Fleet Foxes: Muchas nueces

Madrid, Sala La Riviera, 25 de noviembre

La sala La Riviera fue el escenario escogido para la presentación en Madrid de "Helplessness Blues", el aclamado segundo álbum de Fleet Foxes, la banda de Seattle cuyo álbum de debut en 2008 fue elevado por crítica y público a la categoría de clásico instantáneo del Folk-Rock americano. Tras algunas portadas en las más prestigiosas publicaciones y un sinfín de elogios, tocaba el duro paso del segundo álbum y una vez editado con éxito, su presentación en directo.

Abrirían Vetiver, el combo de San Francisco liderado por Andy Cabic tras la desvinculación de Devendra Banhart, quienes desplegaron su propuesta de folk californiano regado con tintes pop en su reciente y bonito "The Errant Charm".

Acudieron puntuales a la cita Fleet Foxes, con un Robin Pecknold que aplaudió sonriente ante el cálido recibimiento de la audiencia que poblaba la sala. A espaldas de los músicos, una pantalla reproducía transiciones de dibujos geométricos, que parecían estampados de los indios de Seattle.

Las canción "The Plains / Bitter Dancer" sería la elegida para abrir la noche, su belleza y solemnidad in crescendo eran clara muestra de lo que se avecinaba, con el final de armonías vocales en perfecta asociación. Le segurían "Mykonos" e "English House", sin apenas pausas, más para afinar que para hacer concesiones al público entregado a las canciones. "Bedouin Dress", "Sim Sala Bim", "Battery Kinzie", pertrechadas sin mácula ante el aplauso de la audiencia.

El poderoso estribillo de "Your Protector" fue celebradísimo y uno de los climax de la noche, seguido de la ya clásica "White Winter Hymnal" que acostumbran a tocar seguida de "Ragged Wood". "Grown Ocean" pondría de manifiesto que el álbum "Helplessness Blues" ha sido aclamado y apreciado tanto o más que su debut del 2008, a pesar de haber trascendido las dificultades que tuvo la banda para dar a luz a su segundo hijo y convertirlo después en uno de los discos más celebrados del año.  

"The Shrine/An Argument", con su energético y ruidoso final extrajo del público la adrenalina que llevaban. Tras un breve amago de final, la banda apareció para hacer los bises cuando lo único malo es que aquello iba a acabarse. Y lo hizo momentos después, tras una fantástica "Helplessness Blues" y un tímido y breve adiós ante la audiencia aun conmocionada por tanta belleza. Hasta siempre.

Texto y fotos: Jack Duluoz