Zenet: “La Estación del Momento"


Por: Txema Mañeru 

Ya su sorprendente y atractivo primer adelanto, "Amarte", nos parecía indicar que íbamos a estar ante un renovado y transformado Zenet. La escucha de su nuevo y muy buen disco al completo no ha hecho sino corroborar esas primeras sensaciones. Sigue siendo Zenet, sigue siendo su particular voz y las historias que se acomodan a ella, pero al mismo tiempo ha empleado una nueva y amplia paleta de colores que le hacen sonar como si fuera un nuevo artista. La electrónica y el hip hop entran de lleno en sus habituales sonidos con muchas trompetas, pianos y guitarras españolas. Todo eso sin dejar su jazz cargado de swing, sus aires latinos y tangueros o su rhythm and blues con toques relajados.

Para acometer dichos cambios ha contado con la producción del cubano, pero con claras raíces hip hoperas, Kumar Sublevao-Beat. Al mismo tiempo las nuevas canciones han recogido la colaboración de diez poetas vivos de muy diferentes edades y estilos. El trabajo de Zenet ha consistido en ese viaje que va “del poema a la canción”. Un viaje cuyo camino se ha vito trufado de complicaciones pero que el músico ha sabido llevar a buen puerto.

“La Estación del Momento" (El Volcán Música) arranca con un tema homónimo fascinante con ritmos que van de Cuba (Silvio Rodríguez) a la India, pasando por el pop y con fraseos dignos del mismísimo Rubén Blades. No extraña que haya sido escogido también como último y buen adelanto para el original LP del mismo título. Sigue una "Dieta de Besos" con fina guitarra eléctrica de Susan Santos y aromas jazz-funk con la buena y muy presente trompeta de Manuel Machado. Un tema para bailar sin parar. Sigue el citado single "Amarte", más en su estilo calmado, arrabalero y arrebatador, pero con ritmos electrónicos muy logrados que han llevado a hablar de electro-tango y de bandas como Gotan Project. Más jazz y con sus queridos aromas a New Orleans encontramos en "Amor a Tres", dotado de un estribillo cargado de swing y estupendos coros. Cierra la cara A "Cóctel Molotov", con el buen violín y los samplers de Raúl Márquez y un moderno estribillo muy chulo. 

La mezcla de jazz y soul, adornado de una remarcable solo de trompeta con sordina a lo Miles Davis, visible en "Automático" se hace acompañar de una guitarra española de aromas brasileños. En los arreglos de éste y otros temas destaca Ikah Moon, de Spin Gospel. Insistentes aires funk dominarán la interesante "Insistente". "Quédate con tu Moneda", por su parte, es un precioso lento marca de la casa con el destacado piano de Pepe Rivero, pero con la novedad de los ritmos del Beat Maker, Sublevao-Beat, y el cálido contrabajo de la argentina Lila Horovitz, que dejan paso a los rapeados de Kumar para uno de los más destacados temas del disco. Regresa al barrio y a Nueva Orleans con "Termino Medio", una estupenda letra, algún aroma tanguero y unos cuidados arreglos de vientos entre los que destaca el clarinete de Arturo Pueyo. Mucho swing y buenos coros. El disco finaliza con el jazz psicodélico de "Soldado de Amor", una preciosa melodía y cuidados arreglos y trompeta de Manuel Machado para ayudar al piano de Pepe Rivero. Todo ello para formular un gran y original disco de un artista siempre especial y personal.