Blitzen Trapper: “Holy Smokes Future Jokes”


 

Por: Albert Barrios 

Cuando somos pequeños y aún no entendemos la mayoría de las palabras, o posteriormente en nuestra juventud o madurez escuchamos canciones en algún idioma que no conocemos o dominamos, la música lo es todo. El sonido que disparan los altavoces es lo que nos llega al fondo del alma y las entrañas. En este punto reside la genialidad de Eric Earley, líder y compositor de unos Blitzen Trapper que a medida que pasan los años van cogiendo más pinta de clásicos. Earley ha sabido vestir con música unos textos que van más allá de la rutina diaria, del mundanal ruido, para conseguir que sino en su totalidad, una parte del mensaje nos llegue directa al corazón.

A través del libro de “Lincoln en el Bardo” de George Saunders, Eric Earley llegó al “Libro tibetano de los muertos” o "Bhardo Todol", que es una guía de instrucciones para los fallecidos y los moribundos, y cuya intención es la de preparar al alma para las adversidades y transformaciones del más allá. La lectura de ambos libros, junto a su labor como voluntario en albergues para personas sin hogar (él también fue sin techo durante una temporada), define un disco (grabado en los Long Play Recording de Portland) de madurez, conocimiento y sabiduría.

El viaje comienza con una de las mejores canciones del álbum, “Baptismal”, una pieza marca de la casa, con un gran estribillo y unas guitarras y pianos bañados en reverb que expanden la épica del momento. “Bardo's Light (Ouija, Ouija)” define esta nueva entrega de la banda de Oregón : un álbum más acústico pero muy rítmico, sin tanta electricidad pero con una fundamental dosis de groove (y efusivos coros). En “Don't Let Me Run” se sumergen en el pop, doblando voces, con magnas melodías y saxos y percusiones que demuestran la riqueza instrumental de este “Holy Smokes Future Jokes”.

“Magical Thinking” es simple y corta, y su valía reside en la sencillez de su propuesta y en unos coros femeninos que son la guinda del pastel. En “Masonic Temple Microdose #1” recuperan las guitarras eléctricas y el rabioso rock and roll; en “Requiem” rozan el country; “Holy Smokes Future Jokes” acaricia a los Jayhawks de “Tomorrow the green grass” y “Sons and Unwed Mothers” es puro sesentas.

Sin (lógicamente) entrar en comparaciones, ponen al día la riqueza y exuberancia musical de “Music from Big Pink”, y de despiden con un “Hazy Morning” que recoge trazas de ese cajón de sastre llamado Nuevo Rock Americano. Después del experimental “Wild and Reckless” (todo un pedazo de discarral a reivindicar) Blitzen Trapper vuelven al calor del hogar para facturar uno de sus mejores trabajos, un disco que entra de primeras pero que gana con sucesivas escuchas, un intento de trascender un poco más allá, de dejar huella. Porque no hay nada peor que quedarse en el camino…