Neneh Cherry

“Soy bastante autocrítica” 

Para Neneh Cherry (Estocolmo, 1969) trabajar duro y permanecer fiel a uno mismo son las bases de cualquier carrera musical. La capacidad de decisión para hacer lo que es correcto, según la cantante, viene dada al escuchar al corazón y obviar lo extraño que puede parecer el criterio de uno mismo ante el resto del mundo. En 1996 el álbum Man, acercó a Neneh a jóvenes que comenzaban su andadura en la adolescencia y, para quienes ya le conocían, consolidó su carrera gracias a canciones como Woman o 7 seconds junto a Youssou N’Dour. Este fue el último disco de la sueca hasta que 18 años después decidiera retomar su actividad. 2014 ha sido el año del regreso de Cherry gracias a Blank Project, LP producido por Four Tet –aka Kieran Hebden- el hombre del momento en la electrónica. Aunque, no sería justo olvidarse del disco –The Cherry Thing- que grabó a medias con el grupo de Jazz The Thing en 2012 y que fue una manera de desengrasarse y prepararse para lo que venía. 

Habla de Hebden como la persona que le ha hecho dejarse llevar en el proceso de preproducción y producción gracias a su trayectoria y su personalidad. Ni siquiera la propia Neneh considera su giro hacia la electrónica como sorprendente porque cree que su trayectoria ha derivado de lo que fue su primer grupo, Rip Pig & Panic. Blank Project es un disco minimalista en el que la voz de Cherry es un instrumento más que, a veces, se desdibuja para pretender ser una melodía producida por una máquina. El LP es un soplo de aire fresco entre una aburrida densidad de divas pop, grupos de rock que copian a otros grupos de rock y un panorama estético en el que impera la tendencia de lo vacuo. 

Renunció a una carrera exitosa para cambiar sus dinámicas de trabajo y cuidar de su familia. Pero no habla de su transformación vital y de la bajada de su ritmo discográfico con resignación. Más bien se trató de modificar el protocolo de actuación para mantener, de alguna manera, a salvo la vida personal. No le interesa en exceso el funcionamiento del negocio discográfico más allá de la parte que le concierne, la artística: “No siento la necesidad de pensar en el negocio como tal. Mi parte del trato es ser cantante y compositora, la cara visible. Tengo un equipo muy bueno que se ocupa de la parte administrativa y de marketing. Por ejemplo, el sello en el que estoy, Smalltown Super Sound –quienes próximamente editarán un proyecto con Todd Rundgren, Hans-Peter Lindstrøm y Emil Nikolaisen- es un sello independiente con base en Oslo y su infraestructura es efectiva, pequeña e inteligente”. 

Neneh Cherry, tiene más calle que escuela. Es uno de esos ejemplos de self made woman. Abandonó el colegio con 14 años para irse a Inglaterra y apenas unos años después, conoció el éxito con su primer disco Raw like sushi; del que se podría decir que era la versión femenina del Please Hammer don`t hurt ‘em, de MC Hammer. Su imagen y las influencias de su música le convirtieron en un contenedor de etiquetas que empezaban en rapera y terminaban en cantante de electrónica, pop y R&B. “En ningún momento me he preocupado por las etiquetas que me han puesto ni por las críticas hacia mi música. Tengo la suerte de tener un equipo de trabajo que realmente conoce lo que hace. Las etiquetas y lo géneros son solo palabras. Lo que hacemos nosotros es música, tan simple como eso. Procuro ser yo en todo momento porque lo que me hace realmente feliz es que la gente me escuche por lo que soy, no por lo que dicen los titulares sobre mí”, declara Cherry

La imagen de las cantantes se ha transformado. Mientras que en los años 80 y mediados de los 90 la mini falda cuatro dedos por debajo del trasero y los escotes de barco acaparaban la anatomía femenina a través de la lycra, el año 1998 dio el pistoletazo de salida a la reducción de tela en el vestuario y el incremento del sexo en el negocio de la música gracias a Baby one more time, el debut de Britney Spears. Neneh Cherry, nunca fue una de esas artistas en las que atisbar que le parecería un valor añadido enseñar más carne que cerebro. Ha sabido madurar con distinción y ha conseguido adaptarse al panorama contemporáneo a través de la coherencia y la originalidad: “Tengo opinión como mujer y como ser humano, pero creo que lo mejor es apelar al lema ‘vive y deja vivir’. Y además, creo que este no es el sitio para hacerlo porque es un tema que requiere un debate largo. En estos temas, siempre es peligroso emitir un juicio”.

Por: Mary Purple.