Entrevista: Ana Curra

“El arte y la transgresión no están hechos para la mayoría”

Por: Javier González
Fotos: Alberto García-Alix

Qué pocos artistas de nuestro panorama tienen el compromiso real con las canciones que siempre ha tenido Ana Curra. Y qué pocos tienen una historia digna de ser contada, con tanto que aportar y sobre todo con un presente, en forma de la fenomenal “Huaca” que acaba de editar, y un futuro en el que las palabras riesgo y actitud siguen siendo pilares básicos de su andanza profesional.

Con la excusa de hablar de su fenomenal, coherente y visceral nueva entrega, nos hemos puesto en contacto con la diva oscura de nuestro punk, para que con claridad, cercanía y una educación exquisita nos hable del arte y de la vida, firmando una charla llena de sangre y vida, con la que nuestra bruja favorita vuelve a demostrar lo sin par de su condición.

Vuelve Ana Curra con “Huaca”, firmando de nuevo un disco con tu nombre por sí mismo. ¿Cómo surge éste trabajo y por qué en este momento? 

Ana: No es que vuelva ahora, hace años que he vuelto, el nombre de Ana Curra lleva girando bastantes años. Inclusive cuando presenté “El Acto”, lo hice como “Ana Curra presenta “El Acto””. Volví en su momento con Digital 21, que es cuando había pasado un tramo de tiempo sin hacer nada, desde entonces han pasado nueve años y no he vuelto a irme. Esto es una consecuencia lógica de la necesidad de hacer nuevas canciones, porque lo pide el cuerpo y mi situación vital. Esas canciones llevan hechas tres años, pero entre pitos y flautas no han sido editadas hasta ahora. El germen de las mismas, la música y las letras, llevan gestándose tres años. Ahora he visto el momento de hacer un nuevo trabajo discográfico porque como vengo haciendo lo que me da la gana desde hace muchos años. Nunca me he sometido a la presión del momento ni de una discográfica ni de estar en el candelero. Jamás he sentido esa necesidad. Lo que sí he sentido es que quería hacer un disco. 

Personalmente creemos que es un buen momento, porque el disco te representa de píes a cabeza. Vemos un trabajo oscuro, crítico y a la vez sensible, muy frágil, casi sensorial. ¿Estamos ante tu obra más personal?

Ana: Es un disco muy muy personal y honesto. Creo que “Huaca” es parte de mí. Ahora mismo en mi mundo hay muchas referencias, han pasado muchos años, después de tanto cine, literatura y música. Tanta vida. Tanta subida y bajada. Al final te vas nutriendo, cambiando y evolucionando. Quería mostrar mi estado actual. Cómo siento y qué me mueve, pero todo en clave poética. Creo que los textos no son estrofa-estribillo al uso. Eso ya lo he hecho en muchas ocasiones. Me interesaba dar un paso adelante, retarme y ver qué forma podía darles. Las canciones están hechas a base de lo que siento y de lo que me interesa, en base a lo que a mí me fluye por dentro. Tienen muchas licencias literarias que van de Burroughs a William Blake, pasando por referencias cinematográficas. E incluso de El Ángel del que metemos un poema, “La Pareja más Guapa del Foro”. También hay una declaración de principios como es la versión de Suicide, “Ghost Rider”, para mantenerme en mi actitud punk, que es la que he vivido siempre hasta el momento. Creo que es un Ep que deja muy claro cuál sigue siendo mi sentir. Las canciones desde su origen han evolucionado muchísimo porque he roto la forma de construir música y letras, pero sigue habiendo un reconocimiento de mí en todas ellas. Son oscuras y a la vez hechas con mimo y a la vez con entrañas. “Aprendiz de Bruja” es mi hermanamiento con las diosas y brujas de la edad media, y con Lilit, esa primera mujer, expulsada del paraíso por buscar su propia libertad y negarse al sometimiento. Todo ese trabajo que hemos hecho está presente en “Aprendiz de Bruja”, donde junto con Nazareth Suárez, que es una gran artista, vamos más allá de una postura feminista, que también lo es, va más allá en la historia. Es una búsqueda de la historia de las mujeres de las que me siento descendiente y deudora, y una evocación a las Diosas primigenias exterminadas por la historia.

Creo que es algo que se ve patente en la inicial “Fundido a Negro”, que recorre muy a las claras la desesperanza del mundo. ¿No crees?

Ana: Es una canción que es un viaje iniciático al estilo William Blake. Es un viaje personal en el que muestro qué voy buscando y cómo tratas de encontrarte en un mundo en que todos son bolas de billar en la garganta, porque vas asfixiado cada instante. Donde el entorno va de una manera y tú sientes de otra. Es un viaje en terrenos salvajes, hostiles, que yo ubico en el salvaje oeste, donde vas en busca de tu oro que es tu propio interior. La canción pasa de ser fundido a negro a fundido a sangre cuando constata que la sangre es la fuente de vida y que la condición humana mata y seguirá matando, un hecho. Habrá quien lo vea más optimista pero yo creo que la condición humana es así.

Otra joyita es “Tres Tristes Yonkies”, un relato juguetón pero a la vez muy claro de lo que es la adicción. 

Ana: Es un hitazo. Otro viaje a los infiernos en un tono de ironía, donde César Scappa construye esa letra. Todo el planteamiento del disco está hecho con César, de hecho él es quien canta esa canción. Los dos hemos vivido esa trayectoria. Me encanta el humor que él introduce. Lleva una cadencia muy bailable. Se plantea a modo de trabalenguas. Va caminando. Suena a bar y a barrio, aunque nosotros la hemos ubicado en Marruecos. Tiene una parte muy vivencial nuestra. Nosotros hemos viajado a Marruecos y a Tánger toda la vida, llevamos como treinta años haciéndolo. Es una etapa superada que ha significado mucho y a la que no tenemos nada que reprocharle. Nos ha servido de aprendizaje como a otros les sirve otra cosa. La hacemos con todo el orgullo del mundo. No sé si te has fijado pero hay una línea electrónica que marca todo el disco. Hay una secuencia construida con sintes modulares de los años setenta que tienen una sensibilidad brutal. Le da una gran personalidad y una unidad a toda la grabación a nivel sonoro. Lo hicimos con un amigo, Andrés Ama, con quien creamos el germen de lo que iba a ser un elemento que iba a aparecer en toda la “Huaca”. Se convierte en una canción bailable en la que te imaginas a los yonkies bailando.

En “La Pareja Más Guapa del Foro”, pones música a un poema de El Ángel, creando una canción atmosférica y emocional. ¿Debemos interpretarlo como un homenaje?

Ana: Es un homenaje hacia El Ángel, que creo que es uno de los poetas más sobrecogedores e impresionantes de nuestra época. No solo las letras sino todo el disco está muy cuidado. En las letras se habla de la voracidad del arte, de lo que nos mueve de las ganas de construir. Se habla del poder creativo generador de cambios que es el arte. En “La Pareja…” homenajeo a El Ángel. En esta vida he compartido vida con él y estoy muy orgullosa. Siempre he tenido muy buen olfato para elegir parejas de vida. Además de muy guapos, han sido grandes creadores y grandes artistas. Durante gran parte de mi vida he homenajeado mucho a Eduardo, y en ésta ocasión quería hacerlo con El Ángel. 

Esa canción encierra una letra en la que desfilan desde Eduardo Benavente, hasta el Dogo, pasando por El Ángel.

Ana: Desfilan una serie de amigos porque El Ángel se expresaba así. Lo hacía con un latido muy poético impresionante. El arreglo que le hemos hecho es muy sencillo con un teclado y una guitarra sobrevolando. Ha quedado muy emocionante, la verdad. Creo que es uno de los grandes temas del disco. La realidad es que me encuentro muy a gusto con la totalidad del trabajo. Me siento realmente orgullosa. Sé que no me voy a arrepentir nunca de lo grabado. Empezando por el nombre, ya que para mí “Huaca” es un lugar ancestral, cuyo significado en Quechua es tumba. Yo lo he ampliado para que sea el lugar donde atesoras lo más valioso que tienes. Donde debes acudir en tu oscuridad para poder sacarlo hacia fuera. En esa tumba entras en conexión contigo y con todos los dioses primigenios, sobre todo con los innominados, aquellos que la religión ha matado. Aquellos con los que el ser humano comparte vicios, obscenidades y adicciones. Los que la iglesia ha borrado. Yo me meto en mis sombras, en mis fantasmas y miedos para aflorar y recuperar mi parte salvaje, libre y creadora que para mí es el motor de la vida.

Conoces los dos lados del panorama musical. Has militado en un proyecto de éxito como Alaska y Los Pegamoides, en una bandas punk-rock con respeto y aura entre mítica y maldita como Parálisis Permanente. Has estado en otros grupos de prestigio como Seres Vacíos y junto a Digital 21. Y en discos únicos en nuestra música como el de “El Ángel y Los Volcánicos”. Da la sensación repasando tu carrera que siempre te ha interesado más el lado artístico que la fama y la repercusión. 

Ana: Efectivamente. Nunca me ha interesado el otro lado. Si observas mis etapas y colaboraciones, hay una línea. Quizás en mi etapa con Hispavox fallaron las producciones que eran impuestas, en mi primera época como Ana Curra. Pero si te vas a las entrañas de cada canción, verás que es lo mismo. Siempre he buscado en mi subterráneo. Lo que no es fácilmente vendible, lo que no tiene precio. Busco en el alcantarillado de la condición humano. El arte es transgresión y cambio. A mí hacer un producto ni me interesa ni me llama. No entiendo que tu vocación/profesión sea ser un producto musical. Respeto que la gente lo haga pero yo no lo veo así. Me gusta hacer cosas que pueda defender, con mis más y menos, porque cuando haces algo nunca quedas del todo contento. Esa insatisfacción está ahí. Antes me bloqueaba el no redondear todo lo que quería hacer. A mí el escupitajo se me da bien, sentir algo y plasmarlo. Pero luego que quede redondo, con buen concepto, que sea coherente de portada a sonido, ese es el gran reto que lleva cualquier trabajo artístico. Los productos musicales son más bien bazofias y basuras precipitadas de consumo rápido.

En este caso de las fotografías, y a colación de lo que comentas, se ha ocupado Alberto García-Alix. 

Ana: Más allá de las canciones, tienes que hacer unas fotografías y videos, para ello te estrujas la cabeza a la hora de elegir a la persona adecuada. Yo me dejo guiar por mi intuición para tomar decisiones. De hecho trato de trabajar esa conexión cada día. En éste disco tan personal sabía que me iba a entender a la primera con Alberto, el diseño, portada y fotos tenían que ser cosa suya.

Algo parecido ocurre con el resto de la parte más visual…

Ana: Para el video tenía que elegir a una persona que tuviera la misma visión y lenguaje. Es importante saber de qué gente te rodeas. Todo el mundo lo hace pero la elección es vital. De no remar en la misma dirección, no vas a llegar a puerto. A no ser que te de igual, que solo quieras sacar un video y te la sude cómo sea. A veces mucha gente no tiene nada que contar, solo quieren poner un video en youtube para que la gente les contrate. Cuando tú quieres hacer algo que te haga sentir orgullosa debes tener buenos aliados en tu viaje. Ahora estoy haciendo un video con Enrique Marty para la canción “Fundido a Negro”. Es otra elección que me representa, tenemos gustos similares. Andrés Ama tenía un estudio en la torre de una iglesia abandonada en un pueblo en Castilla, cerca de Valladolid, Palencia y León. Por el camino te encuentras a gente que late en tu misma frecuencia. Con ellos vas a tener conversaciones que te van a nutrir. Esto no es como el trap, ni está hecho de un día para otro, todo está muy contextualizado.

¿Cómo acabó una madrileña estudiante de piano clásico siendo la reina del punk estatal? 

Ana: Tiene mucho sentido, aunque la gente lo vea como mundos opuestos, yo lo veo como algo muy natural. Comienzo a hacer música porque mi madre me abre esa puerta cuando era muy chiquitita. De hecho creo que comencé a hablar y a tocar el piano casi a la vez con las monjas en el colegio donde estudió mi madre. La música clásica tiene cosas maravillosas, además ha dado compositores eternos, vigentes hoy en día y su música es un gran legado para todos. Cuando tengo cierta edad me doy cuenta que me llena mogollón, que he conectado con los grandes compositores como Mozart, Bach o Beethoven, pero me falta algo. Pero no es por la música, ocurre que la formación en un conservatorio era muy castrante, muy selectiva, una minoría elitista se apropia de una música que nos pertenece a todos, cosa que no tiene ningún sentido porque todos estos autores fueron los más transgresores en su momento. Muchas veces les llamo punks. Fueron autodidactas y hoy son eternos. Por otro lado, siempre he pensado que es obligatorio vivir tu momento. De qué me vale estudiar la música de hace tantos siglos si no escucho la que me a mí me representa en mi presente. La música clásica me ha dado la formación de los que en su día fueron transgresores y luego me he formado con lo que a mí me ha tocado vivir. Si me toca buscar el lenguaje con el que me quiero expresar con mis 18-20 años eso ha sido el punk. Para el resto no era muy normal y me abocó a estar en tierra de nadie durante muchos años. Tanto los punks pueden ser muy radicales porque en su puñetera vida les ha dado por ponerse el “Réquiem” de Mozart y por la misma razón a ningún elitista del mundo clásico se le ocurriría conectar con la música de hoy en día. Pero es su problema no el mío. Lo he sabido ver y he mirado hacia delante.
De punk y de independencia nadie debería darte lecciones. De hecho participaste en la creación de Tres Cipreses, junto a Eduardo Benavente y Gabinete Caligari. Sois parte del movimiento que creo la independencia en España. 

Ana: En aquel momento en España solamente existían las multinacionales. De lo contrario no había otra forma de hacer lo que tú querías hacer. Había que crear un sello independiente, tocaba inventárselo.

¿Crees que la independencia ha perdido sentido y que ahora hay menos riesgo en la música que realizan el noventa por ciento de grupos? 

Ana: Vivimos en el mundo efímero. Es un instante vertiginoso. Todo ocurre en segundos. Nadie tiene la paciencia de pararse a leer y escuchar. Todo ha cambiado. Nosotros tenemos la referencia de tener que currarnos todo más. Hasta conseguir discos era una aventura porque no estaban ni en las tiendas, ya que acababa de morir Franco. No había una industria musical ni discográfica. Cada disco que venía porque un familiar había venido de Londres, te lo trillabas de los píes a la cabeza durante un año y con los amigos metidos en casa. Mirabas cada foto, cada crédito, buscabas conexiones. Ahora es todo lo contrario, se saca una canción y al instante casi no existe porque he sacado otra basura. No hay dirección en muchos casos. Siempre hay excepciones y hay que buscarlo. En eso hoy, igual que ayer, hay que posicionarse. A veces toca abstraerse de cosas que no nos dicen nada, ya que los borregos han existido siempre. El arte y la transgresión no están hechos para la mayoría. La gente que cambia el mundo es una minoría. Los que dan vueltas de tuerca a las cosas son un núcleo pequeño, no las masas.

Fuiste una parte importante en la vida de El Ángel, quien nos legó un disco maravilloso, pura poesía e historia de nuestra música como es “Polvo de Ángel”. ¿Qué crees que estarían haciendo tanto él como Eduardo de seguir con vida?

Ana: Estarían dando la vara y dando por culo, seguro. Ángel era un personaje absolutamente puro que no se cortaba una mierda. Ni censuras ni historias. No tragaba. No comía comida para cerdos. Era una persona que se nutria bien, podía ser canalla, pero era un espíritu libre para escribir y trasladar sus emociones. Era un inconformista que vivió a contracorriente. Que no te quepa duda que estaría dando la vara. ¿Qué por dónde habría ido? No lo sé.

En ti vemos una diva oscura y artista, tu imagen sigue siendo icónica y llamativa, empoderada desde el día que entraste en nuestras casas por primera vez. Me pareces tan auténtica sobre todo si te comparo con las marcas blancas de feminidad inocua que reinan en nuestro pop. No digo que todas lo sean, hay gloriosas excepciones a las que se lo he transmitido de palabra. ¿No crees que casi todas resultan aburridas, tópicas y que nunca te llegarán a la punta del zapato?

Ana: No soy quien para decir si me llegan o no al zapato. Si te diré que hay una chavalita interesante en Le Butcherettes, Kelly Mullen, que es la cantante, compositora y alma mater del grupo. Es un espíritu absolutamente genuino. Hay chicas muy interesantes y absolutamente jóvenes hoy en día. Tienen cultura y beben de donde deben beber. Conectan con las chamanas, brujas y antiguas mujeres libres. Y luego hay otra masa voluminosa de gente que maldito el daño que hacen al movimiento feminista. Lo digo porque son las haditas blancas del cuento. Son hadas blancas y barbies que vienen a reivindicarse porque está de moda. Y luego hay otras que están en el extremo radical del cero a cualquier cosa que opine el hombre porque nosotras estamos por encima. Ha habido un movimiento feminista muy potente en los últimos años, pero date cuenta que tanto la industria musical, como las tiendas de ropa, como cualquier marca publicitaria se suman al carro. Hacen festivales de mujeres y muchas caen en el engaño. Si tú nunca has hecho un festival para mujeres, ¿a qué coño viene ahora hacerlo? Y encima hay quien entra al juego. Las cosas cuando se hacen moda no dejan de ser un producto. Es como el movimiento “Me Too”, que está muy bien, pero yo me pregunto si tienen que denunciar todas ahora de golpe y porrazo, machacando al hombre. Creo que nos tenemos que mirar bien y mirar qué hacemos por la causa y ver en qué momento del movimiento estamos. Creo que feminismos hay muchos, uno por cada mujer. Depende mucho de tu proceso de conocimiento, de tu proceso de dignidad y de tu propia forma de ser humana, no solo de ser mujer. Nunca lo he visto como una guerra contra el hombre porque he tenido grandes compañeros que han sido más feministas que yo. No les voy a masacrar porque en su ADN lleven muchas cosas incorporadas del patriarcado, que las llevan tanto ellos como nosotras. Se trata de un camino conjunto que hay que andar. Me paso por el forro la moda del feminismo. Ahora también te digo que hay una parte importante en este movimiento, porque han tomado conciencia, de que la mujer ha estado en la marginalidad siempre y luchando por sentirse llena y plena. Ha tenido muchos obstáculos en cuanto a su elección de sitio en la vida. Lo que quiero decir es que todas estas mujeres que nos las pintan como abanderadas del feminismo, el tiempo dirá si lo son. Al final quedarán los pasos adelante y veremos si es una moda a la que algunas se habrán sumado por eso, por ser una moda. Y veremos quien se ha subido al carro o no. Veo que es una historia mucho más seria que una moda. Las mujeres siguen muriendo a manos de hombres, en manos de la injusticia y tienen que encontrar igualdad en puestos laborales de alto nivel, que es donde más queda por recorrer. Es un tema muy serio. Esa sería mi conclusión.

Imagino que los planes más inmediatos serán salir de gira con “Huaca”. ¿Qué otros planes manejas a corto y medio plazo?

Ana: Sigo haciendo canciones, de hecho ya tengo dos nuevas. Yo no me precipito. Sigo sin poder vivir de la música. Tengo un horario laboral y soy profesora de piano. Luego sigo siendo independiente, De hecho el disco está autoeditado. Es muchísimo trabajo. Tengo canciones nuevas que las iré cerrando y dando formas en directo. Me gusta antes de cerrarlas moverlas en directo, porque mutan y cambian. En cuanto a la gira, voy a Latinoamérica en el mes de Abril y en Septiembre en Estados Unidos. En cuanto a España, llega un momento en que se te queda pequeñita. Me apetecía dar el salto a otros países y continentes dónde sé que hay gente a la que les apetece verme y a mí verles a ellos. Mis directos son una comunión con el público, quiero vivirlo. Es mi primer planteamiento ahora mismo. En otro ámbito tengo ahora una colaboración con unas chicas, un trío de Jaén, que se llaman Uniforms. Haré todo lo que pueda conciliar con mi trabajo. Vivo en Madrid, pero doy clases de Lunes a Viernes en el conservatorio de El Escorial, donde tengo un montón de alumnos a los que hay que ayudar a sacar sus conocimientos adelante. Me queda el fin de semana para dedicarme a esto.

Tenemos un buen amigo en común, Edi Clavo de Gabinete, que siempre me habla con mucho cariño de ti.

Ana: Le quiero mucho. De vez en cuando nos vemos. Es una de las personas con las que conté para el documental “Autosuficientes”, para que diera su opinión. Es un documental presentado In Edit años atrás que todavía no está en ninguna plataforma, pero confío en que ocurra. Solemos coincidir de vez en cuando porque es muy amigo de Alberto García-Alix. Nos vemos de cuando en cuando.

¿Qué bandas del panorama actual te interesen? ¿Crees que todo tiempo pasado fue mejor? 

Ana: Te voy a poner un ejemplo de punk que son las anteriormente citadas Le Bucherettes, que creo son jóvenes e interesantes. Y luego hay otro grupo que me llama la atención Ghostemane, vienen del trap pero son punks y demoledores en directo, es muy fuerte lo que hacen. Van a tocar en La Riviera en unos meses. La verdad es que voy a ver muchos grupos en directo, pero solo se me graban cosas que me impactan. Sigo oyendo mucha música y yendo a ver muchas actuaciones pero no se me quedan ni los nombres. Hay muchas cosas que ya las he visto mil veces, no me aportan nada, o están bien pero no me acaban de revolucionar. En estos dos casos creo que tienen una actitud y postura interesante. 

Gracias, Ana, por todo. Espero que nuestro cuestionario no te haya resultado muy pesado. No queríamos mirar atrás contigo, ni hablar de la movida. Esa entrevista te la han hecho mil veces. Nos interesaba hablar de tu presente y de tu buen estado de forma. Ojalá lo hayamos conseguido.

Ana: Muchas gracias, Javi. Ha sido un placer. Me ha encantado la entrevista porque he hablado de mí en este momento. No he tenido que estar rememorando la movida madrileña. Entiendo que a la gente le interesa, pero a mí me interesa vivir mi día a día. La otra entrevista ya la hemos hecho mil veces como bien dices. Hemos hablado de Eduardo y de Ángel, que son personajes a resaltar pero porque son parte del álbum. Normalmente la gente no suele escarbar, no buscan ir a los entresijos de los discos, ni buscan hilos de los que tirar. Se agradece que os toméis tiempo en hacer cuestionarios. Hay quien te entrevista y no le interesa lo más mínimo lo que haces. Saben que eres Ana Curra de la movida y creen que tienen la entrevista hecha. En vuestro caso se aprecia el interés.