Madrid, Sala Joy Eslava. 13 de abril del 2012.
Reinventarse o morir. Eso debió pensar Najwa Nimri cuando decidió dejar su éxito con NajwaJean, dúo que formó con el afamado productor Carlos Jean, para lanzarse en solitario. Primero en una carrera como Najwa cantando en ingles, para dejar paso desde hace un par de años a la utilización del castellano con “El último primate”. Un disco oscuro y desgarrador que convenció a crítica y público.
Ahora retorna con un cambio rotundo tras lo orgánico de su anterior disco, vuelve a la electrónica. Junto con Raúl Santos (Alias SupercineXcene), ejerciendo de mano derecha cómo músico y productor. Y con el que ha preparado su nuevo trabajo “Donde Rugen los Volcanes”. Raúl tiene una reputada carrera que empezó hace más de veinte años como batería de Los Planetas, con los que permaneció durante un corto espacio de tiempo, para luego adentrarse en la electrónica donde ha hecho su carrera. La colaboración con Najwa ya surgió hace más de diez años, cuando R.Santos le produjo “Mayday” y “Walkabout”. Ahora se han querido alejar de aquel rock electrónico para hacer algo totalmente distinto y novedoso.
Para este nuevo espectáculo que estrenaron la noche del viernes, Raúl con su mesa de mezclas y sus aparatos y Najwa con su voz, se bastan para llenar el escenario. Además han diseñado un espectacular juego de luces que simula una habitación de ciencia-ficción, como les gusta definir a ellos mismos el montaje.
Nimri apareció en escena con chaqueta de capucha y fumando en todo momento, algo fácilmente achacable a los nervios propios del estreno. Nervios que se fueron diluyendo a medida que avanzó el show.
En sus nuevas canciones refleja mundos nuevos, ensoñaciones y sentimientos que, si se llega a conectar con ellos, te atrapan irremediablemente para ya no soltarte. En el show interpretaron en riguroso orden todos los temas de su nuevo disco, un álbum que no aparecerá hasta el día 8 de mayo en tiendas, y que los 900 afortunados que asistimos, tuvimos la suerte de disfrutar de manera adelantada y en vivo.
La actriz y cantante logró en todo momento mantener la atención de su propuesta gracias a su magnetismo personal, pese a que su propuesta es arriesgada y nada fácil de digerir para el gran público (no busquen aquí estribillos o melodías pop), el camino que nos invitan a recorrer es otro nuevo. Letras muy personales y viscerales que Najwa escupe con verdadera convicción. Interactúa con la gente como cuando mandó al técnico de luces iluminar al público para poder ver sus caras, o pidiendo fuego a las primeras filas para mantener encendido su cigarrillo. Es un animal escénico y se comporta tal y como es ella, libre. Sin tener nada programado, haciendo lo que le sale en cada momento. Solventando con gracia hasta los inconvenientes técnicos que tuvo durante el concierto, cómo cuando le falló uno de los micros y para salir del atolladero no se le ocurrió mejor idea que simultanear los dos, haciendo de la situación algo divertido.
La actuación fue un ensayo general de lo que será la gira de presentación del nuevo disco; y como aperitivo, no estuvo nada mal. Dejándonos con ganas de más, sobre todo por saber como trasladará a este nuevo formato actual las canciones de sus anteriores discos.
Lo que está claro es que propuestas como la de Najwa Nimri no tienen parangón en nuestro país. Artista necesaria e impredecible. Todavía nos deparará muchos buenos momentos en el futuro. Sin duda, lo mejor está por venir.
Texto y foto: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”
