Entrevista a Shuarma

“Quiero mostrar que estoy indignado, rabioso y enfadado”

Ha vuelto Shuarma; y lo ha hecho de la mejor forma que puede hacerlo un músico de sobrado y reconocido talento como es él: Con un auténtico discazo bajo el brazo. El artefacto sonoro responde al nombre de “Grietas”, y en su interior encierra un puñado de composiciones que nos muestran el que podemos calificar como el mejor trabajo del artista catalán hasta la fecha, antes y después de su aventura al frente de Elefantes.

En el mismo nos vuelve a dejar patente la facilidad que tiene para fabricar grandes canciones pop-rock, repletas de fragilidad y belleza, a las que ahora ha revestido de un componente de relativa crudeza sonora, inusitada hasta la fecha en sus obras, y de un fuerte componente emocional, casi autobiográfico, para dejar claro que no está para nada de acuerdo con la situación que se vive en el mundo actual.

Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de sentarnos a charlar con él en una céntrica cafetería madrileña, con el firme propósito de que nos desvelara todos los secretos de este nuevo trabajo. Esto fue lo que dio de sí dicho encuentro.

Cinco años han transcurrido desde que se iniciara tu andadura en solitario. Desde entonces la contemplan tres discos con material novedoso, “Universo”, “El Poder de lo Frágil”, y ahora “Grietas”, además de varias reediciones con material extra, sin embargo no podemos quitarnos la sensación de que es ahora, gracias a tu última publicación, cuando por fin has vuelto a rencontrarte contigo mismo, cuando has encontrado el personaje definitivo. ¿Te ha costado mucho encontrar el camino a seguir?

Shuarma: No lo sé, la verdad. El mundo de la música es muy difícil por lo que palabras como “mejor disco” o “encontrarse” no me gustan demasiado. No lo creo. Tengo la sensación de que en todos mis discos he sido muy honesto y he intentado darlo todo. Desde el principio con Elefantes hasta el día de hoy. Sí que es cierto que a veces uno está más acertado y otras menos. La mayor diferencia respecto a mis dos primeros discos en solitario es que en este ya no llevo el peso de Elefantes a la espalda. Ya no tengo ese miedo de haber pertenecido a un grupo que funcionaba y ahora tener que demostrar algo. No sé muy bien que tenía que demostrar, pero a lo mejor lo sentía así. Ahora estoy más tranquilo y relajado, algo que me ha hecho estar más en contacto con lo que siento y me ha permitido hacer un disco que no pretende más que ser lo que ya es en sí mismo. También es verdad que me he rodeado de gente muy buena que entendía mejor que yo lo que me estaba pasando. Me estoy refiriendo a los productores Santos Berrocal y Florenci Ferrer que han sabido hacer que confiara en ellos. Lo hice y de ahí ha salido mi disco más personal. Es curioso que antes me autoproducía y no llegaba, y ahora sí. La música es magia. Estoy muy contento de tener este disco, de ver que la gente lo está entendiendo y disfrutando. Eso me hace sentir muy bien.  

Te hacemos esta pregunta porque, sin menospreciar tus anteriores trabajos, a la hora de enfrentarnos a “Grietas” sí que es cierto que hemos ido encontrando ciertos tics que nos han invitado a pensar que al otro lado veíamos al Shuarma que conocimos tiempo atrás, defendiendo unos temas repletos de fuerza, sinceridad y emotividad.

Shuarma: Para llegar a este disco necesitaba los anteriores. Sin los discos previos no hubiera llegado aquí. Habrá algunos que gusten más o menos, con los que la gente se sentirá más identificados o menos. Yo creo que cada álbum cumple una función. Me gusta mucho ver carreras dilatadas de ciertos artistas, con los que no puedo compararme pero que me sirven como ejemplo. Tú ves a David Bowie y te das cuentas de que tiene trabajos muy desacertados que le han llevado al siguiente acierto. Algo parecido pasa con Nick Cave, que va pasando por discos muy distintos. Personalmente pienso que con “Grietas” he llegado a un sitio muy bueno, pero quizás con el siguiente me vaya a otro sitio distinto. A lo mejor acierto o fallo, pero en realidad todo forma parte del trayecto que voy caminando. Lo interesante es que todo ello forma parte de una carrera.

¿En qué momento empezaron a aparecer las composiciones que finalmente han dado vida al álbum?

Shuarma: La primera que apareció fue “En el Pecho” es una de las últimas canciones del álbum. Recuerdo que estábamos de gira con “El Poder de lo Frágil” y la puse para ver qué opinión tenían los músicos. Lleva tiempo gestándose aunque no sé en qué período concretamente empecé a trabajar en él. Es un disco que está grabado desde hace nueve meses. Lo tenía ahí guardadito. Ha sido duro esperar todo este tiempo pero nos ha venido bien para montar toda la estructura con la banda, la compañía, el asunto de la promoción. Se ha ido armando todo para hacer una salida fuerte. De hecho es la mejor salida desde que estoy en solitario.


En lo meramente musical te han salido unos temas que en primera instancia engañan, pues parecen más blandos de lo que realmente son para a medida que avanzan las escuchas dejar constancia de una potencia musical y vitalidad fuera de toda duda. ¿Había ganas de endurecer tu sonido?

Shuarma: No había una intención concreta en nada. Lo único que queríamos era lo que te he comentado antes. De un lado estaba el deseo de los productores de sacar lo que llevaba dentro y que no había plasmado en ningún disco, y por mi lado solamente quería emocionar a mi manera. Es decir hacer llegar lo que siento dentro. Me daba igual cómo si con la guitarra más distorsionada o menos. Ahí nos hemos ido encontrando con las cosas. Sí que es cierto que cuantas más escuchas le dedicas al disco te das cuenta de la crudeza que encierra. En realidad en su composición y en su grabación es muy crudo.

¿Cuáles han sido los referentes musicales en los que te has basado a la hora de realizar este trabajo?

Shuarma: No sé decirte. Normalmente suelo ser yo el que se lo pregunta a los periodistas. Hay alguien con quien musicalmente sí que me identifico y es Quique González. Me identifico porque creo que ha hecho una carrera muy bonita. Le da igual la multinacional que la independiente, él siempre tiene un discurso. Es difícil ubicarlo. No está en el grupo del indie, ni en el del pop, ni en el del rock. En definitiva tiene su hueco porque es Quique González. Me identifico un poco con eso. Me importa un huevo dónde me ubiquen. Lo importantes es ir disco a disco y poder mantener una carrera gracias a la gente que te apoya y sigue tus álbumes y tus directos. Ir montando un equipo y ver que poco a poco se va haciendo mayor. Eso siempre es motivo de alegría.

Normalmente solemos resaltar unos cuantos temas que nos parece significativos de los trabajos a los que hacemos referencia; sin embargo en el caso de “Grietas”, por la unidad del mismo, nos ha sido bastante difícil realizar esa selección. ¿Crees que es la principal virtud del álbum, el poder ser escuchado de principio a fin sin saltar ningún corte?

Shuarma: Yo me resisto a entender los discos como una recopilación de canciones. Me he criado con Pink Floyd, me cuesta entender un disco sin una globalidad. Cada canción debe tener un sentido. En este caso se quedaron dos canciones fuera que personalmente me encantaban porque creíamos que podrían difuminar el mensaje. Me gusta sentarme y escuchar un disco entero de arriba-abajo. Creo que el público que me sigue lo entiende y también lo hace así. Por otro lado me parece genial que cada uno tenga su composición favorita dentro del mismo. 

Podríamos hablar, si te parece, del single de adelanto,  “Llueven Piedras”, más que nada porque tiene un cierto componente épico que casa muy bien con lo que, de manera explícita e implícita, propone el resto del minutaje; tal y como queda patente en las más experimentales “Dame Más Veneno” o “En el Pecho”. ¿No sé si lo has elegido como carta de presentación por eso mismo?

Shuarma: No lo elegimos como el corte más representativo del disco. En realidad fue una elección de todo el grupo de trabajo. Estoy en el momento de decisión entre todos. Creíamos que era una canción más sencilla a la hora de mostrar el álbum a los demás. Era como el corte más accesible. Lo que sí me he dado cuenta es que a la gente le gustó como adelanto, pero ahora me dicen que nunca hubieran elegido esa porque creen que el disco contiene canciones mejores.

Personalmente me parece que es una canción que tiene mucho de “autobiográfico”. ¿No sé si estamos en lo cierto?

Shuarma: Sí que tiene algo que va por ese lado, pero no exactamente autobiográfico. Muestra el espíritu del disco pero a nivel de actitud. Es una canción que muestra un enfado y una reacción frente a algo. Frente a todo lo que está pasando. No solamente en España, sino en todas partes. Es una situación dura e indignante. Da igual que nos gobierne A o B, les da igual la situación de la gente. No quiero entrar demasiado en ese tema, pero yo estoy hasta los cojones de sonreír en la foto. No me da la gana. Me apetece mostrar lo que siento y quiero mostrar que estoy indignado, rabioso y enfadado. Esa canción muestra ese lado y este disco tiene mucho de eso. No quiero ser tan placentero con la gente. Si me tengo que cagar en la puta, me cago. Este corte me permitía hacer un video como el que hemos hecho, que, por cierto, en muchos sitios no lo quieren emitir, porque hay gente a la que le daña la vista. Es duro, es verdad, pero son imágenes reales. Esto es lo que hay.    

Un video en que mezcláis imágenes muy duras con el encanto de una coreografía. ¿De quién fue la idea de hacer algo así? ¿Qué pretendíais expresar con él?

Shuarma: Eso fue algo que yo quería hacer porque me parecía interesante. Me dedico al mundo del espectáculo y del arte, pero considero que hay mucha tontería en ese mundo. Tú estás en tu camerino pintándote los ojos, a punto de salir a cantar, y al otro lado del mundo están pasando cosas. Hay mucha frivolidad. Quería mostrar ese contraste. Imágenes tan duras como las que salen en el clip y un montón de gente haciendo un baile al estilo de “La Macarena”. Mucha gente dirá “¿Qué narices nos quiere decir éste?”. Creo que la vida es así. En un punto del globo terráqueo alguien sufre y otra persona está en un jacuzzi con cinco chicas guapísimas. En realidad todo lo que veo pasa por mi filtro. Todos mis discos han sido una expresión de cómo me siento y de cómo veo las cosas. Lo bonito en la música es que tú lanzas una idea y otro lo recoge de otra manera. Cada uno entiende lo que quiere. Por otro lado he intentado hacer canciones más sugerentes, no tan evidentes, que inviten a pensar. Sí que es cierto que “Grietas” es probablemente uno de mis discos más autobiográficos y de los más acertados con respecto a lo que yo siento. Digo más acertados porque en los anteriores también lo he hecho pero en unos he acertado más y en otros menos.

Por cierto hablando del videoclip, en el mismo me ha parecido ver que aparecían dos ex –compañeros tuyos en Elefantes como Julio Cascán y Jaime de Burgos, quien os acompañaba a los teclados. ¿A qué responde este reencuentro? ¿Van a formar parte de tu banda de acompañamiento?

Shuarma: Una de las cosas buenas de ir cumpliendo años e ir haciendo carrera es que acabas dándote cuenta y entendiendo qué necesitas. Quizás pueda parecer una chorrada pero para mí no. Ahora estoy entendiendo qué tipo de personas me sientan bien y cuáles no. Probablemente todo aquellos que hacen equipo lo hagan porque entre ellos se sientan bien y se potencian. Cuando pasas a tener una carrera en solitario eso tienes que entenderlo, porque eres tú quien debe elegir a las personas. Yo ahora me he dado cuenta de que Julio me sienta bien y yo a él. Todo eso está por encima de haber tenido un grupo antes y de haber tenido nuestros más y nuestros menos en momentos determinados. Julio y yo nos queremos mucho y hacemos un buen equipo. Ambos estamos encantados. Jaime también está ahí, aunque él no va a hacer la gira porque no voy a llevar teclado, si lo llevara por supuesto que lo tocaría él. En definitiva es saber encontrar lo que te sienta mejor. En los discos anteriores lo he buscado y me ha costado mucho encontrar a las personas. Creo que parte de que este disco sea como es, es debido a la gente que ha estado haciéndolo conmigo. Al final una carrera en solitario no eres tú frente a todo, sino tú rodeado de gente tomando las decisiones finales. Eso es lo más difícil.

¿Cómo son tus relaciones con el resto de  ex- componentes de Elefantes?

Shuarma: A Hugo hace mucho que no le veo. Con él fue con quien la relación acabó más tensa, aunque si nos vemos nos hace gracia y nos damos un abrazo, pero no levantamos el teléfono para quedar la verdad. Jordi se dedica actualmente a hacer páginas webs y el otro día quedamos para cenar. La verdad es que nos ha hecho falta un tiempo para que las cosas fueran bien. La amistad al final está por encima de todo. Cuando eres amigo de alguien al cabo de un tiempo, aunque pasen cosas feas, si esa amistad era relativamente fuerte, vuelves a retomarla. Puedo decir, con orgullo, que mantengo contacto con todos mis ex –compañeros, aunque en distintas intensidades.


Ya que nos ponemos a mirar al pasado no se si habrás tenido la oportunidad de escuchar el disco de Enrique Bunbury, “Licenciado Cantinas”. ¿Qué opinión te merece?

Shuarma: La verdad es que Enrique me mandó el disco al salir y aun no lo he podido escuchar. Fui a su concierto en Barcelona y disfruté muchísimo. Me parece que está haciendo un trabajo de la ostia. Soy un desastre porque el sí que ha escuchado mi disco y me ha hecho una crítica exhaustiva del mismo.

¿Qué opinión te merece el panorama actual de bandas?

Shuarma: A mí lo que me encanta es que están empezando a funcionar grupos que no son los más mediáticos de todos. Yo vengo de un momento en el que el grupo que sonaba en Cuarenta o en ese tipo de radiofórmulas, era el que mandaba. Me hace mucha ilusión ver a amigos, como Love of Lesbian, que están triunfando por todo lo alto, más aun sabiendo que su carrera ha sido alternativa. Bandas como Vetusta Morla o Sidonie. También hablábamos antes de Quique González. En el fondo son músicos de gran talento y con una solidez increíble. Bandas que aunque el viento sople fuerte están muy bien colocadas. Me gusta mucho y me hace sentirme muy esperanzado.

¿Hablamos de previsión de éxito?

Shuarma: Me veo ahí pero no en el sentido de éxito. Estoy hablando de que es bonito que una banda como Vetusta Morla saque disco y les funcione. Que se reconozca el trabajo de base de Love of Lesbian, que llevan años trabajando y ahora llegan los frutos. También me encanta ver a gente que triunfa con un primer disco si tienen talento. Creo que es importante valorar el trabajo, la tenacidad y la paciencia, son valores muy importantes. Muchas veces nos pensamos que la música es llegar y besar el santo; las cosas no son así y hay que darse cuenta de ello.

¿Qué planes de futuro manejas a corto y medio plazo?

Shuarma: Sin haber salido el disco ya teníamos como treinta fechas de conciertos, supongo que faltará por confirmarse alguna más. Aunque sinceramente ahora mismo estoy metido en el segundo que vivo. Estoy pendiente de esta entrevista, después lo estaré en la siguiente y así con todo. Es un momento en que tengo muchas cosas y quiero disfrutarlas. A veces estás con la cabeza en lo siguiente y te pierdes partes del proceso. Quiero disfrutar de todo, no solo de componer y cantar, sino también de poder contar el porqué de las cosas a gente como vosotros. Me apetece vivir todo muy intensamente.    

Por: Javier González e Iván González.