Entrevista Garaje Jack

Entrevistamos en el Hotel Confortel a Garaje Jack, que nos reciben con una gran familiaridad, haciendo bromas y chistes que pronto consiguen romper el hielo. Llenos de buena música y de buenas intenciones, presentan su reciente disco “Todo eran canciones” y charlamos entre risas y cervezas del nuevo álbum, de los inicios de la banda y de las aventuras y desventuras de una pareja de cuatro muy bien avenida, como ellos mismos se han definido.

Garaje Jack ya suena como un estilo propio, como vuestra propia esencia. ¿De dónde surge el nombre?
Jorge: Empezamos a ensayar en unos garajes de Madrid que están muy bien acondicionados, y Jack es el nombre de un perro que aparece cantando en el primer disco y afina tocando la armónica (risas).

¿Cómo definiríais vuestro estilo?
Laura
: Yo creo que después de tantos años juntos y de tanto cotilleo (risas), el trabajo de Garaje Jack define el sonido que tenemos. Cualquiera que escuche uno de nuestros discos va a percibir lo que se destila de cada uno de ellos. Creo que está etiquetado como su nombre indica y que suena a Garaje Jack.

Garaje Jack nació en el barrio de Malasaña, en el epicentro de muchas cosas buenas. ¿Cómo os conocisteis?
Carlos: Jorge y Óscar en un bar… Yo también conocí a Óscar en un bar que se llamaba “El arrepentido” (muy buen bar, por cierto, una pena que no exista).

Jorge: Y Laura y yo nos conocíamos de toda la vida. Nos juntamos y desde el primer ensayo la cosa empezó a funcionar.

Óscar: La verdad es que surgió porque una pareja mía estudiaba con Jorge y nos puso en contacto. Fue una cita a ciegas, íbamos todos con un clavel en la solapa (risas). No nos conocíamos, nos presentaron ese día y parece que hubo química.

Jorge: A partir de ahí fue todo muy rápido, porque empezamos a ensayar, y a los dos meses y medio dimos el primer concierto. Y ya empezamos con ritmos de conciertos, a grabar maquetas, grabamos el primer disco…

Laura: ¡Y a rodar!

¿Qué otros grupos destacaríais de ese barrio?
Laura: en su momento destacaban bandas como Los Carbona… Pero realmente nosotros no somos de Malasaña, con los años hemos acabado pasando por allí.

Óscar: La banda se gestó en Malasaña.

Laura: No hemos sido el típico grupo de colegas malasañeros. Tomando una cerveza fue como se gestó la banda, pero en realidad ninguno somos de Malasaña. En cualquier caso, cualquiera de las bandas que hemos acabado tocando por la zona o que nos movemos por ese circuito consideramos Malasaña como el epicentro de todo ese movimiento.

Jorge: Con quien hemos compartido los primeros movimientos de la carrera de Garaje, quienes han sido nuestros hermanos mayores, podríamos decir que era La Vaca azul, Super Skunk, los Sobrinos, Buenas noches Rose… y creo que ninguno son de Malasaña (risas). Nos juntábamos siempre en Siroco.

Óscar: Vino a ser el punto de encuentro del movimiento.

Después de haberos separado y haberos vuelto a juntar, de todo lo que habéis pasado juntos, ¿estáis en vuestro mejor momento?
Óscar: Estamos muy bien.

Laura: Nos follamos con más amor ahora que antes, incluso (risas).

Carlos: Somos una pareja de cuatro muy bien avenida.

Y siendo tú la única chica…
Óscar
: Laura tiene más rabo que el diablo (risas).

Laura: En realidad en Garaje Jack sí hay distinciones, y sí que se nota, y cuando tienen que volcarse conmigo lo hacen. Creo que tenemos todos el mismo espíritu, y al final las horas compartidas juntos nos convierten en el mismo ente. No hay diferencias de edad ni de sexo.

¿Cómo ha sido la evolución hasta este “Todo eran canciones”?
Laura
: Pues ha sido lógica. Tenemos unas raíces en los tres discos, eso es evidente. Pero al final nos nutrimos de lo que escuchamos y cada vez escuchamos más música, cada vez evoluciona más el mundo musical y también las orejas. Es como una planta: va creciendo y va sacando ramas y desvíos, la música funciona un poco igual.

Jorge: Después de “Traje nuevo” fuimos alcanzando el sonido propio de la banda, y el disco que sacamos es una segunda parte, una continuación de ese sonido.

Óscar: Los tres discos son diferentes entre sí. Tienen el nexo de unión que son la banda y nuestras influencias, pero sí que son tres discos diferentes. No nos gusta hacer siempre lo mismo y no sabemos hacer siempre lo mismo.

Laura: No nos planteamos nada, nos sale solo.

Óscar: Es lo bueno que tenemos ahora. A la hora de componer no estamos atados a ningún tipo de estilo, hacemos lo que no sale de las manos.

¿Quién se encarga de componer?
Laura: Por comodidad y rapidez en los estudios funcionamos Óscar y yo en cuestión de composición y arreglos de temas, sobretodo él que se queda en el estudio maquinando. Pero tenemos varias formas de hacerlo.

Óscar: Tenemos tres formas de hacerlo: una, toda la banda en el local partiendo de una idea. Dos, Laura y yo haciendo canciones, cada uno por su parte. Y la tercera, sacar de la nada. Normalmente siempre funciona, este disco está compuesto en tres meses.

¿Cómo funciona la selección de temas?
Laura: La selección de temas es la que más nos late, como cuando de repente deja de gustarte un tema que has compuesto antes. Nos movemos por impulso.

Jorge: Los temas en un local y en un escenario cobran vida propia. Al cabo del tiempo te das cuenta de si un tema está predispuesto a morir y a no ser tocado en un escenario. El propio tema te lo va diciendo.

Óscar: Es curioso, porque los temas que han sido compuestos por todos en el local han sido singles o temas que nos han gustado. Sin Red ha sido compuesto por todos, y Boulevard, Dame más…del disco anterior.

Laura: Al final, lo que compone un tema son las personas que lo tocan. Es lo que diferencia a una banda de música, de rock and roll en este caso, de un cantautor. Todos somos cantautores, todos componemos y cantamos.

Óscar: Pero somos más divertidos que los cantautores.

Laura: Por eso a ellos los llamamos “los cansautores”, pero eso es otro tema (risas). Lo que realmente le da el pulso a una canción es la banda que lo toca.

El disco está compuesto por 13 temas y 1 DVD adjunto. ¿Qué podemos encontrar en él?
Jorge: Nos fuimos dos días a Cuacos de Yuste, a una casa que se llama El Relojero. Estuvimos dos días grabando una serie de temas acústicos y Roberto, que grabó el videoclip, se vino con nosotros y estuvo con nosotros no sólo durante el proceso de grabación, sino durante nuestra convivencia. Contiene un documental- reportaje con canciones en acústico. También contiene todos los videoclips editados hasta la fecha, fotos…

Laura: Hay fotos de Óscar en tanga, que siempre gana mucho. Deberían ofertarlo con el arroz (risas).

Óscar: La idea que tenía el director del vídeo, Roberto Peromingo, era hacer un vídeo muy íntimo. Mostrar cómo es en esencia Garaje Jack, cómo vivimos entre nosotros y de alguna forma intentar plasmarlo en el DVD. Son planos sin mirar a cámara, muy íntimos… por eso se llama Privado el disco. Estamos encantados con el resultado, y con Roberto también.

Habéis hecho una versión de “Roxanne”. ¿Queríais versionarla como lo que realmente es, un tango, o habéis querido dar un estilo rompedor al éxito de Police?
Laura
: La versión de “Roxanne” salió de una coña marinera en el local. En realidad la tocaba rollo más rumbero, nos pareció algo divertido y que quedaba bastante llamativo en el escenario. A la gente le encantó en su momento. A la hora de grabarla y de introducirla como una opción de estudio, recurrimos a los que sabían para no quedar tan burros y que los gitanos no nos escupieran en la cara, aunque probablemente lo harán (risas). Es algo anecdótico que ha funcionado. Al final contamos con ayuda y ha quedado una versión distinta de lo que fue en un primer momento y ha quedado más elegante, porque hacíamos mucho el gamberro. Sólo es una gracia, un guiño, aportar algo que a la gente le ha gustado durante muchos años.

En una entrevista leí una pregunta que dejasteis para el próximo invitado: “¿Qué es lo más importante para que una canción sea un temazo: la música, el estilo, la banda, la letra…?”¿Y si tuvierais que contestarla vosotros?
Laura: ¿Para que sea un temazo? ¡Que sea de los Stones! (risas)

Jorge: Es una mezcla de todo lo que has dicho y algo… un ente volátil pululante más allá de todo eso, una magia para que un tema se convierta en un súper hit y que se escapa al que la compone y al que la oye.

Laura: ¡Qué densidad de población, con los Stones habríamos quedado mejor! (risas).

Jorge: Una buena música se compone de una buena música, una buena melodía…eso es una buena canción.

Laura: Creo que si los músicos supiéramos que es lo que necesitamos para componer un temazo y un single número uno, lo haríamos todos.

Carlos: No existe ninguna fórmula, sale o no sale. No es como hacer una paella que tienes que echarle unos ingredientes.

Óscar: Si lo hacen Black Eyed Peas van a funcionar (risas). ¡Y nos encanta!

Laura: Creo que lo que más se puede acercar o hacer posible un temazo es el dinero y la promoción.

Óscar: Son muchos ingredientes. Pero de todas formas, Sin Red lo es (risas).

En ‘Dame más', una canción de vuestro álbum Traje Nuevo, aparecen las voces de Laura y Miguel Leiva, el componente de Pereza. ¿Qué otras colaboraciones habéis tenido y cuales desearías tener?
Laura: En música siempre hemos tocado con mucha gente, tenemos grandes amigos: Alfredo de Le Punk, Los Ronaldos, Luis Martín, Paco Clavel, Burning…Hemos hecho muchas cosas con mucha gente y nos gustaría hacer muchas cosas con mucha gente. Creo que hay grandes talentos ahora mismo.

Óscar: De todas formas, no somos de los grupos que siempre cuentan con otros.

Laura: No hemos tirado por esa vertiente. Estamos encantados de hacer cosas con personas que quieran hacerlas con nosotros.

Jorge: Es una de las cosas buenas que tienen este trabajo, te relacionas con músicos. Ha sido así siempre.

Laura: Y aprendes de cada cosa que te dan los demás y de lo que puedas aportar tú. ¡Yo quiero hacer una canción con Nikki Six!

Desde hace 4 años, os habéis dedicado a visitar las cárceles de Madrid, regalando una hora fuera de la tediosa rutina de la cárcel a sus internos. ¿De dónde surgió esta iniciativa?
Óscar: Fue un proyecto de obra social de Caja Madrid. Nos lo propusieron en 2007 y dijimos que sí. Al principio tienes una mezcla entre mucha ilusión e incertidumbre, porque nunca habíamos estado en una cárcel, y mucho menos para tocar. Surgió y ya van cuatro años, veinticinco conciertos.

Laura: Es toda una experiencia.

Jorge: Depende del módulo que te saquen en el momento y depende del tipo de personas. Y los módulos de este año han sido muy buenos y en los conciertos ellos lo han pasado muy bien y nosotros también. Lo bueno es que es gente muy agradecida con poquito que les des, porque están en una dinámica de rutina en la que todos los días es lo mismo. Cualquier cosa que les aleje de esa rutina lo agradecen mucho. Y ahí estamos nosotros.

¿Qué primeras valoraciones haríais de la acogida que este “Todo eran canciones” ha tenido por el público en este escaso tiempo?
Óscar: En este escaso tiempo somos número uno en iTunes. Acabamos de saber la noticia.

Laura: Por eso bebemos cerveza, para celebrarlo.

¿Qué le pedís al futuro?
Laura: Somos una banda que necesitamos salir a tocar y seguir trabajando, y hacemos todo lo posible para hacerlo. Lo que pedimos siempre es seguir haciendo canciones, seguir tocando y seguir funcionando.

Óscar: Que dure el idilio que tenemos con nuestra compañía, nos cuidan mucho y hacen que nos sintamos queridos, arropados y apoyados.

Carlos: Trabajo y muchos conciertos.

Por Paula Rodríguez Martín