Idealipsticks: Invitación al pecado.

Madrid, El Sol, 11 de Febrero de 2011. Público: casi lleno.
Debe ser motivo de alegría saber que el esfuerzo y el trabajo bien hecho a lo largo de los años, ha obtenido esa recompensa tan deseada por tantos y tan difícil de obtener por muchos, que no es otra que poseer el cariño y el respeto del público. Digo esto, porque hablando con buena parte de la parroquia que asistió a este concierto, sobre todo con los más talluditos (entre los cuales me encuentro), muchos recordaban aún con cariño los primeros pasos que la pareja protagonista de estos Idealipsticks, Eva y Javi -ahora se hace llamar Jave-, dieron a finales de los 90´s con la banda que fue el origen de lo que hoy han llegado a ser: esos Suitcase enloquecidamente punks, que han acabado transmutándose con el paso de los años y con el devenir de las experiencias vividas, en este nuevo proyecto mucho más rockero, pero igual de visceral, directo e inmediato. Tras la publicación de su primer larga duración: “Radio Days”, presentaron el viernes en la capital el que es su segundo álbum de estudio, recientemente publicado: “Sins & Songs”, menos visceral que el anterior, pero más maduro, con una parte rítmica mucho más trabajada -es lo que tiene contar por fin con un baterista (Lete G. Moreno) y bajista (Pere Cohete) estables-, con unos arreglos más cuidados y donde se han esmerado mucho más en pulir los pequeños detalles, todo ello sin perder un ápice de frescura.

El bolo comenzó con una de las canciones más tranquilas del nuevo largo: “Dirty dirty mud”, para ir creciendo poco a poco en intensidad y energía hasta el final. Poco más de una hora (lo bueno si breve…) en la que presentaron casi todos los temas nuevos de “Sins & Songs”, alternados con algunos de los más emblemáticos de su trabajo anterior como “Love destroy all”, “There is no music at home”, “Wet to the bones”, “Frozen heads”, “Don´t you love me any more”, “The king has died”, “Legs” y “How does it feel” (con la que concluyeron bises y concierto).

En los nuevos temas se pudo comprobar la mayor presencia de las guitarras de Javi, con riffs mucho más variados y trabajados que en épocas anteriores: afilados en “Losers & lovers”, rápidos y pegadizos en “Love & Weakness” y con claras reminiscencias del sonido Seattle en “Trash” (el germen de todo sigue presente por tanto). Este tema sirvió también como ejemplo para constatar una mayor presencia vocal del propio Javi en estas nuevas composiciones, lo que también ha servido para definir al grupo de Guadalajara como los White Stripes patrios, algo más que evidente también en “Hell yes”, tema que podrían haber firmado perfectamente los de Detroit. No obstante, todo el peso vocal del grupo lo sigue llevando la sexual Eva, cuya voz se ha “afelinado” aún más que en entregas anteriores, recordándonos mucho más ahora a una Sioxsie Sioux desgarrada, en vez de a la Chrissie Hynde más melódica que influyó mucho más los temas de Radio Days. Una voz y una presencia que entre ronroneos, aullidos y sugerentes poses te invita a pecar, quieras o no.

Los momentos más álgidos del concierto se vivieron con los que son sin duda los mayores pelotazos de “Sins & Songs”: “I can´t deny it” (hit en toda regla de estribillo y melodía pegadizos), “Dance” (uno de los cortes más sensuales), “Sins” (sexual y explosiva) y sobre todo “Nora” (tema que han dedicado Eva y Javi a su hija, en el que destilan al interpretarla todo su amor de padres, lo que la encumbra como uno de los cortes más expresivos de su carrera) y “I´m not your girl” (la mejor canción que han compuesto jamás, pura esencia del mejor rock de guitarras, rabioso, frenético y contundente, recogido en apenas dos minutos y medio que te mueres por escuchar una y otra vez).

Buen concierto por tanto, al que no obstante quiero poner un pequeño “pero” (que Dios me perdone, porque voy a pecar): en directo Idealipsticks, se dejan muchos de los matices, que sí aparecen en sus discos, por el camino, lo que hace que los diferentes temas interpretados suenen demasiado parecidos en ocasiones, y por tanto monótonos. Es cierto que lo pulen con su presencia arrolladora sobre las tablas, pero también es cierto que la imagen no debería sobreponerse nunca jamás sobre la propia esencia de su música, esa que tantos defendemos como sinónimo del buen gusto y del buen hacer.

Texto: David "El Chulón" Lorenzo
Fotos: Iván González