Conciertos Retratos Mahou - Primer Fin de Semana

Madrid, Teatros del Canal. 15 y 16 de Octubre de 2010.

Kiko Veneno
“Lecciones de estilo
Volvía a nuestra ciudad la segunda edición de los Conciertos Retratos Mahou, una interesante iniciativa que pretende reivindicar a la música como lo que es, un elemento cultural más. Lo son el cine, la literatura y el teatro, eso parece que todo el mundo lo tiene claro, pero también lo es la música, sobre todo si esta última se nos presenta en directo en un marco incomparable, como son los Teatros del Canal.

La verdad es que había expectación por ver la segunda edición de esta curiosa experiencia. La vuelta no podía ser de una mejor manera, ya que para este año los organizadores habían decidido abrir las noches de “concierto-cultura” con la participación del gran Kiko Veneno, quién presentaría en Madrid las canciones de su nuevo trabajo “Dice la Gente”.

Abrió la noche Álex Ferreira, quien parapetado tras su guitarra acústica, interpretó algunas canciones de su álbum de debut “Un Domingo Cualquiera”. Todo transcurrió en un abrir y cerrar de ojos, pues solo tuvo la oportunidad de interpretar cuatro temas antes de despedirse. Buenas canciones como “Dije lo que Dije”, dejaron ver a las claras la calidad de las composiciones del dominicano ante un público, que no nos engañemos, estaba esperando al cabeza de cartel como agua de Mayo.

Minutos más tarde de las diez de la noche apareció sobre el escenario Kiko Veneno, vestido de un blanco impoluto. El respetable le brindó una cerrada ovación sin tener necesidad de abrir ni un solo instante la boca. Uno de esos pequeños detalles que muestra la grandeza de un artista y el cariño que le profesan todos aquellos que llevan años siguiéndole.

Para entonces La Banda del Retumbe ya había arrancado con los primeros compases de “Coge la Guitarra”, perteneciente al álbum “La Familia Pollo”. No tardó mucho el bueno de Kiko en comenzar a desgranar las canciones de su nuevo disco. La primera de las composiciones que interpretó fue “Cadena de Oro”, tras ella llegó el momento de “La Chispa” y de su adaptación al castellano de “Bird on a Ware”, del canadiense Leonard Cohen, bajo el título de “Pájaro en el Cable”.

En ese instante la Sala Roja de los Teatros del Canal, era ya un clamor. La gente disfrutaba a partes iguales tanto con las novedades, como con los temas más antiguos del repertorio del de Figueras. Un Kiko que en todo momento se mostró tal y como es. Cercano, conversador y por momentos muy divertido, en sus alocuciones al público. Disfrutaba y hacía disfrutar a los asistentes que, casi en su totalidad, llenaban el aforo del recinto.

Continúo su actuación con “Campeones de la Suerte”, una de las canciones que más nos gustan de su nuevo trabajo y con “El Duende”, donde sorprendió a propios y extraños al cerrarla con un toque sonoro cercano a la música africana. El momento “Respeto”, fue muy celebrado por todos los presentes y es que como dice su autor, “Está muy bien eso del cariño”. Tras ellas siguió desgranando el nuevo disco con canciones como “Andalucía”, un curioso alegato a favor de la tierra donde vive, “Dice la Gente”, que da titulo al disco y “Totupan”.

Con “El Mosquito Suicida”, hicieron amago de dar por finalizada su actuación. En mitad de una calurosa ovación, se marcharon ordenadamente del escenario. Había llegado el momento de los bises.

Volvieron al escenario para interpretar “La Rama de Barcelona”, una rumbita de lo más alegre que hizo que el público se levantara de sus asientos para bailar. Tuvieron la gentileza de dejarnos montar “En un Mercedes Blanco”, cosa que disfrutamos sobremanera, antes de hacer amago de volver a marcharse con “Satisfacción”. En ese instante se encontraron con un pequeño problema. El respetable no andaba todavía con ganas de que se marcharan.

Tuvieron que aparecer por tercera vez en escena, para regalarnos una emocionante interpretación de “Reír y Llorar”, en un interesante mano a mano entre Kiko Veneno y el guitarrista Raúl Rodríguez. Tras ella se les unió el resto de la banda que acompaña al maestro para arrancarnos la última sonrisa de la noche de la mano de “La Rumbita de la Crisis”, con la que, ahora sí, dieron por finalizada su actuación, ante el clamor popular de una audiencia que despidió a “los toreros” con la enésima ovación del día.

Los Conciertos Retratos Mahou volvieron a Madrid con una actuación para el disfrute, en la que sobre el escenario se desgranó simpatía, rock, música africana y sobre todo, mucha rumba. Sí rumba, ese género musical tan en boga que algunos se encargan de denostar con composiciones infames día tras día. Suerte que en el panorama quedan señores como Kiko Veneno dispuestos aun a dar unas cuantas lecciones de estilo a módico precio.


Vinila von Bismark & The Lucky DadosPeleando a la contra

El sábado era el turno de Vinila von Bismark & The Lucky Dados. Tocaba el turno del rock con sabor añejo pero desde la frescura y el descaro de los veinticuatro años de Vinila.

No iba a sorprender nada nuevo a los redactores de El Giradiscos que nos disponíamos a disfrutar del show puesto que hemos visto en todo tipo de recintos a esta banda. Desde salas míticas de la capital, en grandes espacios abiertos o incluso en pequeños centros comerciales. El principal aliciente era verles sobre las tablas de un escenario con vocación tan tradicional con respecto lo políticamente correctos o no –Depende del ojo que mire- que puedan ser la suma The Lucky Dados y Vinila.

Al entrar en la sala roja de los Teatros del Canal la acomodadora nos indicaba que aunque estuvieran numerados nuestros asientos, podíamos sentarnos donde quisiéramos. La sala no estaba completa y el público estaba repartido por las gradas dejando espacios vacíos.

El principio del concierto fue sorprendentemente frío, los huecos vacíos en la grada y la lejanía de gran parte del público respecto el escenario hacían difícil percibir el sabor de un concierto de Rock.

Hasta que Pedro Herrero (guitarrista de los Dados) se propuso excitar a los presentes. Casi de manera imperativa hizo a todos los asistentes abandonar sus localidades y agolparse junto al escenario. Fue graciosísimo ver como la gente bajaba en manada desde la grada alta y rápidamente comenzaban colocarse el las primeras filas.

Desde ahí la cosa cambió mucho. La gente bailó, cantó y se divirtió como mandan los cánones del rock, y eso no es sentado en una butaca como si vieran la última película de un director francés. Avisaba Pedro, a quien hubiera ido esa noche al teatro a ver a una banda Cool porque van tatuados y su cantante sea portada de interviú, “Una polla, esto es Rock’n‘Roll”.

Puro Rock’n’roll dice el pecho de Vinila y eso no es por casualidad.

Se valieron de un repaso a su único álbum Secret Carnival destacando Sad Song, Oh Baby, Runaway, Where’s my sugar?, I’ll rob your soul, Bad boys o Fly, junto con las ya habituales versiones de Tainted love y Thesse boots are made for walkin.

El momento más destacable fue durante las presentaciones de los músicos. Echaron todo carbón al hornillo y el mercurio hizo explotar el termómetro. Lo mejor, Carlos Mirat, golpeó la batería en un solo que hizo rugir los parches de sus tambores como los pistones del motor de un coche de carreras. Acabando de un salto junto a su tocayo Carlos López, para seguir golpeando sus baquetas sobre las cuerdas del contrabajo de este.

Tras un único bis dio final el concierto dejando a todos con ganas de más. Cuando las luces se encendieron anunciando el final no podíamos creer que hubiera pasado tan rápido la hora y veinte minutos que estuvieron actuando. La gente que comenzó fría y perezosa acabó pasándolo en grande. A nuestra salida del recinto nos íbamos cruzando con gente que no paraba de tararear eso de "Oh! baby baby…"

Feliz desenlace para Vinila and The Lucky Dados en su paso por los teatros del Canal. En lo que supuso una remontada en toda regla.

Texto Kiko Veneno: Javier González
Fotos Kiko Veneno: Paco Manzano
Texto Vinila & Lucky Dados: Iván González
Fotos: Iván González