Entrevista: Jabi Izurieta


"Este país siempre ha tratado muy mal a la cultura en general"

Por: Kepa Arbizu

No nos podemos quejar de la lista de "songwriters" que pueblan nuestra geografía ibérica. Una "especie" que no para de crecer en diferentes y variadas direcciones. El navarro Jabi Izurieta pertenece a la vertiente más clásica y melódica, aquella en la que encuadraríamos desde su admirada Quique González a Los Madison.

"Las luces del barro", su nuevo lanzamiento, no cambia esa dinámica ni mucho menos le ubica en otro territorio sonoro, pero sí que profundiza en su esencia "americana", grabando de hecho en Nashville y rodeado de instrumentistas de la zona. Detalles que acompañan a un disco homogéneo, emocional pero rocoso, y es que por sus venas corre más que nunca la vida, a veces dolorosa, de este navarro con el que charlamos con el eco todavía muy reciente de sus muy notables canciones.

Has grabado “Las luces del barro” en Nashville y con músicos de allí. ¿Cómo surgió esa oportunidad?

Jabi Izurieta: Pues surgió de una manera muy natural: al terminar la gira de mi anterior disco, "Claudia & Costello", decidí cambiar de banda, tocar con otra gente por el simple hecho de seguir aprendiendo y de darle también un aire distinto a mi repertorio. 

Por otro lado, mi productor, Iñaki Llarena, me propuso la posibilidad de grabar con gente de Nashville que él conocía por mediación de Eric Masse, amigo suyo y a la vez productor de Miranda Lambert, y así es como surgió la idea. A mí me encantó, pero solo puse como condición que a ellos les gustasen las canciones, que de algún modo estuvieran a la altura, y bueno, así nació "Las luces del barro".

Todo el sonido del álbum está muy cuidado, pero me ha llamado la atención el “color” de las guitarras: gruesas, con alma, clásicas… ¿Dirías que el hecho de grabar en Estados Unidos y con músicos de allí ha influido en que éste sea, creo, tu disco más americano? 

Jabi Izurieta: Es cierto que en Nashville se grabó una buena parte del disco, el grueso de hecho podríamos decir que se hizo allí, pero muchas de esas guitarras las hicimos en estudios Aberin (Navarra). Viendo cómo sonaban las bases que teníamos comprendimos que ese era el grano que teníamos que darle a las guitarras, contundentes y con ese color. Además, algunas guitarras, aquellas a las que nosotros no podíamos llegar, se grabaron allí. Creo que el resultado está a la vista.

Frente a toda esa plantilla americana no falta la presencia de Leyre Aranguren e Iñaki Llarena, parte indispensable de tu música...

Jabi Izurieta: Sin duda, entre los tres formamos un gran equipo y además ayuda mucho el hecho de habernos convertido en buenos amigos. Hablamos el mismo idioma musical e Iñaki me entiende solo con mirarme. Además creo sinceramente que son unos productores ‘top’ y considero que quizás no tengan todo el reconocimiento que se merecen.

En cuanto a contenido es un disco crudamente autobiográfico, donde en ocho episodios relatas lo que parece una historia de una pérdida sentimental y todo lo que ello conlleva, ¿fue una terapia para superar  esa mala época o ha sido la plasmación de unos episodios ya pasados?

Jabi Izurieta: Bueno... no hubo una pérdida sentimental en sí, más bien me perdí yo. Fue una época dura que pasé por distintos motivos: musicales, discográficos, personales… En fin, esos momentos en que todo se junta y al final te ves en un pozo del que no encuentras la salida.

Afortunadamente el escribir este disco me sirvió como un buen impulso para dar el primer paso, aunque es cierto que fue, y todavía lo es, muy complicado cantarlo por todo lo que ello conlleva. Sin duda es un trabajo muy muy personal y los ocho temas son ocho historias reales; me he desnudado pero ahora estoy muy contento de haberlo hecho.

En la portada del disco sales fotografiado en primer plano, ¿ya desde el inicio tenías claro que este  disco tenía que ser muy “tú”?

Jabi Izurieta: Sí, así es, se trata de un disco muy personal y era lo que tocaba, es algo así como decir, "Hey, chicos, esto es lo que soy".

Y siendo solo ocho canciones y con ese contexto temático común, la manera de ordenarlas en el disco, ¿también ha tenido su importancia y su sentido?

Jabi Izurieta: Sí, siempre es importante buscar un buen orden con los temas, el disco te tiene que hacer querer seguir enganchado a él de algún modo. Quise también hacer un guiño al vinilo y por eso a la vez está concebido con cara A y cara B. Creo que el disco acaba con una pregunta en el aire que resume muy bien la temática, “mírame y dime que ves”, y es ahí donde cada uno tiene que llevárselo a su terreno.

En el disco varías desde ambientes desnudos hasta rockeros¿buscabas que el tipo de sonido de cada canción tuviera relación con la historia que estabas relatando?

Jabi Izurieta: Totalmente. Así, es, cada historia tiene que tener su propio ropaje. Hay textos que como en "Llámame" con un piano es suficiente, y otros, como en "El declive", que la letra pide ser arropada con algo más contundente. Todo tiene un porqué siempre.

Otro detalle es tu forma de cantar, menos impulsiva, más susurrante, más íntima, ¿ha sido cuestión de la propia naturaleza de las canciones o era un camino que ya tenías pensado tomar?

Jabi Izurieta: Las canciones me llevaron en esa dirección, teniendo en cuenta que este disco se grabó  estando en un periodo de bajonazo total era lo que me pedía para estas canciones.

¿Cómo crees que te sentirás al interpretar en directo un disco tan personal? ¿Surgirán sensaciones más fuertes que las de otras canciones?

Jabi Izurieta: No hay duda de que así será, de hecho ya me pasa ensayando, así que imagínate... Pero la verdad es que estoy muy bien ahora mismo, aunque he de reconocer que al cantar estas canciones te transporta a lugares donde no todo precisamente tan bonito.

Vista la experiencia con un disco como este, ¿dirías que el dolor, la tristeza y ese tipo de sentimientos que más te inducen a componer?

Jabi Izurieta: Bueno, en este caso sí, pero no siempre tiene que ser de esa manera. Pero sinceramente creo que en general este disco tiene luz y una actitud por mirar hacia adelante, que entiendo que es difícil encontrarla, pero es así, existe, y en ese sentido quizás sea un disco para darle unas cuantas escuchas.

Creo que toda esa dura época que pasaste también te incitó a escribir un libro, no sé si fue exactamente así y en qué punto está...

Jabi Izurieta: Sí, bueno... empecé mucho antes a escribir el libro, de hecho tengo otros dos publicados y quise liarme con un tercero. Es verdad que confluyeron las dos cosas en tiempo y lugar, así que el tema es bastante similar. En su día incluso pensé en lanzar un disco libro, pero bueno, ahí se quedó la idea. Tengo la firme intención de poder lanzarlo en el 2021, ya veremos…

Tus inicios nos llevan hasta el grupo  Berri Drivers, ¿echas de menos lo que supone tener y ser parte de una banda?

Jabi Izurieta: Pues la verdad es que no demasiado. Me gusta mucho trabajar solo, me da mucha libertad, aunque me encanta también juntarme con mi banda y tocar. Además ellos saben que pueden aportar ideas en todo momento, no hay problema, pero para componer y demás estoy muy cómodo así, en solitario...

Llevamos un rato hablando de tu disco, de música y sentimientos, creo que nadie se atrevería a definir todo ello como un mero divertimento o parte del ocio nocturno, lo digo por son términos que sin embargo sí se usan, incluso las propias leyes, para referirse la mayoría de las veces a la música.

Jabi Izurieta: Este país siempre ha tratado muy mal a la cultura en general, somos un mero pasatiempo. Quizás es una manera de que el pueblo no se una, porque la cultura, y la música en concreto, es algo que quizás no puedan controlar del todo y eso les provoque cierto miedo. 

Para mí la música es mi oficio, y es tan válido como cualquier otro, y probablemente mucho más necesario que algunos otros: no olvidemos que uno de los pilares básicos para construir un país digno es su cultura, y aquí es algo que se desprecia sistemáticamente. Es curioso como quienes precisamente no ejercen ningún oficio, es decir, los políticos, son los encargados de gestionarlo. Increíble.

¿Cómo se siente alguien que vive tanto el directo en esta situación en la que hay pocas y muy reducidas actuaciones? ¿Sientes que están perdiendo algo tus nuevas canciones sin poder ser paseadas por los escenarios?

Jabi Izurieta: Es una situación muy dura, pero de momento toca de algún modo adaptarnos a ello; creo que la gente en general sí podría echar una mano comprando nuestros discos y así escucharnos de algún modo. No olvidemos que más de un noventa por ciento de los músicos vivimos al día, y eso complica mucho la situación.

Respecto a mi nuevo disco estaremos preparados para cuando podamos hacer las cosas como se merecen. ¿Cuándo? No lo sabemos, pero la espera nos llena de ganas...