Dave Kuchler: “It’s Pronounced…”

Por: Skar PD 

Hay discos que se empiezan a escribir muchos años antes de que se publiquen, muchos años desde que se empezaron a escribir unas canciones que por alguna u otra razón quedaron aparcadas hace mucho tiempo a la espera de ver la luz, pero que cuando se publican suenan frescas y recientes. Las buenas canciones tienen una especial resistencia al paso del tiempo.
Va para 20 años que Dave Kuchler al frente de Soul Engines publicaron el incomprensiblemente olvidado "Closer Still". Lo tenían todo pero los imponderables que transitaban por la industria en aquellos momentos y los cambios de formación dieron al traste con la impecable colección de pop-rock y power-pop que encerraban sus surcos. Apenas unas pocas canciones para preparar lo que hubiera sido la continuación y aquel proyecto desapareció. Solo quedo el esqueleto de algunas canciones, algunas compuestas incluso antes de Soul Engines, que quedaron almacenas en viejas cintas.

20 años después Dave Kuchler ha decidido sacarlas a la luz, junto con otras más recientes, y convertirlas en un magnifico disco atemporalmente clásico bajo el nombre "It's Pronounced..." Desde los inicios de la batería y el complemento del saxo que dotan a "If I Saw You" de ese aire tan de Springsteen, nos situamos en el epicentro de la escena "Jersey shore". Si pensamos en Southside Johnny & The Asbury Jukes, o Steve Van Zandt lo tendríamos más claro. Y ese espíritu revolotea por todo el disco y es visible en "It's Pronounced..", que da nombre al álbum y a la que la sección de viento le dota de un groove que no deja lugar a dudas de su procedencia o en la épica "Slave To Katy", con el sonido inconfundible del Hammond manejado por Pinky Giglio, a la sazón productor, teclista y estrecho colaborador, y al que el propio Dave le reconoce el mérito de actor decisivo en la realización de este disco.

Pero además de su inconfundible estilo de la Costa Este, "It's Pronounced.." está dotado de una elasticidad y eclecticismo que le hace sobrepasar las fronteras de su New Jersey natal para circular por otros tantos estilos todos y cada uno resueltos de forma efectiva y absolutamente reconocibles y, como no podía ser menos, el country (léase rockabilly) como elemento aglutinador se hace patente en "Pull My String" que parece concebida para que la cantara el mismísimo Elvis. O como en "Come On In Out Of The Cold" inmensa balada, con violín incluido, concebida para sacar a bailar a la chica esa que esta al final de la barra… sí, la del sombrero vaquero.

Quizás la menos americana sea el beatlesque más canónico de "Better Things To Do", o no tanto, porque su irresistible estribillo y hasta el nombre te retrotrae a The Wonders. Si, esa película de adolescentes de Tom Hanks que hizo famosa una canción de estructura y melodía similar. Un espacio en el que no es nuevo Dave Kuchler, ya había dejado pistas indelebles con sus iniciales Soul Engines.

Ese eclecticismo que tan bien se refleja a lo largo de las pistas de este disco se eleva de categoría con la excelente "Really Last" y la explosión de soul sacada de los mismísimos archivos de la Stax, o de la Motown, como en "Go", donde los Jackson Five se encontrarían a sus anchas. Irresistibles y toda una invitación al más sensual de los bailes. Y si de clásicos hablamos, la versión de "When You Walk In The Room" de la nunca suficientemente reconocida Jackie DeShannon y que The Searchers llevaron al éxito allá por 1964, es meridiano reflejo de ese concepto de clásico que transmite el disco en su conjunto o si no véase ese rock and roll chulesco y cervecero que es "Thing About Me". Hasta nos encontramos con un villancico, con campanitas y todo, que es lo que es y no otra cosa "Hey Santa ", ¿qué podía ser con ese nombre?, publicada allá por la Navidad del año pasado, aunque también compuesta años ha.

"It's Pronounced..." pasara desapercibido, sin duda y posiblemente solo sirva para rellenar páginas de blogs y artículos digitales de los buscadores de joyas ocultas, pero no por eso deja de ser un compendio inestimable de sonidos nunca imperecederos, de recuerdos de tiempos en los que en los bares de carretera siempre sonaba una canción cuyas notas y melodías han sido traídas fielmente por Dave Kuchler para ofrecer uno de los discos del año. No es un homenaje a la modernidad más absurda, pero hace ya tiempo que los discos como este renunciaron a competir en esa liga que, desde luego, no es la suya y tampoco la echan de menos. Solo para paladares exquisitos.