Entrevista Dan Mathews

“Este disco representa una evolución como músico”
El final de Yoghurt Daze trajo consigo un período de introspección para el que fuera vocalista de la banda, Dan Mathews, una época de viajes y de reencuentro consigo mismo repleta de libertad, en un marco de aprendizaje constante. Un buen día volvió a acercarse a su guitarra, a rasgarla, a componer los bocetos, y dar color y forma a las primeras muestras de lo que sería su primer larga duración en solitario. “Do It All”.

Y qué encontramos en su primer disco en solitario. Seamos simples, directos y sobre todo sinceros. Un trabajo lleno de hits potenciales, canciones que en su mayoría son medios tiempos repletos de calidad, con un pie puesto en el folk norteamericano y con un importante poso rockero, innegable en temas como “Cut Your Ropes”, lo que acompañado de una producción de lo más cuidada, obra de Manuel Colmenero, conocido por sus trabajos para otros artistas como Vetusta Morla, hacen de éste “Do It All”, un trabajo altamente recomendable de principio a fin, canciones como “Under the Bridge”, “Lopsided” y “Giving it to You”, por citar algunos ejemplos, así lo acreditan.

El próximo día 2 de Junio en el Orange Café de Madrid Dan estará presentando su flamante y logrado primer álbum, con motivo de esa actuación nos hemos puesto en contacto con él. Estas son algunas de sus respuestas.

Han pasado siete años desde la separación de Yoghurt Daze, ocurrida concretamente en el año 2004. ¿Nos gustaría saber a qué te has dedicado durante todo este tiempo en que apenas hemos tenido noticias tuyas?

Nada más separarse YD estuve algo más de dos años viajando por el mundo, yendo a sitios a los que siempre quise ir como India, México, Estados Unidos entre otros muchos. Fue una época de búsqueda personal en la que pude vivir la sensación de estar en cualquier sitio sin saber hasta cuándo ni saber a dónde iría después, una libertad que nunca había sentido. Fue una experiencia muy bonita pero también me hizo enfrentarme a muchas cosas y a ver cosas mías y del mundo que no había visto antes.

Al volver a España me tuve que montar una nueva vida, buscar un trabajo y al mismo tiempo arranqué este nuevo proyecto que ya se había ido gestando a lo largo de esta época.

Durante los viajes y en periodos entre ellos en los que estaba un tiempo en algún sitio, sobre todo en Washington Dc, empecé a hacer bocetos a explorar ideas que iba grabando en un móvil o en una grabadora que tuviera a mano, escribía algo en un papel cualquiera y lo guardaba para desarrollarlo mucho después con calma, en algunos casos hasta dos años después. Pero la canción seguía en mi cabeza, iba buscando un estilo acústico con el que ir plasmando todas esas sensaciones. En la búsqueda de un nuevo camino creativo junto con uno personal.

Hay una cosa que llama particularmente la atención a la hora de enfrentarnos “Do it All” y es, a priori, el alejamiento sonoro con respecto a lo que hacías con tu banda madre. Es un álbum que se asienta en unas coordenadas más reposadas y desnudas, por decirlo de alguna manera. ¿A qué responde un cambio tan radical con respecto a lo que proponías antes?

Es lógico que al oírlo con la referencia de YD se perciba como un cambio radical. Para mí no es así porque para mí es algo que ha venido más gradualmente y representa una evolución como músico aunque también hay una expiración de un nuevo camino, sin duda.

Siempre me ha gustado hacer canciones acústicas y con YD siempre me gustaba grabar alguna canción acústica al final de los discos. Este lenguaje de acústica y voz es algo que he ido desarrollando desde hace tiempo y ha sido cuando he dejado de estar en YD que lo he explorado a fondo. Al principio del proyecto el rollo acústico era aún más acentuado y fue cuando formé la banda que poco a poco fue llegando al sonido que hay en el disco. Al principio eran acústicas y shakers. Creo que pese a ser estilos diferentes, como músico se nota que vengo de donde vengo.

Es curioso pero da la impresión de ser un disco que hubieras rodado mucho en formato acústico. En las últimas entrevistas que hemos realizado compañeros de profesión tuyos nos han hablado de la importancia que tiene el hecho de que las canciones que se sustenten sólo con una guitarra y voz. Cuando uno escucha tu disco, se lleva esa impresión. ¿Estás de acuerdo con la afirmación?

Sí, en general estoy de acuerdo en que una buena canción normalmente se puede defender con una acústica, porque si los acordes y la melodía, el tono de la voz y la letra, forman una unidad con entidad y funcionan de esta manera es una señal importante. Pero también creo que si haces música de otra manera quizá también hagas buenas canciones que no funcionen con una acústica.

A la hora de hacer la selección de las canciones del disco elegimos las canciones que funcionaban bien solo con la acústica y la voz, porque nos garantizaban que su esencia era fuerte y que iban a aportar al disco algo autentico independientemente de cómo la produjéramos. Es como usar buena materia prima.

Personalmente creo que has editado un trabajo complejo a la hora de desentrañar. Me explico. Habitualmente uno se encuentra con discos en los que determinados cortes destacan. Aquí no, lo que prima es el conjunto. Podría citar “Under the Bridge”, “What Do I Really Want” o “Lopsided”, pero siento que dejaría de lado a otro buen puñado de canciones. ¿Crees que es un disco que destaca por la cantidad de singles potenciales?

A la hora de concebir el disco Manuel Colmenero, hizo mucho hincapié en que iba a ser un disco "a la antigua" en el sentido que tenía que ser un disco equilibrado sin rellenos sin que faltara ni sobrara nada, y eso puso mucha presión sobre el momento de seleccionar los temas porque solo los que realmente estuvieran a la altura de los demás, según nuestro criterio, podrían entrar en el proyecto.

No quería temas que se solaparan o se repitieran, y creo que eso también le da ese toque de variedad dentro de la unidad que se ha buscado en el disco.

Llama la atención el hecho de que uno se encuentra con canciones alegres y vitales, pero por el contrario también encontramos canciones más intimistas e introspectivas. En una suerte de día que comienza soleado y acaba en tormenta. ¿A qué responde este hecho?

Es gracioso que lo percibas así. No es intencionado y más bien, si miro la cronología de las canciones, se podría decir que es una tormenta que acaba en un día soleado. Esto se debe a que durante ese periodo del que hablaba antes muchos momentos fueron de duda o confusión, de dejar cosas atrás, de aceptar otras. De cambio, de introspección y exploración, pero en algún momento del viaje, y especialmente después de pasar por momentos difíciles, llega una aceptación, una frescura, un nuevo comienzo que responden a ese día soleado del que hablas.

Por cierto, ¿qué bandas te han servido de referentes a la hora de componer esta impresionante colección de canciones?

Gracias por el piropo. Bueno, durante bastante tiempo no estaba escuchando música pro-activamente. Tenía claro que estaba buscando un rollo acústico, personal y que quería contar las cosas a mi manera, primero a mí mismo y los que tenía cerca. Quería encontrar un leguaje con el que contarme mi presente, mi pasado, e intuir mi futuro.

He estado oyendo música muy diferente en éstos siete años desde Elliot Smith a the Kooks, de Tribalistas a Nick Drake, Jack Johnson o Nada Surf. Bob Evans o Swearing at Motorists. Cosas muy dispares pero que fundamentalmente son música Americana y Británica. También durante los viajes por ejemplo a EE.UU, México, Perú o India, uno va absorbiendo cosas que de una manera influencian tu música aunque sea a través de un paisaje desértico o una música que oyes en un autobús.

De la producción del álbum se ha encargado Manuel Colmenero. No veo necesario realizarte ninguna pregunta al respecto, puesto que con escuchar el disco todo está dicho. Creo que es uno de esos discos en los que todo está en su sitio. Supongo que estarás más que satisfecho con la misma, ¿verdad?

Sí, la producción hace justicia a las canciones, y eso es lo que un artista siempre quiere. Hubo un dialogo previo, una puesta en común de lo que se quería hacer y luego mucho trabajo con la banda, para conseguir llegar a donde nos habíamos propuesto. Manuel supo gestionar los diferentes niveles a base de trabajo, criterio y mucha implicación, lo cual fue buenísimo para el proyecto.

Antes te comentaba que a priori tu música comenzaba a buscar otros caminos por los que transitar, sin embargo en temas como “Cut Your Ropes” se observa como de fondo sigue planeando la herencia del grunge. ¿Qué queda de aquel período en ti y en tu música? Y sobre todo, ¿qué supuso y qué rastro crees que ha dejado en el mundo musical en general?

Como dije antes yo vengo del grunge, y más ampliamente de la música de los 90. Ahí es donde me formé como músico y esa herencia no se pierde. Se va transformando y destilando. Es cierto que "Cut Your Ropes" es un guiño a esa época, pero también es una forma de transformar todo eso en algo nuevo. Al fin y al cabo la canción se llama algo así como "corta tus ataduras". Creo que representa bien ese sentimiento de aceptación y de mirar hacia adelante. En referencia a lo segundo creo que los 90 fueron una explosión de creatividad impresionante, no solo en grunge sino en muchos estilos. Creo que todo eso es algo que está ahora en la música como una influencia importante pero que se funde y convive con otras.

Después de tanto tiempo inmerso en la disciplina de una banda. ¿Cómo te has sentido al ser tú mismo quien dirigiera los destinos de tu nuevo proyecto? ¿Qué ventajas e inconvenientes observas?

Bueno, está claro que en un grupo se reparte el peso y las decisiones. Las ventajas son claras. Tienes más poder de decisión y haces más lo que tú quieres, sin tener que dar ninguna explicación. En cambio estás más solo ante las decisiones y la presión que te pudiera venir. Estoy contento con esta situación y en general lo llevo muy bien. Está bien hacerlo en un momento en que tu prioridad es explorar un camino creativo. En cualquier caso hay que resaltar que no deja de ser un trabajo en equipo, y que sin el apoyo y la aportación de los músicos y del productor, es muy difícil conseguir el resultado que buscas. Necesitas crear una sinergia y una empatía porque es un trabajo artístico en el que se manejan las emociones. Pero si das con la gente adecuada eso sale con bastante facilidad y los roles están muy claros, lo cual también te permite trabajar muy bien.

Con Yoghurt Daze lograsteis tener un relativo éxito, llegando a editar tres trabajos, actuando en prestigiosos festivales dentro de nuestro país y también en el extranjero, incluido el festival de Glastonbury de 1995, llegando a ser teloneros de bandas de gran reconocimiento. ¿Qué ocurrió para que dierais por finalizado un proyecto tan interesante?

En realidad no lo dimos por finalizado. Nos dimos cuenta de que estábamos agotados.

Este desgaste fue demasiado para nosotros. Cuando en medio de una gira nuestro batería dejó el grupo para hacer otra cosa con su vida y decidimos que era una buena idea, después de 11 o 12 años darnos un tiempo indefinido.

El caso es que eso devino en los viajes y las experiencias que me llevaron a este nuevo proyecto. Al principio no tenía ni claro que iba a seguir haciendo música, al menos no a nivel grabar discos y demás. Pero con el tiempo, después de ir superando el desgaste que tenía, me fui dando cuenta de que sí quería hacer música pero de otra forma, mas relajadamente y que quería explorar otro camino y así poco a poco fui empezando a componer otra vez.

Para terminar sabemos que en unos días estarás actuando en el Orange Café. ¿Qué se encontrarán todos aquellos que acuden a verte en directo?

La presentación del disco es el día 2 de Junio. Hemos estado trabajando duro para conseguir llevar este disco al directo, lo cual es un reto para nosotros. Es cierto que conocemos muy bien las canciones, pero el trabajo de producción del disco fue un peldaño más al que queremos hacer justicia en el directo y darles ese plus a las canciones.

Tenemos mucha ilusión porque será una celebración de un trabajo muy largo y en mi caso es una celebración por todo un camino recorrido desde hace 7 años. Terminar el disco en sí, verlo ya fabricado y sonando ha sido muy bonito, pero tocarlo en directo es el broche definitivo. Tenemos muchas ganas de tocar este disco en directo todo lo que podamos y esperamos que la gente se vaya de ese concierto satisfecha con haber elegido venir. Queremos que sientan que ha valido la pena y que realmente les hemos hecho disfrutar.

Por: Javier González.