Rickie Lee Jones “Balm in Gilead”

Madrid, sala Caracol, 17-11-09.
Hablar de Rickie (Chicago, 1954), es hablar de una de las grandes voces y compositoras de los últimos treinta años, que son los que acaba de cumplir de trayecto discográfico. Su último trabajo, “Balm in Gilead”, lo presenta por una gira, que además de Madrid recalará éstos días también por Cádiz, Bilbao, Cartagena y Barcelona.

Este último disco, más reposado, según sus palabras, “con poder balsámico”, tiene cabida desde rhythm & blues, soul o incluso incursiones al country de la mano de su amiga Alisson Krauss, colaborando en “Remenber me”. Victoria Williams, Vic Chesnutt y Ben Harper, también dejan su sello de calidad aportando sus voces, en el caso de Williams en el esplendido tema de corte espiritual “His Jeweled Floor”. La única versión del disco es una nana que compuso su padre, y que éste la cantaba cuando era pequeña “The moon is made of gold”. El disco se abre con “Wild Girl”, que es ni más ni menos que su propia historia, y a la que dedica a su hija.

Este último disco no se asemeja mucho a su anterior “The sermon on Exposition Boulevard, 2007”, y es que según palabras de la artista, “cada nuevo álbum se plantea de manera distinta igual que mi existencia que no está muy planificada”. “Balm in Gilead”, que aunque el título tenga transfondo bíblico, fue creado con su amigo David Tibet del grupo Current 93, y también inspirado en la obra de teatro dirigida por John Malkovich,

Ya dentro de la sala Caracol, la primera sorpresa fue la noticia de la cancelación de los teloneros Pájaro Sunrise, al parecer, a última hora, la artista prefirió que no hubiera artista invitado. Aunque la sala a priori no fuera la más propicia para disfrutar la intimidad de las canciones de Miss Jones, la verdad, es que el sonido estuvo perfecto durante toda la noche, y el público respetuoso en todo momento, manteniendo el silencio que un organizador solicitaba expresamente a petición de la artista, también pidió no fumar durante la duración de el show. Al margen de estas anécdotas, la sala presenciaba una buena entrada, aunque sin llegar al lleno absoluto.

Escasos minutos después de la hora indicada, Rickie y su banda acompañante, formada por un teclista, que también haría las veces de guitarra solista y un contrabajo eléctrico. Aparecieron en el escenario en medio de aplausos y ovaciones al mito de la música estadounidense. Comenzó el concierto mirando a su cancionero pasado con una preciosa “It takes you there”, siguiendo con “Running from Mercy”, sin olvidarse de clásicos de su repertorio como “Youngblood” o “Last chance Texaco”. Pronto dio paso a las canciones de su último disco, interpretadas a la perfección, con su inconfundible chorro de voz, que sigue estando en perfecto estado, como demostró con la delicada “His Jeweled Floor”, “Bonfire” o “The Moon is made of Gold”, creando una increíble atmosfera con Rickie a la guitarra acústica y haciendo alarde de sus numerosos registros como cuando se sentó al piano para interpretar una emocionante “We Belong Togheter” de su disco Pirates. Y fue este último tramo cuando elevó la temperatura del local hasta llegar a niveles a los que incluso una fan de primeras filas tuvo que ser desalojada debido a un desmayo, bajo la atenta mirada de la cantante que con gesto de sorpresa e incredulidad aconsejaba que mejor se estaría sentados.

Para los bises y con peticiones del respetable de sus temas más entrañables como “Horses” (que no llegó a interpretar), se decantó por dos de sus nuevas piezas, una emocionante “The Gospel Of Carlos, Norman and Smith”, que nos introducía comentando, que estaba dedicada a los atletas negros que en la epoca de segregación racial, recocieron sus medallas en las olimpiadas de México, saludando con el característico puño de los Panteras Negras, fue uno de los momentos de la noche, a ritmo de gospel-soul. Para terminar, eligió el tema que abre el último disco, la preciosa “Wild Girl”.

Buen concierto de una artista que nos confirma que está en un momento dulce de su vida, tanto en lo personal como en su carrera, haciendo el disco y la música que siente en cada momento, disfrutando de su excepcional y preciosa voz, disfrutando de los directos y del reconocimiento de sus incondicionales. Esperamos verte de nuevo pronto por aquí Rickie.

Texto y fotos: Alberto Vicente.