50 singles que definieron los 90 (Parte II)


Por: Juanjo Ordás y Svevo Bandini. 

No están todos los que son pero sí son todos los están. Te presentamos la lista de cincuenta sencillos, en este caso con una segunda parte (AQUÍ la primera) que dieron forma a unos años noventa en los que talento corría a raudales entre guitarras y voces que nunca más se volverán a repetir. ¿Te apetece un viaje al pasado? 

THERAPY? - “DIE LAUGHING” (1994): 

Juanjo Ordás: En los noventa Therapy? fueron especialmente importantes gracias a Troublegum, uno de los mejores discos de la década para satisfacción de punks, poperos y rockeros. “Die laughing” era sarcástica y nihilista (¡igual que los Nine Inch Nails!), saturada de ironía y humor negro pero a la vez absolutamente seria y comercial. 

Bandini Svevo: Aunque “Die laughing” no me encanta, disfruto la crudeza del sonid y eso le aporta muchísimo al album en general. Detesto la grabación digital tan “limpia” que me encuentro tan a menudo hoy día y creo que más bandas deberían intentar capturar un sonido como éste.

 

BEASTIE BOYS  - “SABOTAGE”  (1994):

Bandini Svevo: Según cuenta la historia, la falta de dirección musical y la dificultad para completar los temas del álbum Ill Communication pusieron a prueba la paciencia del productor Mario Caldato Jr. “Sabotage” fue la última canción en completarse y la letra contiene la idea de que Caldato estaba saboteando el proceso creativo. No puedo escuchar el riff de Yauch sin ver el vídeo en mi cabeza. Aquellos policías encubiertos me tenían obsesionado. ¡Capos del rap-rock! 

Juanjo Ordás: No conocía la historia. El vídeo fue mítico. Y la canción también, claro. Aunque no soy un gran fan del rap ni el hip hop.

 


THE PRETENDERS - “I'LL STAND BY YOU” (1994): 

Juanjo Ordás: Las radios mostraban afecto por las baladas de corte clásico y Chrissie Hynde supo aprovecharlo facturando una que corrió por las listas como la pólvora. “I'll stand by you” sonaba inmortal, pudiendo haber sido escrita en cualquier era pretérita. En el vídeo, bastante emitido, veíamos a Chrissie cuidando de un señor bastante necesitado al que no estaba claro qué le ocurría. 

Bandini Svevo: Cuando Hynde y The Pretenders emprendieron su primera gira, esta conoció a Ray Davies, se enamoraron y tuvieron un hijo. Era Courtney Love antes de que existiese Courtney Love. Y si no fuera por los Beatles, The Kinks serían los Beatles. Y ya serían los Beatles. Y ya.

 

THE CRANBERRIES - “ZOMBIE” (1994): 

Bandini Svevo: Alternative protest song. So, not my cup of tea. 

Juanjo Ordás: Tampoco me gustan los Cranberries, pero lo cierto es que “Zombie” está bien construida, interpretada y tiene unos arreglos fantasmales muy resultones. Y, desde luego, fue un single súper exitoso.

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BLUR - “GIRLS & BOYS” (1994):

Juanjo Ordás: El britpop forjó campeones y Blur fueron unos de ellos. Batiendo ingredientes de los sesenta y setenta, podían ser directos pero siempre artísticos. La disco pop “Girls & boys” distaba mucho de las canciones más profundas de Parklife, pero era imparable. Si los chicos y las chicas se comportaban como idiotas en Magaluf, ¿por qué no relatarlo en una crónica? Por otro lado y como todo el mundo sabe, su beef con Oasis fue de lo más entretenido. 

 Bandini Svevo: Creo que Parklife es una especie de respuesta de Blur al tremendísimo Village Green Preservation Society. con su enfoque profundo de viñetas de personajes y acerca de cómo va cambiando la vida en Gran Bretaña. Pedazo de tema, disco y banda que no atendí tan bien en su momento y debo revisar a fondo.

 

OASIS - “WONDERWALL” (1995): 

Juanjo Ordás: Los otros en discordia por el trono del britpop. Oasis eran un conglomerado de Beatles y Sex Pistols que vivían del innegable genio de Noel Gallagher. ¿Cómo pudo él solo firmar tantísimas canciones memorables en solo cuatro discos? Su hermanísimo Liam era el remate para que el gol entrara a puerta, con su desprecio y altanería a la hora de cantar. Pero Osis también eran una bestia sensible como “Wonderwall” demuestra. Clásico gigantesco, himno a la resistencia cotidiana. No solo tiene sabor británico sino que destila credibilidad. Solo desde bajo se puede escribir así.

Bandini Svevo: Realmente no soporto a ninguno de los dos hermanos. 

 

JEFF BUCKLEY - “LAST GOODBYE” (1994): 

Bandini Svevo: Esta me habla directamente, a lo bestia, a partir de unos acojonantísimos arpegios líricos y frágiles que suenan a unos furibundos Led Zeppelin empapados en perfume y góspel encantador (Buckley en deuda con Holiday, Piaf, Smith o Simone). Es todo emotivo, fascinante, espiritual y muy requeteexpuesto. Crescendos ardientes -abrasadores, ¡qué coño!- de arrebatador folk eléctrico, como en el final de un romance para el que puede no sea todavía del todo demasiado tarde. O sí. 

 Juanjo Ordás: Esta canción es bárbara, la tomes por donde la tomes. En realidad Grace entero es genial, aunque es otro disco que no entra fácil y requiere rendirse a su belleza. Una pena que muriera tan joven.

 

PJ HARVEY - “DOWN BY THE WATER” (1995) 

Bandini Svevo: To bring you my love está fácilmente entre mis diez discos favoritos de todos los tiempos. "Down by the Water" va sobre una mujer que ahoga a su bebé (algunos opinan que es una madre ultracatólica quien asfixia a su hija adolescente por tener sexo prematrimonial) y, para ser sincero, me temo que aún no sé cómo encajar algo así… Es lírica, como si Maria Callas te retara a un duelo en Once upon a time in the west. PJ escribe melodías geniales y luego las arruina -para bien- con decisiones raras, crudas y desquiciadas. 

Juanjo Ordás: Es escalofriante, en forma y fondo.

 

PULP- “Common people” (1995)

Juanjo Ordás: Unos de los más veteranos del britpop que contaban con Jarvis Cocker al frente, especialista en escribir escenas cotidianas sobre postales sonoras. Con un productor histórico a los mandos como Chris Thomas, “Common people” pasa de la nota a pie de página al frenesí a lo largo de sus casi seis minutos de estudio social socarrón. De toda la escena, posiblemente fueran la banda más inteligente. 

Bandini Svevo: ¡Jarvis! ¡Sí, por favor!

  

NICK CAVE AND THE BAD SEEDS - “WHERE THE WILD ROSES GROW” (1995): 

Bandini Svevo: Cave se inspiró tras escuchar la canción tradicional irlandesa "Down by the Salley Gardens”, basándose pues en un patrón arquetípico de las murder ballads. Y aunque estas canciones inspiradas en crímenes deberían sonar raras y escalofriantes, realmente no suelen hacerlo. "Where the wild roses grows” es tan suave y agradable -con Kylie Minogue de invitada cantando igual (de mal) que siempre- que no te parecerá amenazante, aunque si prestas atención a la letra la historia cambia por completo y da escalofríos. 

Juanjo Ordás: Escucharla por primera vez mientras vas prestando atención a la letra (o viendo el vídeo) es un shock. Es como si una comedia romántica de Jennifer Anniston concluyera con diez minutos dirigidos por Eli Roth.

  
 

SMASHING PUMPKINS - “BULLET WITH BUTTERFLY WINGS” (1995): 

Juanjo Ordás: Los Smashing Pumpkins dinamitaron los preceptos del indie con el doble Mellon Collie and The Infinite Sadness, con orgullosa grandilocuencia y prepotencia. “Bullet with butterfly wings” era pura rabia concentrada con trazos góticos e inminencia apocalíptica. Billy Corgan -el gran autor del rock alternativo junto a Cobain- reformulaba la ira como sentimiento útil más allá de la frustración postadolescente. 

Bandini Svevo: Suena genial, hombre. Va sobre la muerte de los sueños y los ideales, o sobre la impotencia y la futilidad de la ira de un individuo dentro de un sistema más grande y poderoso, o de la sensación de estar atrapado, o qué sé yo, de lo de siempre. Es hermosa y duele mucho. Aunque yo soy más del Siamese dream.

  

WHITE ZOMBIE - “MORE HUMAN THAN HUMAN” (1995): 

Juanjo Ordás: Tanto musical como visualmente, White Zombie fueron la banda más atractiva de mediados de los noventa. Pasar por la batidora a Kiss, The Misfits y Ministry dio al mundo Astrocreep 2000 y singles como “More human than human”, un rapeado nasal endemoniado con peso metalero industrial y un vídeo que rendía homenaje a la serie B y a la sci-fi barata. 

Bandini Svevo: Nunca me interesaron sus discos. Y aún mucho menos las películas. Por lo demás, Zombie parece un tipo genial. Tuvo muy bien definida aquella estética de la "cultura sórdida estadounidense".

 


BECK - “DEVIL'S HAIRCUT” (1996) 

Bandini Svevo: Beck es un genio olvidado por la música actual. Su música es fascinante, ecléctica, también melancólica, divertida y pegadiza. ¿Cómo puede alguien ser tan raro y aun así conectar con la cultura? Pues siendo de verdad verdadera. "Devil's Haircut" introduce al oyente en letras demenciales que rompen con el género, con sampleados que parecen salir de la nada y tienen por qué estar en un disco de rock, pero que se sienten “como en casa” entre las guitarras distorsionadas, la sección rítmica y las divagaciones sobre el flujo de conciencia. 

 Juanjo Ordás: La cosa es que Beck con Odelay y “Devil’s haircut” le entró a todo el mundo. Rockeros, electrónicos, folkies… Daba igual, les gustaba a todos.



FEAR FACTORY - “REPLICA” (1995) 

Juanjo Ordás: Fear Factory también hicieron por reinventar el metal para la juventud, virando hacia la marcialidad maquinal y parajes distópicos. Crearon un mundo cyberpunk con sus propios tópicos y canciones con tanto gancho como “Replica”. ¿El truco? Las insensibles guitarras de Dino Cazares y muy especialmente la voz de Burton C. Bell, que alternaba entonaciones guturales en plan hardcore con melodías limpias. Como tener dos cantantes en uno. 

 Bandini Svevo: Música metal para robots. In your face.

 

 
GARBAGE - “ONLY HAPPY WHEN IT RAINS” (1995): 

Juanjo Ordás: Butch Vig, productor clave de la escena alternativa, decidió inventarse Garbage junto a dos compañeros más y la cantante Shirley Manson para hacer pop texturizado. Aunque irónica, “Only happy when it rains” posee algo exquisitamente retorcido bajo una superficie en la que las guitarras no suenan a guitarras y hay ruidos musicalizados sin salirse del coto del pop oscuro. 

Bandini Svevo: Manson fue una de las chicas más cool de los noventa. A pesar de que a la mitad no nos gustaba tanto su música, todos estábamos un poco enamorados de ella. Era genial, aunque tampoco la más genial. Había demasiada gente genial en la música entonces. Los noventa fueron demasiado buenos para elegir. Pero PJ estaba mucho más arriba. Y también Hope Sandoval, ¡qué diablos! 

 
 

SEPULTURA - “ROOTS BLOODY ROOTS” (1996) 

Juanjo Ordás: Que una banda brasileña llegara lejos en un mundo anglo dominante es sorprendente, pero que lo hiciera con una música brutal lo es aún más. Con Max Cavalera al frente y Ross Robinson como productor estrella, Sepultura supieron acicalarse con la fragancia del nu-metal, afinando bajo y machacando ritmos, sin dejar de dar continuidad a la implementación del folk tribal propio de su tierra. “Roots bloody roots” lo aglutinaba todo. 

Bandini Svevo: Este disco no es bueno si lo confronto con los álbumes anteriores de Sepultura, aunque también es una obra maestra comparado con los discos sin Max (que son algo así como una cheese burger sin queso). Destaco sobre todo la producción de Robinson; las capas, la energía que aportó al disco, animando a la banda a probar un montón de cosas nuevas. Cada instrumento tiene su momento de gloria y todos se funden maravillosamente bien cuando el momento lo requiere.

 

MARILYN MANSON - “THE BEAUTIFUL PEOPLE” (1996)

Juanjo Ordás: Parecía que todo estaba dicho en el rock industrial pero Marilyn Manson – que todavía era una banda por aquel entonces- demostraron que no. Producidos por Trent Reznor, elaboraron un maremágnum de destrucción musical, terror y colisión filosófica titulado Antichrist superstar que encontró pronto su sitio entre las obras cumbre del rock. Su single más famoso fue “The beautiful people”, deconstrucción misántropa del glam que les hizo estrellas mundiales. 

Bandini Svevo: Recomiendo encarecidamente este álbum y lo encuentro especialmente relevante hoy, mucho más que cuando se publicó. Sin embargo, entiendo que su música no sea del agrado de todos; con Manson poniéndose tan raro en todas las canciones, pero siento que siendo también muy, muy honesto. 



THE PRODIGY - “BREATHE” (1996) 

Juanjo Ordás: The Prodigy consiguieron que los rockeros más cerrados se abrieran a la electrónica gracias a temas como “Breath”, contenido en el formidable álbum The fat of the land. Música atronadora de la mano de Liam Hawlett, su líder a todas luces, y actitud punk en las voces de los impactantes Maxim Reality y Keith Flint (¡impresionante imagen!). Podríamos haber elegido también “Firestarter”, pero igual da que da lo mismo. 

  Bandini Svevo: Liam era el líder de la banda desde el principio, pero todos adorábamos a Keef. Algunos dicen que era un simple bailarín, que el tipo tenía un pelo bonito y eso era todo. Pero yo no. Él era, literalmente, el frontman definitivo. Y me encantaba su voz. Qué pena que no fuese cierto eso de que punk never dies. Aunque su banda, Flint, era un desastre. 



RAMMSTEIN - “DU HAST” (1997): 

Juanjo Ordás: Y si hablamos de impacto, estos teutones conquistaron tanto el mosh pit como la pista de baile con guitarras industriales, teclados de eurodance y una voz autoritaria cantando en alemán. Ser originales pese al riesgo de no abarcar mercado tuvo recompensa. El goth volvió a ponerse de moda (The crow, Trent Reznor y Marilyn Manson también contribuyeron lo suyo) y Rammstein salieron disparados hacia la estratosfera de la popularidad. 

Bandin Svevoi: Rammstein se besaron en Moscú, izaron la bandera del Orgullo en Polonia, concienciaron sobre la crisis de refugiados en el Mediterráneo y ayudaron activamente a los refugiados ucranianos en Berlín. Respect! 



RADIOHEAD - “PARANOID ANDROID” (1997) 

Bandini Svevo: La canción -cuyo título es una referencia a Marvin, el androide paranoico de La guía del autoestopista galáctico- tiene dos tonos diferentes y dos tiempos distintos. Me gustan las canciones complejas pero encima la letra es también críptica y sugerente, abordando temas como la alienación, la paranoia y el malestar social, aunque precisa de unas ochenta escuchas antes de poder dar con una interpretación medianamente razonable acerca de qué diablos trata. Tal vez hable de la economía del derroche, el conservadurismo de derechas y la revuelta (so what?). “Paranoid Android” fue música innovadora cuando se estrenó. 

Juanjo Ordás: Es difícil ponerle pegas a cualquier canción de OK Computer. Con canciones como “Paranoid android”, Radiohead el punto final al clasicismo del britpop, buscando respuestas a nuevas preguntas mientras desafiaban estructuras. De hecho, es uno de esos discos que me sorprende fueran tan exitosos, porque no eran fáciles de escuchar. 


KORN - “GOT THE LIFE” (1998): 

 Juanjo Ordás: Llevaban causando sensación desde su debut pero con Follow the leader Korn hicieron por llegar a las masas. Misión cumplida. Y sin tener que rebajar en exceso su brutalidad y bizarrismo. El ritmo bailable del hi hat y el-riff-de-guitarra-que-parece-más-un teclado-que-una-guitarra fueron clave para que “Got the life” se hiciera obligatoria en los shows, sin olvidarnos de un Jonathan Davis que lo mismo gruñe que canta como dios, siendo siempre reconocible y siendo probablemente el mejor vocalista de nu-metal. 

  Bandini Svevo: Literalmente cada canción que Jonathan Davis ha compuesto a lo largo de su carrera trata sobre cuánto dolor siente o sobre lo enfadadito que está siempre. La guinda del pastel es que el único instrumento que sabe tocar es la gaita, el instrumento más molesto ever. 


 

HOLE - “CELEBRITY SKIN” (1998): 

Juanjo Ordás: A Courtney Love se le podía echar en cara (injustamente) vampirizar la figura de Kurt Cobain o haberse domesticado, pero nadie podía negar que Celebrity skin era un gran álbum de rock y que su homólogo primer single tenía el mejor riff de guitarra desde tiempos inmemoriales en competencia con los clásicos del rock sesentero y setentero. También buenos versos. Y un gran puente. Y un gran estribillo. Todo con la ayuda de Billy Corgan a la hora de confeccionarla. Fue la banda sonora del final del verano del 98. 

Bandini Svevo: En los noventa hubo un montón de chicas fuertes, independientes y francas, que no se dejaban pisotear y fueron muy queridas y respetadas. Courtney no era una de esas. Ella creaba drama por crearlo y además es un poco “matona” de más. Recuerdo que por ahí la llamaban “Karen” (como una versión femenina de Ken, el novio de Barbie, que realmente no pintaba nada).

 
 
MADONNA - “FROZEN” (1998) 

Juanjo Ordás: Podías ser fan de Madonna o no, pero seguro la mínimamente la respetabas. Fue bastante inesperado que se reinventara en plan Bjork, pero funcionó a las mil maravillas en gran parte gracias a “Frozen”, canción tan sentida como simplona en su letra que la llevo al corazón de muchos que nunca le habían hecho caso. Siempre bien acompañada, contó el apoyo de Patrick Leonard y William Orbit. 

Bandini Svevo: No solía gustarme Madonna y no la tenía en absoluto en cuenta, pero cuando escucho la música de esta época y la comparo con la que hacía ella, el caso es que ahora me parece Beethoven. Come on vogue! 


LIMP BIZKIT - “NOOKIE” (1999) 

Juanjo Ordás: Terminaba la década y la mezcla de grunge, metal y rap que proponía el nu metal distaba de agotar sus recursos. Para algunos irritantemente omnipresentes, para otros unos fuera de serie, Limp Bizkit tuvieron en “Nookie” un temazo histórico con el que despedir la década. Fred Durst era el más chulo del barrio y te llevaba de la mano hasta ese estribillo de llamada y respuesta fabricado para encontrar complicidad. ¿Lo que vino después? La mediocridad. 

Bandini Svevo: Una de las peores bandas de todos los tiempos.

Parte I del artículo: https://www.elgiradiscos.com/2025/05/50-singles-que-definieron-los-90-parte.html