Noche imprescindible para los degustadores del rock más incomodo y oscuro. Teníamos por delante una velada de lo más interesante. Empezaron los japoneses Bo Ninjen que hicieron las delicias de los amantes del ruido y la fuerza, en el escenario, hicieron un pequeño set de canciones en 35 minutos que dejaron atónitos a los amantes del género.Tras ellos apareció el poeta John Sinclair que leyó sus escritos acompañado a la guitarra por James Johnston de Gallow Drunk, con una gravedad en la voz que recordó al genial Vicent Price de las pelis de terror.
Pero lo más esperado era la aparición en nuestros escenarios de Lydia Lunch una histórica que lleva más de 30 años en el lado más reivindicativo del rock, una mujer que ha colaborado, escrito y actuado en la escena neoyorkina desde su debut con Teenage Jesus & The Jerks en el lejano 1976. Y que junto a los miembros de Gallow Drunk (James Johnston, Ian White y Terry Ewards) ha formado su nuevo proyecto Big Sexy Noise. No defraudó Lydia en su presentación en Madrid, su voz rota se enlaza perfectamente con el saxo y el teclado de Terry Ewards, las enloquecidas guitarras de James Johnston jugando magistralmente con su ampli y sacando sonidos increíbles de su instrumento y la fuerza de Ian White a las baquetas.
Canciones incendiarias como “Cross the line”, “Can´t leave you alone” o la impresionante “Kill your sons” en la que Lydia mira directamente a los ojos al publico y realmente te crees eso de mata a tus hijos.El acoplamiento con la banda es total. Impagables los momentos en los que se fundían James y Lydia en los coros de los temas, o cuando Lydia bailaba con los acordes jazz que impregnaban el saxo de Terry.
Hubo un reclamado bis donde terminaron con un “Hooker boggie” electrizante un final hipnótico que dejó al público no muy numeroso pero feliz de haber visto a un trozo de la historia del underground.
Texto y Fotos Jorge Bravo "El Gurú"
