Los integrantes de Memocracia llevan por bandera la valentía. Algo que vienen demostrando desde hace tiempo, ya sea editando discos autónomamente, girando de forma independiente o buscándose la vida desde diversas acciones relacionados con la música, como muestran con la organización de conciertos con otros compañeros de profesión. Y lo han hecho siempre luchando con mucha ilusión y tesón, buscando dignificar su carrera musical defendida con orgullo de manera autogestionaria desde su provincia natal, Burgos.
En cierta manera todo ello lo reflejan ahora en su nuevo EP, “Rabia & Ternura”, en el mismo la banda muestra una mayor madurez, tanto en lo relativo a las letras, donde estos todavía jóvenes reflejan su particular visión de la llegada al mundo adulto con los sinsabores que ello conlleva, como en lo tocante a unas sonoridades de las que dicen sentirse plenamente orgullosos al haber podido plasmar las referencias que tenían en su cabeza, marcando una muesca en su trayectoria que parece ser más bien un punto de partida realmente interesante que pretenden seguir explorando en un futuro al que miran con fuerzas renovadas.
Hace unas semanas se editó vuestro nuevo Ep, “Rabia & Ternura”. ¿Qué sensaciones tenéis en el seno de la banda tras soltar por fin al público el nuevo material?
Gabriel: Teníamos muchas ganas. Empezamos a trabajar las canciones a principio de 2023, grabamos en febrero de 2024 y por fin hemos podido sacarlo. Lo primero que sentimos es alivio, ya está fuera, podemos pasar al siguiente capítulo. Y también por otra parte sentimos ganas, ilusión y alegría porque las canciones están fuera, ya las tiene la gente. Al final, ha habido un cambio de estética en la banda, había ganas de que saliera y que la gente pudiera entender este trabajo que hemos hecho en las sombras sin que nadie lo supiera más allá de nuestro círculo cercano. Mucho alivio por estar fuera y alegría porque comprobamos que la gente aprecia que suena muy bien.
Es curioso, la trayectoria de la banda cuenta con varios trabajos a sus espaldas y hasta con un disco en directo, sin embargo, escuchando estas nuevas canciones me ha dado la sensación de que se inicia una nueva etapa en el seno de Memocracia. ¿Estáis de acuerdo con la afirmación?
Gabriel: Sí, sí, rotundamente sí. Hemos dibujado muchos horizontes en la banda. Empezamos con 16 años, sin saber tocar, hemos ido aprendiendo a medida que la banda ha avanzado. Hemos mezclado cosas, abarcando mucho, con este trabajo marcamos una dirección de sonido. Para mí es un nuevo comienzo de Memocracia que va a marcar los futuros trabajos que hagamos.
Son muchas las vueltas de tuerca que proponéis, si os parece lo vamos comentando poco a poco. Arrancaremos por lo relativo al sonido, donde personalmente creo que venís unas sonoridades más cercanas a Platero y Tú, Extremoduro y Marea, hasta desembocar en algo que me ha parecido más cercano a bandas más cercanas a esta generación como Biznaga.
Personalmente, hablaría de una modernización del mismo, sigue habiendo un rock potente, aguerrido y cañero, pero creo que habéis cambiado el enfoque. ¿Qué os parece la afirmación?
Gabriel: Siempre hemos ido más a lo americano, Fugazi o Green Day. Los trabajos anteriores muestran que no sabíamos muy bien qué era el sonido, un ampli o cómo hacer sonar la batería con más o menos aire. Todo lo hemos aprendido a base de golpes, sin nadie que nos enseñara los matices. Sabíamos dónde queríamos ir, pero no cómo, y es cierto que quizás nos quedaba un sonido más cercano al “Viña Rock”. Íbamos tirando y aprendiendo. Ahora, con lo aprendido, y tras haber grabado en Ultramarinos con Santi García, donde han ido bandas de las que nos gustaba su sonido, todo ha quedado más centrado. Buscábamos que hubiera pegada, pero sin apenas producción. Nos gustan bandas como Cala Vento, Viva Belgrado y Bizgana, son influencias claras. A nivel de sonido nos sentimos cercanos. Es cien por cien lo que has dicho.
“Cada canción ha sido tratada de forma distinta para que tuvieran profundidad”
También veo un paso más en lo relativo a la producción, donde el sonido sigue siendo potente, pero mucho más conseguido, sinuoso y con matices que dotan de profundidad a las canciones. ¿Era una premisa de partida antes de arrancar la grabación ir más allá en lo sonoro?
Gabriel: Nos hemos vuelto muy locos, ha sido un proceso de aprendizaje muy intenso. Grabamos las canciones ocho veces antes de llegar al estudio, probando efectos y dando mil vueltas a todo. Allí en el estudio nos volvíamos locos con las guitarras y bajos dándoles muchas vueltas. Era obsesiva la búsqueda para conseguir texturas que fueran con la canción. Cada tema está tratado al detalle, buscando que sonasen distintos y que tuvieran profundidad. Hemos volcado los aprendizajes en baterías, guitarras y pedales. Fue muy intenso.
Y, por último, creo que siempre habéis buscado tener una voz propia en las letras que escribíais, pero observo que ahora son mucho más urbanas y callejeras, quizás con menos metáforas y buscando una primera persona plural. ¿Qué os ha impulsado a dar esta vuelta de tuerca?
Gabriel: ¡Hostias, has estudiado! Estás dando en el clavo EN todo. Es increíble. Literalmente es lo que hemos buscado. Antes sentíamos que molaba mucho el rollo de las letras, hablaba de nuestro grupo de amigos, problemas y aventuras. Cuando éramos más jóvenes veíamos las cosas de forma más inocente, ahora hemos buscado adaptar unas letras cerradas y darles la vuelta para que la gente las entendiera y se sintiera identificado. Hablar desde el yo, nuestras movidas, pero que la gente entendiera. Ha sido un proceso complicado porque siempre hemos estado muy encerrados en nuestra burbuja, hemos tenido que salir.
“Queríamos mostrar el paso de la edad joven a la adulta”
Hagamos parada en lo tocante a las letras, “No soy un Chaval”, “Nerviosos por Nacimiento” y “Ocho Horas”, nos hablan de una angustia existencial, mostrando la crudeza de unos días inciertos.
Gabriel: Siempre hemos sido muy nerviosos e impulsivos, pero con la edad vas madurando. Teníamos la sensación de estar a mil cosas y no llegar a todo. Coincide que hemos acabamos la universidad al empezar a componer estas canciones. Tocaba buscar trabajo y piso, teniendo que pagar todos los gastos tú, encajando la realidad del grupo y el cansancio que provoca. Hay veces que se hacen jornadas de quince horas. Siempre mostramos lo que vivimos en las letras y lo que sentimos. No hacemos letras de amor para ver si funcionan. “No soy un Chaval” habla de nuestras sensaciones, al haber empezado tan jóvenes nos hemos encontrado situaciones donde se nos ha juzgado y menospreciado, cosa que nos tocaba la polla. No éramos unos descerebrados, éramos profesionales y queríamos hacer un tema que hablara de eso porque hay gente a la que la juzgan por ser mujer o ser joven. No es que estemos amargados en nuestra vida todo el día, pero sí queríamos mostrar el paso de la edad joven a la adulta.
En “Nerviosos por Nacimiento”, donde os ponéis en la piel de los mejores Lagartija Nick, decís “normalizando adicciones” y “los artistas ya no cobran” que es una de las frases más potentes que he escuchado. ¿De dónde surgen?
Gabriel: Los buenos artistas buscan una imagen mental, un concepto más abstracto. Ha sido un trabajo muy loco. Teníamos un drive, cada uno iba rellenando con frases de distintos colores. Somos mente colmena y nos tomamos las letras muy en serio. Queríamos que nos reflejara como banda y que tuvieran sentido, luego ya sabes que escribir en castellano es complicado a veces. Estamos muy orgullosos del trabajo realizado porque hay letras e imágenes interesantes.
“El Barto” muestra otro enfoque, donde se aboga por disfrutar pese a las dificultades, con referencia a la “Wurlli” y totalmente urbanas, sorprendente para unos tipos que venían de ser adalidades del punk rural…
Gabriel: Abres un melón. Mi padre es agricultor, lleva cuarenta años trabajando aquí en el pueblo. Yo estudié psicología, pero llevo trabajando cuatro años en el campo también. Tenemos aquí casa para ensayar y un montón de espacio para hacer vídeos y generar contenidos. En la provincia de Burgos hemos tenido un papel importante en generar eventos, no solo para nosotros, también para otras bandas, lo que ha generado que se nos de una imagen de “salvadores” del rollo rural, pero nunca nos ha gustado mucho. Tenemos influencias de bandas americanas y tocamos en muchos lugares fuera de aquí. Lo digo por aclarar el tema, ya que a veces la prensa pone cosas que no son reales. Eso sí, tenemos mucha vinculación con el pueblo, tiene muchas ventajas vivir aquí, e inclusive hemos montado un estudio en mi casa.
Cerráis con “Ocho Horas”, donde habláis de buscar sentiros bien y fíjate, se muestra una especie de cierre de círculo, hablando de las ocho horas del trabajo y de ovejas, sonando de nuevo cercanos a Kutxi Romero de Marea y a Dinero…
Gabriel: La cabra tira al monte. Es algo que ha salido muy orgánico. Lo compusimos de atrás hacia adelante. La última parte nos gustaba mucho, pero no nos encajaba con el estribillo y estrofa. Nos quedó un poco Berri Txarrak, un grupo de referencia por cómo han hecho las cosas a lo largo de su trayectoria. Cierra muy bien el disco. Nos gusta dejar claro que vamos a seguir adelante y que siempre hay esperanza si trabajas y te esfuerzas. Si sigues adelante las cosas mejorarán. Es un concepto que hemos tenido de esperanza y de que las cosas mejorarán. Nosotros curramos mucho, pero seguimos en el barro, muy paso a paso. Es un mensaje para nosotros que la gente va a sentir como propio. Todo es mejor si vas poniendo un granito de arena día a día.
¿Cuál fue la reacción en el estudio al terminar de grabar y escuchar la mezcla final? ¿Con qué cara de Memocracia os sentís más representados?
Gabriel: Pelos de punta y llorar. Siempre hemos querido sonar así. Este equilibrio de orgánico y que las guitarras y voz se oigan. Llevamos mucho tiempo buscándolo y tenerlo fue como “bien chavales”. Estamos muy orgullosos y contentos. Santi García ha tocado los temas, pero ya venían bien hechos de casa. Muchas bandas contratan productores y gente que les haga canciones, no es nuestro caso. Ahora tenemos una estructura mayor, hay un mánager y está Tali llevándonos la comunicación. Ver las canciones y estar contentos con ellas es una pasada. Siempre se puede mejorar, claro está, pero la sensación es de estar orgullosos con los cambios.
¿Qué planes tenéis para la gira de presentación del álbum?
Gabriel: Tocar en todos los lados que nos dejen ir, tenemos bastantes fechas cerradas. Vamos a ir a París, será la primera experiencia internacional de Memocracia.
¿Actualmente podéis vivir de la música?
Gabriel: Hay bandas que están evidenciando que haciendo un género más rock como Biznaga y Cala Vento se puede vivir. Es complicado, hay que ir poco a poco, haciendo las cosas bien. En diez años hemos atravesado un montón de etapas, los primeros años estábamos fuera de la industria, ensayábamos y no hacíamos caso a nadie. Hemos ido aprendiendo. Nos da pena tener que estar todo el rato en redes, pero es lo que hay. Creemos que podemos llegar a un punto para vivir de esto, no depende de nosotros. Vamos reinvirtiendo todo en el proyecto, en estos diez años no hemos sacado nada. Siempre tratamos de tener el mejor productor posible, hacer las mejores posibles, grabar unos buenos videoclips… tratar de estar con los mejores y tocar, tocar y tocar. Veremos qué pasa. Hay que tener cuidado con las expectativas porque luego vienen las hostias gordas. En estos años hemos aprendido a gestionarlo.
¿Cómo está siendo la reacción de la gente ante el cambio que habéis dado?
Gabriel: Con este nuevo trabajo hemos sentido que la gente lo ha entendido. Se entiende mejor el mensaje, pueden sentirse identificados. Tanto el sonido como la estética de los videoclips se han valorado. Mucha gente dice que los videoclips no se ven, pero a nosotros nos han permitido ir muchos más allá. La respuesta es que el trabajo ha merecido la pena, si estuviéramos en una multi hubiéramos conectado con más gente, pero dentro de nuestras posibilidades y tras el currazo que se ha dado Tali, que se lo ha trabajo que flipas para movernos, hemos llegado a más gente. En los conciertos mola tocar los nuevos temas, hay un cambio de pegada, nos lo dicen colegas veteranos. Hay un proceso de cambio en la banda que no termina con este Ep, será también patente en lo nuevo que vamos a grabar de cara a finales del próximo año.
Pues por mi parte es todo, Gabriel. Es un placer saber que hay gente tan valiente, talentosa y autogestionaria como Memocracia.
Gabriel: He estado muy a gusto. Eres un crack. Lo llevas muy bien preparado. Un abrazo grande.