Snow Patrol: "Wildness"

Por: Àlex Guimerà 

Mucho se ha especulado sobre la extinción del llamado brit pop, algunos pensamos que de todo ello fue responsable el giro artístico de Radiohead, que supuso dar un nuevo enfoque a la manera de entender el pop. Lo cierto es que tras el "OK Computer" y con el cambio de milenio surgieron bandas como Coldplay, Starsailor, Athlete, Doves o nuestros protagonistas Snow Patrol, cuya música pasaba por entender la vida desde la tristeza, unas guitarras rítmicas crecientes y una delicadeza e intimismo que contrastaba con la luminosidad y el desenfado que había precedido al género de las islas británicas. 

Y en ello la banda supieron dar el golpe con el que fue su tercero disco de estudio "Final Straw" (2003), con canciones tan estremecedoras como "Run", que mezclaba épica y sentimentalismo a partes iguales, una fórmula que repitieron en "Chasing Cars" ("Eyes Open", 2006) que se incluyó en la banda sonora de la serie "Anatomía de Grey", logrando el pelotazo definitivo. Luego llegaron las giras mundiales y el reconocimiento en Estados Unidos. Fue antes de que los norirlandeses perdieran fuelle sometiendo a su estilo a toques de electrónica y de modernidad indie. 

Así han llegado a finales de esta década con la publicación de un retrasado séptimo álbum - tras siete años de silencio discográfico - que con toda probabilidad sólo esperaban sus más fieles seguidores. Pero la verdad es que uno lo escucha y queda sorprendido con las nuevas diez piezas que a pesar de que no nos descubran nada de nuevo, no por ello desmerecen por su calidad. 

Aunque repiten con su productor clásico "Jacknife" Lee, el álbum suena maduro y trabajado, en unas letras que, conectando con su título, quieren "hacernos volver a recuperar el salvajismo en el buen sentido del ser humano"", según explica su líder Gary Lightbody. Muestra de todo ello es la sentida y con voces espectrales "Life On Hearth" que nos recuerda lo que debe ser la vida. El single de adelanto, "Don't Give In", fue escrito para describir la superación necesaria hasta llegar a esta vuelta, en un tono musical que mira hacia los ochenta. A la misma década recurren en "A Dark Switch",  donde juguetean con el synth pop y la música disco. 

"Empress" es como un calcetín girado de alguno de sus temas clásicos pues suena igual pero diferente: optimista y alejado del melodrama. La nota de esperanza la pone "Heal Me" que Lightbody dedica a su mujer por ayudarle a salir del alcoholismo. "A Youth Written In Fire" y "Wild Horses" (esta más elevada) nos recuerdan al Beck de "Morning Phase". El punto de contraste lo pone la balada "What If This Is All The Love You Ever Get?" con su piano solemne y letra solitaria. Un notable disco de retorno de una banda pop que vive de etiquetas del pasado y que ha sabido sobrevivir y navegar por el tiempo a contracorriente para poder reafirmar su propia identidad.