Camper Van Beethoven: "Telephone Free Landslide Victory" (1985)

Por: Àlex Guimerà 

Si bien la década de los ochenta fue una década oscura en cuanto a creatividad musical en los Estados Unidos, no lo fue en cambio en cuanto a la comercialidad del producto sonoro, donde la televisión, los grandes estadios y la moda se mezclaron con el rock dando una mayor rentabilidad al producto.

Afortunadamente, en los ambientes juveniles universitarios las ideas nuevas seguían surgiendo dentro lo que se ha denominado como "College Rock",  un movimiento de donde surgieron bandas que exploraron distintos estilos musicales en la búsqueda de una identidad propia, liberados de las modas, tendencias y de las imposiciones de la industria musical. Así, Husker Dü inventaron el Hardcore, las futuras estrellas R.E.M. dieron con el alt-country rock,  la banda de culto The Replacements con el punk, y nuestros protagonistas, Camper Van Beethoven con una particular mezcla entre distintos estilos: folk, la psicodelia, el jangle pop, el ska, el folklore europeo, el country y mucho del espíritu punk.

Una amalgama de sonidos que se fue creando cuando unos jóvenes se conocieron en la Universidad californiana de Santa Cruz y se fueron fogueando en distintas bandas de una escena dominada por el hardcore y el punk mientras que ellos iban tocando distintos palos musicales (psicodelia, ska,...), de los que tomarían prestados diversos elementos. Fue en el verano de 1983 al volver de sus vacaciones universitarias en Redlands (a las afueras de L.A.) cuando decidieron crear Camper Van Beethoven and the Border Patrol (posteriormente recortado a Camper Van Beethoven). Eran los David Lowery (guitarra y voz), Victor Krummenacher (bajista), Jonathan Segel (multinstrumentista), Chris Molla (guitarrista) - el guitarrista Greg Lisher no se incorporó hasta justo después de grabar el disco- y Anthony Guess (batería), quienes fueron definiendo una formación que debutaría dos años después con este "Telephone Free Landslide" bajo el sello independiente I.R.S. que dirigía Miles Copeland, hermano de Stewart, batería de los Police. La compañía supo captar el talento cuando les fichó tras el éxito en las radios universitarias de su single de debut "Take the Skinheads Bowling".

Las canciones del álbum, compuestas bajo el liderazgo de Lowery, partían de cierto tono humorístico y desenfadado, y estaban plagadas de letras irónicas y títulos absurdos, que exploraban los ambientes juveniles de su entorno (skinheads, punks, hippies,...). La música iba en la misma línea, ya que buscaba la diversión al mezclar estilos e influencias sonoras que aparentemente podrían resultar antagónicas. Pero el resultado funcionó a la maravilla, con un álbum de 17 cortes en su edición original - la reedición en cedé alcanza las 24 tomas - que ofrecía un eficaz cocktail de sonidos ideal para combatir el aburrimiento cargado de baterías lo-fi, violines de Segel juguetones -cuando no desafinados-, guitarras de Molla incansables, juegos de palabras absurdos y mucha diversión sonora.

Entre las mezclas de las instrumentales "Border Ska", "Yanqui Go Home" o "Skinhead Stomp", que unen los ritmos jamaicanos del ska con el sonido surf , o los momentos polka con "Vladivostock" y "Balalaika Gap",  hay muchísimo más: "Tina" con sus letra inteligibles,  la inquietante "Oh No!", las distorsiones sónicas de "9 of Disks", "Payed Vacation: Greece" con sus aires de la Europa del Este, las voces harmoniosas de "Where The Hell Is Bill?", "I Don't See You" y sus ecos sesenteros o el ska punk de "Club Meds Sucks".

En "The Day That Lassie Went to the Moon" se anticipan al sonido angustioso que tan bien explotarían los Pixies poco tiempo después. El mejor indie pop llega de la mano de "Ambiguity Song", carne de cañón de los noventa bajo el frenesí de las cuerdas rasgadas, pero sobre todo por la incomensurable "Take The Skinheads Bowling", auténtica oda al humor absurdo, con fraseos loureedianos, una guitarra rítmica infalible y unos coros letales. 

A pesar de que disco y banda pasaron bastante desapercibidos, sí que tuvieron cierta notoriedad con su versión de "Pictures of Matchstick Men" de los Status Quo, que en 1989 alcanzó el número de la lista de Billboard. Aunque la cosa no dio para mucho ya que la banda se deshizo justo un año después a raíz de las tensiones internas. Luego la historia continuaría cuando algunos de sus miembros se unieron en Monks of Doom, pero sobre todo cuando David Lowery se juntó con su amigo de infancia Johnny Hickman , que resultó ser un portentoso guitarrist, con quien formó los inconmensurables Cracker, una banda de "Americana" con otras influencias rockeras de calado. Si bien, los Cracker han tenido mayor recorrido comercial que los Camper Van Beethoven , aquellos fueron pioneros e ideólogos de la música alternativa americana que desde mitades de los ochenta tantas alegrías daría a la evolución del rock.