Garcia Peoples: “Dodging Dues”


Por: Skar P.D. 

No es una cuestión baladí elegir un nombre para una banda. Están los graciosos que ya desde el mismo momento en que deciden llamarse de tal o cual manera se están abocando a que la atención prestada puede que no vaya más allá del presunto chiste que sirve de presentación. O los pretenciosos, que estos casi que están predestinados a ser carne de cañón de por vida. Y si una banda incluye en su nombre el apellido García casi que están predestinados a ser eternos deudores del adalid, de aquel descendiente de gallegos, que lideró la banda que más seguidores de culto atesora a lo largo de la historia. Puede que quizás no los más multitudinarios, que también, pero si los más fieles. Garcia Peoples tienen que lidiar con el nombrecito desde su no tan lejana fundación por más que el susodicho, el nombrecito me refiero, partiera de una broma que en principio no tenía que ver nada con el líder de los Grateful Dead.

Al margen de referencias más sintácticas que reales lo cierto es que Garcia Peoples también se percibe como una banda en la que las improvisaciones y los largos desarrollos instrumentales toman carta de naturaleza en su propuesta, y no solo porque en sus discos en directo así se muestre, sino porque la concepción de las canciones te invitan a pensar en ello o, también, porque son capaces de pergeñar un disco como "One Step Behind" que se alargaba por encima de los 40 minutos con apenas un par de temas. No es lo habitual en el conjunto de su discografía. Antes bien los de New Jersey se mueven elegantemente entre las líneas de acción del indie rock y los sonidos del folk más emparentado con el rock, o incluso el prog, de bandas aparentemente tan alejadas como Fairport Convention y similares.

Que Garcia Peoples es una banda americana no ofrece la menor duda, aunque suene a redundante, y así queda demostrado a las primeras de cambio en "False Company", que es el corte de apertura del álbum y en las tonalidades y juegos de guitarra que se desarrollan de una forma tan fluida que recuerdan por momentos a esas bandas de primeros de los setenta en que habitaban dos y hasta tres guitarristas en tan perfecta simbiosis que hasta se diría que el espíritu de los Allman Brothers circula por sus notas. Y si, desde su expansión a sexteto, aquí hay también tres guitarristas.

Las notas suaves y apasionadas de "Cold Dice" abren lo que en definitiva lo que podría ser nombrado como una suite en tres movimientos, y es que esta canción y las dos siguientes, "Tought Freaks" y "Stray Cats", se muestran como si solo fuera una composición, de forma que las últimas notas de cada una son la apertura de la siguiente. Es verdad que se presentan de manera individual, pero si te dejas llevar por la mecedora de su ritmos y melodías esta circunstancia pasa absolutamente inadvertida, y puestos a citar una referencia el "Remember The Future" de los progresivos alemanes Nektar pudiera parecer una evidencia. En realidad este canto a las inconveniencias de la vida en una gran ciudad, "deja de perder el tiempo" cantan en "Tought Freaks", no es una canción dividida en tres partes sino más bien tres canciones que forman un todo y con un guitarra final que deja la puerta abierta para que en su ejecución en directo admita mucho más tiempo de prolongación, que al fin y al cabo esto de las largas jams en directo es una de las señas de identidad de los americanos. Un "tres en uno" que en conjunto se muestra como la pieza angular de este su quinto disco de estudio.

Garcia Peoples tienden a construir canciones expansivas, es decir, de esas que en momentos de inspiración en directo pueden alargarse en función de la intensidad transmitida. En eso sí que encuentran la inspiración en la psicodelia setentera que la banda de su "tocayo" García era capaz de transmitir. Es toda una invitación a levitaciones atemporales escuchar "Here We Are" a lo largo de sus más de ocho minutos repletos de matices y sugerencias, de guitarras entrelazadas con insinuaciones country sirviendo de colchón homogéneo a la melodía, de tal forma que cuando a eso de los siete minutos aparece ese poderoso riff de guitarra, de inspiración clásica, la aceleración vital es inevitable. No es la única canción en la que se identifican los sonidos de guitarra, vía slide, que rememoran al country y que suenan en un segundo plano. 

Los atisbos al folk rock o prog de inspiración británica son más que evidentes en la pastoral "Cassandra", muy deudora de las intenciones estilísticas de las bandas isleñas de esa escena en los primeros setenta. Pero de inmediato se vuelven más localistas y el influjo de los Meat Puppets de la época del "Up On The Sun" toma cuerpo en la potente y aguerrida "Fill Your Cup", con esa guitarra final de notas progresivas que dejan un cierre de álbum con la sensación de puerta entreabierta. 

Producido por Matt Sweeney, que es uno de esos productores que suman, y grabado en dos tandas a lo largo del 2020, este "Dodging Dues" puede parecer relativamente corto en minutaje pero por otra parte, y quizás debido a una participación no exclusiva en la composición, esto es distintos compositores y por lo tanto diversas sensibilidades, da la sensación de no dejarse nada en el tintero, ni mucho menos. Es como si hubiera sido concebido para el minutaje adecuado al formato LP, con su cara A y su cara B, y vuelta a ponerlo de nuevo con la certeza de que se van a descubrir nuevas sonoridades en cada escucha. "Dodgin Dues" es un disco de entrelazados psicodélicos y ambientes terrenales, acercando un poco más a Garcia Peoples a la consecución de un sonido que, si bien resulta familiar, tiene el suficiente equilibrio como para situar a la banda en el momento exacto de lucidez y de maduración justa como para pensar en que las sucesivas entregas supondrán un nuevo paso adelante, y para afrontar nuevas expectativas, e incluso, no dejarse amilanar por ese apellido de referencia, y tan hispano, en el nombre.