Blackberry Smoke

Sala Gruta 77, Madrid 16 de diciembre 2009
Por fin teníamos delante de nosotros a una de las bandas más esperadas entre los aficionados al Southern Rock. Con una extensa gira que recorre buena parte de nuestra geografía, vienen a presentarnos uno de los discos más aclamados este año en su estilo “Little Piece Of Dixie”. Que ha hecho las delicias de sus seguidores. Con un estilo muy definido hacía el Rock clásico y tocando muchos palos como el Bluegrass, country o Honky Tonk, conforma el sonido de esta banda que se formó allá por el año 2000 en Atlanta (Georgia), y que se ha convertido hasta la fecha en una de las bandas más sólidas, recordándonos los mejores tiempos de bandas como Lynyrd Skynyrd o Allman Brothers, (salvando siempre las distancias).

Ya en la sala, reinaba un gran ambiente de excitación ante el estreno del combo sureño en la capital. Pese a la gélida noche, los valientes que nos acercamos a la sala rockera de Carabanchel –y que mostraba un lleno total–, sabíamos de la sensación de ver a un grupo en su “momento”, y de que las primeras visitas siempre son recordadas.

Empezaron calentando al personal la banda madrileña Electric Fence, con su Rock enérgico que mezclado con toques de Blues, hacen la mezcla perfecta para su total disfrute. Y prueba de ello fue la gran ovación final, pidiendo que tocaran más. Tienen disco publicado, el muy recomendable “Middle of nowhere”.

Una vez se plantaron en el escenario los de Atlanta (dos guitarras, bajo, teclados y batería) y comenzaron a modo de introducción con un Boogie, ya desde ese mismo momento se pudo observar que esta gente tiene muchas tablas. Excelentes músicos que hicieron disfrutar a todos los presentes con las canciones de su reciente álbum y su mezcla de estilos, predominando el Rock clásico en todo momento. Cuando atacaban piezas Country o Honky Tonk, parecía que decaía un poco el ritmo, pero volvían a remontar con canciones más enérgicas del “Little Piece…”, que por cierto tocaron entero y con el público coreando y bailando en una fiesta contínua. Temazos como “Sanctified Woman”, “Good One Comin’ on” o “Prayer For The Little Man”, sonaron a gloria. Son canciones que uno se imagina a grupos como The Black Crowes matando por poder hacerlas suyas. Se sucedían medios tiempos perfectamente ejecutados, con unos juegos de guitarras para quitarse el sombrero. En definitiva, un gran concierto de Rock and Roll clásico del de toda la vida. Esperamos volver a verles pronto por aquí, no estaría mal en algún festival veraniego.

Texto y fotos: Alberto Vicente