay una cosa que dijiste tú, Leo, en la vídeo presentación del disco que me gustó mucho, y es que las canciones no te pertenecen cuando las haces, sino que son hijos que crecen y se van después. Entonces, ¿qué toque creéis que habéis aportado cada uno a la “educación” de estos “hijos”? 

Leonor: [ríe] Yo creo que los he llevado al parque y les he dejado ensuciarse un poco con el barro y trepar por los árboles. Y yo creo que he logrado que Leo los grabe como suenan directo. 

Leo: [ríe] Claro. Tú eres un poco la madrastra, porque una cosa es que un compositor haga una canción y después la suelte y que sea interpretada y versionada por otra gente. Pero es que yo estoy todavía en el parque de recreo, lo que pasa es que de repente viene la nueva madre a decir: “ven, ensúciate”, como dices tú, “métete en el barro, no pasa nada”. Entonces es un poco una familia moderna, mezclada y compartida, diría yo, con esas canciones. 

Leonor, ¿cómo se relaciona tu faceta musical con la faceta actoral? 

Leonor: No se relacionan mucho, la verdad. A veces se pelean por fechas, si acaso… Aunque seguramente mi parte de escritora de letras se alimenta mucho de todas las experiencias que tienes en los rodajes y de ese infinito cauce de experiencias de gente que conoces, de historias que escuchas, de mucho input y muchas experiencias que no son tuyas. Y nada más, yo creo. 

¿Y cómo se siente revisitar de esta manera tus temas antiguos, Leo? 

Leo: Hombre, de entrada yo me siento muy privilegiado. No hay mejor regalo que otra persona te pueda dar que cantar tu canción. Y el hecho de que Leonor quisiera no sólo cantar una canción mía, sino toda una colección de ellas ha sido un gran honor. Y también fíjate que no he sufrido. Sufro a veces componiendo, como sufrimos todos, y ya una vez que esté terminado las escucho con el oído abierto a decir “pues me gusta como canción”. No hay ninguna frase que pensara que debería haber cambiado. Yo creo que es muy bonito poder aceptar el trabajo, y creo que este proceso ha sido también de aceptar lo que hice e integrarlo, y decir: “bueno, son canciones ya hechas, ya tienen su vida”. Entonces es como ser medio testigo de uno mismo, de mí mismo y de lo que hice. 

 Además de esas canciones ya hechas, hay dos temas originales para este proyecto. ¿Cómo fue su creación? 

Leonor: Yo creo que está muy bien para él que no sean todo canciones que ya ha hecho, sino poder hacer un par de canciones nuevas. Hay una que escribió porque yo me estaba sacando el carné de conducir y se reía todo el mundo de mí, y Leo dijo: “no, está muy bien, nunca es tarde”. Y la otra la escribió él, escribimos la letra a medias, y a mí me gusta mucho porque tiene una cosa muy clásica, parece casi como una película que estás viendo. Es una historia de dos que se conocen y no tienen mucha esperanza, se toman un vino y se enamoran, y eso fue muy divertido. Recuerdo todos los mensajes escribiendo la letra y yo empeñada en que tenía que acabar bien la canción… 

Leo: [ríe] Claro, yo me quedé muy sorprendido cuando me dijiste: “quiero que se casen, quiero que se enamoren”. Y ahí sí que has traído también tu lado; no quiero decir que sea por influencia de haber trabajado tanto en cine, pero es verdad que has traído un lado narrativo. Y esa canción también es la que nos da una pista para saber cómo sería componer en el futuro, porque es lo único que hemos hecho de verdad, colaborando en una letra, y cada uno ha dejado su parte. Creo que tú has sido un poco más libre, y yo también he sido más libre. Era como descubrirlo entre nosotros dos, no ha habido mucha lucha.

“Este proceso ha sido también de aceptar lo que hice e integrarlo. Como ser medio testigo de uno mismo, de mí mismo y de lo que hice”

Esta colaboración nos deja con ganas de más. ¿Volveréis a juntaros para otro proyecto? 

Leonor: Pues ojalá, depende un poco también de cómo vaya este disco y la gira que vamos a hacer, y con suerte tocaremos más el año que viene… También depende de si podemos pagar otro disco y de si alguien quiere escucharlo [ríe]. 

Leo: Pero yo creo que se nota que lo estamos pasando bien, y que sí que hay una forma de seguir. Sí, estamos abiertos, yo creo, ¿no? 

Leonor: Yo creo que sí. 

Leo: Empezamos poco a poco con, yo qué sé, media canción. Yo te mando una canción, una idea, y a ver qué pasa.